Este lunes la Junta Departamental de Soriano deberá tratar la iniciativa de la Intendencia de cambiar el nombre a calle Paysandú y nominar un tramo de la rambla Carlos F. Sáez, como Pascasio Báez. Tema del cual nos ocupamos oportunamente (ver aquí).
En el año 2011 una Comisión evaluó las iniciativas que había hasta ese momento para cambiar el nombre a determinadas calles de Mercedes, o nominarlas a aquellas que carecían de un nombre. Uno de los integrantes de esa Comisión fue el Esc. Alfonso Arias; integrante del Centro Histórico y Geográfico de Soriano y permanente investigador de nuestra historia. El Esc. Arias, en el siguiente artículo que reproducimos, expresa su opinión contraria a cambiar el nombre a las dos calles de Mercedes.
Ante un inexplicable arranque de patriotismo se pretende propiciar una designación con nombres propios en determinadas calles o lugares de la ciudad
(Escribe Esc. Alfonso Arias) Debemos remontarnos a los comienzos de nuestra vida republicana para observar lo que fue aconteciendo en los distintos núcleos poblados de lo que hoy es el Uruguay.
Tomemos por ejemplo a Montevideo: su principal vía de tránsito (estamos en sus comienzos, fue la hoy Avenida 18 de Julio) a sus lados en uno y otro sentido se fueron designando las calles paralelas con nombres de los departamentos o poblaciones que se fueron creando: hacia el sur de denominaron San José- luego Soriano- Canelones- Maldonado, etc. – mientras que hacia el norte se fueron nombrando : Colonia, Mercedes, Uruguay, Cerro Largo, Paysandú, etc.-
Qué sucedió en nuestra actual ciudad en aquellos tiempos: la calle principal era la de la Iglesia, alrededor de la cual se fue asentando la población que fue formando nuestra actual población: en 1834 aparece con el nombre de calle Montevideo (véase el plano de la Villa de Mercedes del año 1834 del Pbro. Luis José de la Peña entonces Presidente de la Junta de Soriano y también cura vicario de la Iglesia, enorme figura de aquellos tiempos, hoy también ignorado en este tema).
Y hacia el norte, en dirección al Río las calles se denominaban Soriano- Paysandú y Río Negro, mientras que hacia el sur se les había dado los nombres de San José- de las Minas- Cerro Largo- Canelones- Salto- Maldonado, Durazno- Colonia- etc.
Obsérvese igual tratamiento que en la Capital, pero eso obedecía a que las comunicaciones entonces se enumeraban en ese orden nombrando otros puntos del país, destacando los lugares con los que nos comunicábamos más asiduamente.
Poco a poco se fueron modificando algunos nombres, pero eso para distinguir y resaltar hechos, nombres o actividades preponderantes favorables a la ciudad o el departamento o que significaban ejemplos dignos de tomar en cuenta: Eusebio E. Giménez- Ricardo Detomasi- José E. Rodó- Fcio. Sánchez- Dr. Manuel Ferrería- Dr Serafín Rivas- Blanes Viale o que tuvieran relevancia nacional o internacional.
Hubo otros nombres que tuvieron escasa vida pues fueron propuestos por entusiastas de determinadas personas, por un momento exaltado o por motivos políticos o del momento como Roosevelt- Alzaga- etc.
Sitios se recordaron sí por motivos nuestros como el Muelle de Los Aguateros- el Paseo de la Alameda- la Isla del Puerto- el Arroyo de “El De Acá”- la Zanja Padilla- la Cañada Roubín- el Barrio de los Treinta y Tres- el Barrio Artigas- el Barrio Asencio- la propia Avenida Asencio.
Motivos políticos hicieron que se nombraran a determinados espacios públicos con los nombres de políticos renombrados como la Rambla José Batlle y Ordoñez y la de Luis A. de Herrera.. Pero introducir en nuestro nomenclator nombres que a la mayoría no le significan una recordación relacionada con el departamento, con la ciudad, con nuestro medio ni con ningún caso directo relacionado con el medio, hará que pasado poco tiempo desaparezcan de la denominación, sustituidos por otros de mayor significación para las futuras generaciones e incluso para parte de la actual generación.
Todo eso significará un mayor desconocimiento de nuestros actuales vecinos, del comercio e instituciones públicas en cuanto a la distribución de pedidos o de correspondencia, máxime cuando se pretende nombrar tramos con diferentes nombres, dejando en la duda de porqué le quitaron a un pintor de la fama mundial de Carlos Federico Sáez, parte de un recordatorio cuando ya se le había sustraído uno mayor aún años atrás.
En cuanto a cambiar el nombre de la calle Paysandú significa un desconocimiento de que la misma fue la vía de salida de toda la producción que llegaba al departamento a través del Puerto, como también la más conocida calle que conectaba con el centro y el comercio de la ciudad, circulando por la misma toda la actividad en uno y otro sentido. Ese nombre se ha mantenido hasta el momento en reconocimiento a esa actividad y si se pierde, se produce también otro de los tantos atentados contra el Patrimonio departamental y en este caso ciudadano, el que tan alegremente se va modificando por quienes desconocen nuestra historia
Creo que el monumento a la bandera ya nos dice como viene la cosa. No es algo muy nuevo esto del patriotismo. Falta la marcha militar y listo. Y eso que estamos en el 2020,jaja