(Escribe Emilio Hourcade Leguísamo) Al finalizar el primer capítulo, habíamos llegado al momento en que son identificados y capturados los 3 jóvenes que habían realizado el asalto a la Logia “Armonía” en el mes de noviembre de 1938, quienes resultaron ser Alfonso Fernández Cabrelli, Raúl Millot y Rodolfo González Echeverría.
Ahora bien, al producirse los interrogatorios «el Oficial 1º Mayor don Felipe R. Arambillete, encontrando mucha similitud entre el hecho aclarado y el asalto al Centro Socialista acaecido el 18 de enero de 1937, hizo que se ampliase el interrogatorio, lo que dio por resultado que después de algunas evasivas, Fernández y Millot se declararan también autores de ese hecho»1, implicando también como responsables del mismo a Edgardo Bordoli y a Pedro Ramón Pérez o Rabosto, siendo ambos detenidos de acuerdo al siguiente parte policial: «Se encuentra detenido y a disposición del señor Juez Letrado Deptal. Edgardo Bordoli, uruguayo, soltero de 23 años, quien fue acusado por Fernández y Millot como participante en el asalto del Centro Socialista, como también ha sido pedido a la policía de Salto la detención de Pedro Ramón Pérez o Rabosto (a) “El Chivo”, acusado también por éstos como acompañantes en dichos hechos”.2
Edgardo Bordoli finalmente fue liberado por la justicia «por no tener absolutamente nada que ver con los hechos”, pero inmediatamente el Juez Letrado doctor Atilio Pigurina Vivas determina que sí correspondía detener a Domingo Bordoli, quien «a estar por las declaraciones de Fernández y Millot, habría tenido participación, aunque no activa, en el asalto cometido en perjuicio del “Centro Socialista”»3
El asalto al Centro Socialista “Juan B. Justo” se había producido el 18 de enero de 1937, estando ubicado en calles Florida (hoy Pbro. Manuel de Castro y Careaga) y Sarandí (hoy 28 de febrero), «destruyéndose la biblioteca comunitaria que allí funcionaba con más de 200 libros, retratos de Marx, Juan B. Justo, Anatole France, Emilio Frugoni y otros ilustres hombres de pensamiento».4 Varios de esos retratos habían sido donados por el diputado socialista argentino Don Ángel María Giménez, hijo del Esc. Eusebio Giménez.
Según el parte policial, la denuncia fue realizada por «Domingo José Calleros, uruguayo, casado, de 26 años, domiciliado en calle San José (hoy Wilson Ferreira) Nº 332, dando cuenta que momentos antes, al enfrentar el Centro Socialista ubicado en calles Florida y Sarandí, notó que la puerta que da a la calle primeramente nombrada estaba abierta, como asimismo un vidrio de la misma roto y en el interior había libros, papeles y cuadros rotos en el suelo; de inmediato esta Policía se constituyó constatando lo denunciado por Calleros, disponiendo el sub comisario Luis Ballestrino se fuera en busca del miembro de dicho Centro, Ricardo T. Vivas, el que compareció de inmediato y en compañía de funcionarios de esta policía se procedió a efectuar un registro en el interior de dicho centro, encontrándose sobre un escritorio un gancho de hierro que según el señor Vivas, no pertenece a ellos y en la calle un trozo de alambre, objetos estos que al parecer han sido empleados para abrir la puerta”.5
La prensa muestra su indignación ante este acto, resaltando que «no era la biblioteca del Centro asaltado de carácter sectario, había sido formada con la cooperación de la población con fines esencialmente culturales, figurando autores de todas las tendencias literarias, políticas y filosóficas. (La premisa en esos años era que en cada lugar que se fundase un centro socialista, estos debían contar con una biblioteca popular para brindar conocimientos de todo tipo)6
En ese salón, donde una banda de irresponsables degenerados ha dejado la huella de su inferioridad moral, han hecho vibrar su alta palabra llena de enseñanza y de amor, hombres de la talla de Emilio Frugoni, Fernández Artuccio, el poeta Roberto Ibáñez, Ángel M. Giménez, Liber Troitiño, Orlando Kelly y tantos otros».7
La población de Mercedes se mostraba sorprendida y molesta con este atentando y esperaba que los culpables fuesen atrapados por la policía, pero los días pasan sin que se lograra avance alguno, surgiendo en la prensa los reclamos pertinente avizorando que de no resolverse el caso, «es seguro que no se harán esperar otros sucesos análogos de corte netamente fascista, como es este”.8
También en Montevideo repercutirá el caso, y el diario «El País» se hará eco del mismo de la siguiente manera: «El hecho se produjo a 100 metros de la comisaría seccional. Creemos que el Ministerio del Interior debe enviar un oculista a Soriano para que examine la vista de los policianos mercedarios. Tal vez si los proveen de lentes puedan evitar episodios tan bochornosos”.9
Evidentemente que el contexto nacional e internacional repercute en el asalto al Comité Socialista, y así vemos como sin lograrse aún resolver el caso, parte de la prensa asignaba la responsabilidad al fascismo, y hasta el “Comité por Ayuda de la República Democrática Española”, se adhiere a la protesta contra el vandálico asalto.
Como quedó dicho, el asalto al Comité Socialista perpetrado en enero de 1937 quedó sin resolverse hasta noviembre de 1938, cuando se produce el asalto al templo de la Logia «Armonía» y a través de la resolución de este último caso, se llega a la resolución del primero.
Pero ¿qué motivaba a aquellos jóvenes a realizar este tipo de actos vandálicos?
Para entender cuál era el motivo es interesante rescatar lo declarado por Alfredo Fernández Cabrelli al ser detenido en el año 1938, quien manifestó «estar afiliado a una entidad denominada “Acción Nacional”». 10
También trasciende que otro de los procesados, «al ser interrogado acerca de los móviles que los impulsaron a llevar a cabo el asalto al Centro Socialista, confesó muy suelto de cuerpo que obedecía a sus propósitos de hacerse un poco de cartel entre sus compañeros de la “Acción Uruguaya Sindicalista”, cuyos fines son los de implementar entre nosotros un régimen corporativo semejante al de los Requetés11 Españoles.
¿Quiénes son los jefes? – se le inquirió
Los jefes, respondió sin titubear como si estuviera hablando de una entidad legal, son Real de Azúa y Alzaga”.12
«Acción Nacional» fue un grupo católico falangista13, alineado no solo al falangismo español sino además al régimen de Mussolini. Eran la derecha radical anti-burguesa y anti-sistema político que impulsaba un nuevo orden y que llegó a ser presidio por el destacado intelectual Carlos Real de Azúa14.
Para tener una idea sobre el controversial Real de Azúa, recurriremos a lo expresado en el libro «Carlos Real de Azúa, un intelectual inasible»: «Nuestro resbaladizo autor comienza en su juventud militando en Acción Nacional, participa contra el golpe de Estado de 1933, apoya la salida baldomirista en el 38, trabaja para la candidatura de Eduardo Blanco Acevedo, contribuye al proyecto Benito Nardone, más conocido como Chico-Tazo (Perteneciente al Partido Nacional), pasa a ser eje de referencia en la generación del 45 y participa en la fundación del Frente Amplio en el 71».15
Otro de los dirigentes que a nivel nacional tenía esta agrupación era Aníbal Alzaga, director de la publicación «Audacia» que respondía a los intereses de “Acción Nacional”.
Cabe dejar en claro que los detenidos, si bien declararon que pertenecían al grupo denominado “Acción Nacional”, también manifestaron que actuaron por voluntad propia y que no habían recibido orden alguna de los dirigentes nacionales, pero la misma prensa desconfiaba de éstos últimos diciendo que «desde Montevideo, tiran la piedra y esconden la mano”.16
En busca de determinar si los atentados perpetrados tenían su ramificación en la capital del país, el Juez Pigurina Vivas viaja a Montevideo y «se entrevista con el Ministro del Interior Dr. Manuel Tiscornia, con el Jefe de Policía Coronel Martínez y con el Jefe de la Policía de Investigaciones Sr. Casas, solicitándoles su cooperación en las averiguaciones en las que se encuentra empeñado, hasta que ellas no sean agotadas y pongan las cosas en su debido lugar”.17
Producto de estas gestiones, días después llegará desde Montevideo el Sub Comisario de Investigaciones Manuel H. Mattos, «funcionario avezado que ayudaría al esclarecimiento de ciertos detalles que se consideran de importancia», como también se anuncia por parte del Comité Socialista, que llegarían desde Montevideo el Diputado Liber Troitiño y el Sr. Hugo Prato para hablar en acto a realizar en la esquina de Colón y Florida (hoy de Castro y Careaga), «en repudio contra los asaltos fascistas, contra la barbarie nazi y a favor de la República Española”.18
La incitación directa o indirecta recibida por los jóvenes mercedarios involucrados en los hechos de parte de la agrupación “Acción Nacional” es innegable que existió y en muestra de ello, la prensa de Mercedes da cuenta de lo siguiente: «Apareció el Nº 30 del periódico “Audacia”, que se edita en Montevideo y es portavoz de la agrupación “Acción Uruguaya Nacional Sindicalista”.
En este número se insertan diversos comentarios sobre los sucesos de Mercedes, que tuvieron origen en el asalto del Centro Socialista y la Logia Masónica, de la que nos hemos ocupado extensamente en oportunidad.
Con el fin de difundirlo y hacer propaganda por las ideas que sustenta la agrupación, la cual dice que está “al servicio de una patria unida, justa y libre”, vino una delegación integrada por los jóvenes José Luis Bové Trabal, Julio Varela, Arnaldo González Echeverría, Ricardo Magri y Alberto M. Birabén Muñoz.
Los referidos jóvenes distribuyeron profusamente el periódico por toda la ciudad y luego hicieron una visita a sus camaradas que se hallan presos, regresando esta tarde, en automóvil, a la Capital”.19
Parte de la prensa de Mercedes insistiría en dejar clara la relación de “Acción Nacional” en estos hechos, transcribiendo con este fin, una publicación del periódico “Audacia” en la que saludaban a estos jóvenes mercedarios usando una simbología muy explícita de su ideología: «Sus actos de pequeña e ilegítima violencia, que por inútiles no han sido menos bellos, preludian ya “lo inexorable de las horas decisivas”.
Rodolfo González Echeverría, Raúl Millot (hijo), Alfonso Fernández, Pedro Ramón Pérez, Domingo Bordoli, llegue hasta vosotros el saludo entusiasta y cordial del brazo en alto y la mano abierta, que os envían todos los camaradas del Uruguay”.20
Finalmente corresponde mencionar que el Juez Atilio Pigurina Vivas tomará las siguientes resoluciones respecto a los jóvenes responsables de los atentados:
«Domingo Bordoli: Constatado que era menor de 18 años cuando intervino en el asalto del Centro Socialista, siendo evidente que sus ideas extremistas de aquel entonces han dejado paso a un juicio más sereno de los problemas ideológicos y a una serena comprensión y respeto por las ideas ajenas, excarcélese bajo caución juratoria.
Ramón Pérez o Pérez Rabosto: siendo menor, pero revelando en sus declaraciones un exaltado temperamento y una decisión extremista que lo sindica como un perfecto fanático, intoxicado por las enfermizas pasiones de su credo ideológico, situación temperamental que precisa un tratamiento educativo que corrija tales desviaciones, póngase a Pérez Rabosto a disposición del Consejo del Niño internándolo en la Colonia Educacional de Varones».21
Raúl Millot, Rodolfo González Echeverría y Alfonso Fernández Cabrelli: Atentos a que han cometido los delitos de violación de domicilio, hurto, asociación para delinquir, daños y hurto, de previo concierto y en pandillas, agravados por la nocturnidad, con escalamiento y fractura. Considerando que en tales desmanes han incurrido, azuzados por tendencias ideológicas extremistas, traídas a estas tierras libres por el aura demoledora que nos viene de tierras europeas y asiáticas, en plena bancarrota moral y en absoluta decadencia espiritual, que prefieren a los beneficios de la democracia y del derecho individual, la bota del tirano y el capricho de la fuerza brutal, que convirtiéndolos en esclavos, los anula como hombres dignos y los convierte en siervos ilotas, se resuelve no hacer lugar a las excarcelaciones solicitadas”.22
Hasta aquí la reseña de aquellos hechos que he querido recuperar de nuestra historia, los cuales no solo muestran lo perjudicial que resultan para una sociedad las incursiones de ideas extremistas, intolerantes y anti democráticas que en estos casos en particular, afectaron concretamente a varios jóvenes de Mercedes, de quienes no corresponde apreciar sus acciones con los ojos puestos en el presente, sino que hay que ubicarse en los años 1937 y 1938, para valorar lo que significaba para un joven idealista, vivir esos días de profunda complejidad tanto a nivel nacional como internacional, y como las mentes y energías juveniles hay veces que son utilizadas con fines que son perjudiciales para la comunidad y fundamentalmente para ellos mismos.
El paso de los años permitió al menos a algunos de los protagonistas de esta historia desarrollar sus mejores virtudes y dejar su buen aporte a la sociedad, teniendo Domingo Bordoli un destacado papel en el mundo literario y formando parte de la prestigiosa Generación del 45, mientras que Alfonso Fernández Cabrelli se destacó con varios trabajos de historia publicados sobre José Artigas y fundamentalmente sobre la Masonería, siendo quien concibió la revista “Hoy es Historia”, que a lo largo de sus 65 números, permitió a enjundiosos investigadores e historiadores uruguayos, ya sean del interior como de la capital, y también a extranjeros, publicar excelentes trabajos que le dieron a la publicación ideada por Fernández Cabrelli un justo lugar de reconocimiento y destaque.
REFERENCIAS
1 - “El Día”, Mercedes, 15 de noviembre de 1938
2 - “El Día”, Mercedes, 16 de noviembre de 1938
3 - “Acción”, Mercedes, 19 de octubre de 1938
4 - “El Radical”, Mercedes, 20 de enero de 1937
5 - “Acción”, Mercedes, 19 de enero de 1937
6 - http://www.sociedadluz.org.ar/biblioteca.aspx
7 - “El Radical”, Mercedes, 20 de enero de 1937
8 - “El Radical”, Mercedes, 22 de enero de 1937
9 - “El Radical”, Mercedes, 23 de enero de 1937
10 - “El Día”, Mercedes, 15 de noviembre de 1938
11 - Requetés: sus integrantes se denominaban boinas rojas, movimiento paramilitar carlista que se oponía al marxismo y defendía la religión católica, habiendo participado junto a Franco en la Guerra Civil Española
12 - “Acción”, Mercedes, 29 de noviembre de 1938
13 - Falangista o nacionalsindicalista, ideología de características fascistas que tuvo en la Falange Española a su principal partido político.
15 - Mallo, Susana; 2011, “Carlos Real de Azúa, Un intelectual inasible, Montevideo, Uruguay, Ediciones de la Banda Oriental
16 - “El Radical”, Mercedes, 17 de noviembre de 1938
17 - “Acción”, Mercedes, 25 de noviembre de 1938
18 - “El Radical”, Mercedes, 26 de noviembre de 1938
19 - “El Día”, Mercedes, 17 de diciembre de 1938
20 - “El Radical”, Mercedes, 22 de diciembre de 1938
21 - “Acción”, Mercedes, 5 de diciembre de 1938
22 - “El Radical”, Mercedes, 28 de diciembre de 1938
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