31 de January del 2017 a las 09:15 -
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Al informante lo confunden los homónimos
Cuando los uruguayos éramos clase A.B. o C. (parte 2): muchos “Lalo” Fernández y otras confusiones en la que incurrieron los informantes policiales y militares.

(por Aldo Roque Difilippo) En la primera nota, publicada días atrás, dábamos cuenta de cómo operaba la inteligencia militar para realizar el seguimiento de los ciudadanos durante la dictadura.  Una práctica perversa que entre otras cosas buscaba infundir temor en la población ya que casi todos sabían o intuían que estaban siendo vigilados. Que aquel personaje que parecía levantar quiniela en una esquina, en realidad anotaba en una libretita quiénes entraban o salían de tal o cual casa. Que aquel otro que parecía esperar a alguien quedaba en evidencia por su cabello extremadamente corto, o las botas asomando por debajo del desgastado pantalón vaquero. Una práctica que se realizó no solamente durante toda la dictadura, sino hasta bien entrada la democracia como demostraremos en futuros informes.

Parecido no es lo  mismo

Tras la publicación de nuestra primera nota (ver agesor: http://agesor.com.uy/noticia.php?id=28188 ), comenzaron a surgir  algunas  anécdotas, que con la  distancia  de los años  resultan  jocosas,  pero que en  el contexto  que  ocurrieron,  para  los protagonistas no lo fueron.

Nos reservamos los nombres porque hay algunos involucrados que no hemos podido ubicar. Un hombre de iniciales M.M. realizó los trámites para ingresar a trabajar en Palmar, luego que se construyera la represa. Algo habitual, lo que no sabía  este  hombre es que  había  otro M.M. calificado como clase “C”, y por consiguiente su  petición  fue denegada. Quien recibió la solicitud laboral fue un conocido doloreño que después ocupó varios cargos políticos de importancia, incluso en Soriano.

La solicitud fue denegada y M.M. debió iniciar los trámites  para demostrar que él no  era aquel M.M., sino  su homónimo.  Como no sirvieron los trámites aquí en Soriano, debió viajar a Montevideo, y directamente al ESMACO (Estado Mayor Conjunto) para  demostrar, con partida de nacimiento, cédula y  otros documentos que él  no era  quien  estaba catalogado como  clase  “C”.

Una situación similar vivió una adolescente de aproximadamente 14 años quien fue citada y pasó largas horas en la Dirección de Investigaciones de la  Policía  de Soriano  demostrando que ella no  era  quien  había redactado un papel  que circuló en contra del gobierno. Eran los últimos años de la dictadura y las jóvenes tenían casi la misma edad, y casi el mismo nombre, salvo por un par de letras que las diferenciaba. Eso no importó y debió escribir papel tras papel diferentes textos para demostrar que su caligrafía no era la del texto hallado por el personal policial.

Muchos Fernández

Un hecho similar, y jocoso, mirándolo a la distancia surge del documento elevado a  la  Junta  de Comandantes  en  Jefe  del  Ejército,  firmado por  el Jefe  del  CEPRODA (Centro de  Procesamiento  de Datos), el mayor Pedro Barneix.

Dicho documento, fechado el 16 de abril de 1983, ante la profusión Eduardo Fernández, los confunde, pero por las dudas informa igual, quizá siguiendo aquel viejo dicho, lo que abunda no daña.

El informe es elaborado por Roberto Ré,y  refrendado por  el jefe del CEPRODA mayor Pedro Barniex,  expresando:

“Por la presente, cúmpleme informar a usted lo siguiente:

-Que el suscrito ha constatado que de un tiempo a la fecha, se encuentra relatando fútbol en las Emisoras del Servicio Oficial de Difusión Radioleléctrica (S.O.D.R.E.), el relator conocido por el público como “LALO” FERNÁNDEZ.

-Que  el  suscrito  estima  que dicho  relator  es la persona Eduardo Douglas  FERNANDEZ  FARIAS, quien  posee  profusos  antecedentes  en  este  departamento,  como  dirigente  de  A.E.B.U. y  como integrante  del proscripto  PARTIDO  SOCIALISTA,  a  quien   se le ortorgara  Categoría “C”  de C.H.C.P. en el año  1980  y quien  fuera  pasado a “Disponibilidad” por  parte del Bco. de la  República  Oriental del Uruguay, en aplicación  del  Acto  Inst. N° 7, con  fecha  30  de  octubre de  1980,  habiendo sido detenido en varias oportunidades para  ser  interrogado por las Fuerzas  de Seguridad.

-Que aunque la fecha de nacimiento que consta en la ficha de este Departamento,  podrían diferir  con la edad  que el  mencionado  relator  tiene  actualmente,  el suscrito cree que se  trata  de  la  misma persona.

Saluda a usted atentamente

S.O.M.

Roberto Ré”

 

Un párrafo más abajo Barneix anota al Jefe del Departamento 1 del Ejército:

“Por la presente, cúmpleme elevar a usted el informe precedente, que fuera elaborado por el S.O.M. Roberto Ré de esta Sección, a los efectos que estime pertinentes.

Saluda a usted atentamente

El Jefe del CE.PRO.DA

May. Pedro Barneix”

 

Como ya habrá advertido el lector ante la  profusión  de  Fernández  y de  “Lalos”  el celo del informante llevó  a  hacerlo caer  en el error, pero ante la  duda  igual  informó.

“Lalo” Fernández el bancario socialista nunca fue relator de fútbol, y “Lalo” Fernández el relator de fútbol, si bien fue bancario nunca fue socialista. Además de diferenciarlos el aspecto físico, la edad y el timbre de voz.

 

¿Con la guitarra qué vas  a hacer?

Eduardo “Lalo” Fernandez,  ex  dirigente  del gremio  bancario, e histórico  integrante del Partido Socialista en diálogo  con @gesor  recordó  que en  1980  fue  detenido por  las  Fuerzas Conjuntas pero “no fui procesado, y cuando  me liberaron  el Banco (República,  donde  trabajaba)  me  destituyó  por  el acto N°7”. Agregando otro elemento “cuando caigo en cana, en ese momento el que había empezado a aparecer era el guitarrista Eduardo Fernández. Y cuando estoy en cana uno de dice:

-¿Ché y ahora con la guitarra qué vas  a hacer?

-¿Qué  guitarra? 

-¿Pero vos no tocás la guitarra?

-Hermano, ustedes no saben ni a quien traen. Yo no toco la guitarra ni por casualidad”.

Agregando más adelante “volví a caer preso, de a un día o dos. En el ´80 me encajan lo político pero en el ´82, ´83 era por la reorganización sindical”.  Agregando otro elemento.  “Yo entro al banco en el año 1968, y me pongo a estudiar para dar el concurso. Un día había una movilización de estudiantes universitarios. Quemaron un auto y  qué se yo.  Voy cruzando calle 18 de julio (en Montevideo) y no estaba enterado de nada. Me llevan en cana, y me dicen:

-Usted estaba.

-No yo no tengo nada que ver ni estudio en la Universidad ni nada.

-Ah, es bancario, entonces al Cuartel.

Me llevan al Cuartel frente al Cementerio del Norte. Estuve una semana, más o menos. Estaba solo; y había un grupo, apartado que yo no sabía quiénes eran. Después me enteré que eran trokistas argentinos y uruguayos que los habían agarrado por Solymar.

Cuando caigo en el ´80  me dice un milico:

-Pero vos  tenés antecedentes.

Y me saca lo del ´68.

Fijate que en el ´68 me ponen, tripe P: preso, político, peligroso.

En el ´68 no estábamos en dictadura, y los tipos me caratularon y me vincularon al grupo de trokistas”.

 

…………….

(*) Nota

Foto  2: Eduardo “Lalo”  Fernández,  periodista  y  relator  deportivo. Uno de los más destacados del país tras cinco décadas de carrera en radios, diarios y canales de televisión,  fallecido  en  2011.

Foto 3:  Eduardo “Lalo” Fernández  Farías  (nacido en  1950). En   1968  ingresó  a  trabajar al Banco República, integrando  la Asociación de Bancarios del Uruguay(AEBU),  sindicato que  presidió  por mucho tiempo. Desde  1972 integra  el  Partido Socialista del Uruguay.

Foto 4:  Eduardo Fernández (nacido en  1952), guitarrista de  larga  trayectoria  nacional  e  internacional.

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