(por Aldo Roque Difilippo) En la primera nota, publicada días atrás, dábamos cuenta de cómo operaba la inteligencia militar para realizar el seguimiento de los ciudadanos durante la dictadura. Una práctica perversa que entre otras cosas buscaba infundir temor en la población ya que casi todos sabían o intuían que estaban siendo vigilados. Que aquel personaje que parecía levantar quiniela en una esquina, en realidad anotaba en una libretita quiénes entraban o salían de tal o cual casa. Que aquel otro que parecía esperar a alguien quedaba en evidencia por su cabello extremadamente corto, o las botas asomando por debajo del desgastado pantalón vaquero. Una práctica que se realizó no solamente durante toda la dictadura, sino hasta bien entrada la democracia como demostraremos en futuros informes.
Parecido no es lo mismo
Tras la publicación de nuestra primera nota (ver agesor: http://agesor.com.uy/noticia.php?id=28188 ), comenzaron a surgir algunas anécdotas, que con la distancia de los años resultan jocosas, pero que en el contexto que ocurrieron, para los protagonistas no lo fueron.
Nos reservamos los nombres porque hay algunos involucrados que no hemos podido ubicar. Un hombre de iniciales M.M. realizó los trámites para ingresar a trabajar en Palmar, luego que se construyera la represa. Algo habitual, lo que no sabía este hombre es que había otro M.M. calificado como clase “C”, y por consiguiente su petición fue denegada. Quien recibió la solicitud laboral fue un conocido doloreño que después ocupó varios cargos políticos de importancia, incluso en Soriano.
La solicitud fue denegada y M.M. debió iniciar los trámites para demostrar que él no era aquel M.M., sino su homónimo. Como no sirvieron los trámites aquí en Soriano, debió viajar a Montevideo, y directamente al ESMACO (Estado Mayor Conjunto) para demostrar, con partida de nacimiento, cédula y otros documentos que él no era quien estaba catalogado como clase “C”.
Una situación similar vivió una adolescente de aproximadamente 14 años quien fue citada y pasó largas horas en la Dirección de Investigaciones de la Policía de Soriano demostrando que ella no era quien había redactado un papel que circuló en contra del gobierno. Eran los últimos años de la dictadura y las jóvenes tenían casi la misma edad, y casi el mismo nombre, salvo por un par de letras que las diferenciaba. Eso no importó y debió escribir papel tras papel diferentes textos para demostrar que su caligrafía no era la del texto hallado por el personal policial.
Muchos Fernández
Un hecho similar, y jocoso, mirándolo a la distancia surge del documento elevado a la Junta de Comandantes en Jefe del Ejército, firmado por el Jefe del CEPRODA (Centro de Procesamiento de Datos), el mayor Pedro Barneix.
Dicho documento, fechado el 16 de abril de 1983, ante la profusión Eduardo Fernández, los confunde, pero por las dudas informa igual, quizá siguiendo aquel viejo dicho, lo que abunda no daña.
El informe es elaborado por Roberto Ré,y refrendado por el jefe del CEPRODA mayor Pedro Barniex, expresando:
“Por la presente, cúmpleme informar a usted lo siguiente:
-Que el suscrito ha constatado que de un tiempo a la fecha, se encuentra relatando fútbol en las Emisoras del Servicio Oficial de Difusión Radioleléctrica (S.O.D.R.E.), el relator conocido por el público como “LALO” FERNÁNDEZ.
-Que el suscrito estima que dicho relator es la persona Eduardo Douglas FERNANDEZ FARIAS, quien posee profusos antecedentes en este departamento, como dirigente de A.E.B.U. y como integrante del proscripto PARTIDO SOCIALISTA, a quien se le ortorgara Categoría “C” de C.H.C.P. en el año 1980 y quien fuera pasado a “Disponibilidad” por parte del Bco. de la República Oriental del Uruguay, en aplicación del Acto Inst. N° 7, con fecha 30 de octubre de 1980, habiendo sido detenido en varias oportunidades para ser interrogado por las Fuerzas de Seguridad.
-Que aunque la fecha de nacimiento que consta en la ficha de este Departamento, podrían diferir con la edad que el mencionado relator tiene actualmente, el suscrito cree que se trata de la misma persona.
Saluda a usted atentamente
S.O.M.
Roberto Ré”
Un párrafo más abajo Barneix anota al Jefe del Departamento 1 del Ejército:
“Por la presente, cúmpleme elevar a usted el informe precedente, que fuera elaborado por el S.O.M. Roberto Ré de esta Sección, a los efectos que estime pertinentes.
Saluda a usted atentamente
El Jefe del CE.PRO.DA
May. Pedro Barneix”
Como ya habrá advertido el lector ante la profusión de Fernández y de “Lalos” el celo del informante llevó a hacerlo caer en el error, pero ante la duda igual informó.
“Lalo” Fernández el bancario socialista nunca fue relator de fútbol, y “Lalo” Fernández el relator de fútbol, si bien fue bancario nunca fue socialista. Además de diferenciarlos el aspecto físico, la edad y el timbre de voz.
¿Con la guitarra qué vas a hacer?
Eduardo “Lalo” Fernandez, ex dirigente del gremio bancario, e histórico integrante del Partido Socialista en diálogo con @gesor recordó que en 1980 fue detenido por las Fuerzas Conjuntas pero “no fui procesado, y cuando me liberaron el Banco (República, donde trabajaba) me destituyó por el acto N°7”. Agregando otro elemento “cuando caigo en cana, en ese momento el que había empezado a aparecer era el guitarrista Eduardo Fernández. Y cuando estoy en cana uno de dice:
-¿Ché y ahora con la guitarra qué vas a hacer?
-¿Qué guitarra?
-¿Pero vos no tocás la guitarra?
-Hermano, ustedes no saben ni a quien traen. Yo no toco la guitarra ni por casualidad”.
Agregando más adelante “volví a caer preso, de a un día o dos. En el ´80 me encajan lo político pero en el ´82, ´83 era por la reorganización sindical”. Agregando otro elemento. “Yo entro al banco en el año 1968, y me pongo a estudiar para dar el concurso. Un día había una movilización de estudiantes universitarios. Quemaron un auto y qué se yo. Voy cruzando calle 18 de julio (en Montevideo) y no estaba enterado de nada. Me llevan en cana, y me dicen:
-Usted estaba.
-No yo no tengo nada que ver ni estudio en la Universidad ni nada.
-Ah, es bancario, entonces al Cuartel.
Me llevan al Cuartel frente al Cementerio del Norte. Estuve una semana, más o menos. Estaba solo; y había un grupo, apartado que yo no sabía quiénes eran. Después me enteré que eran trokistas argentinos y uruguayos que los habían agarrado por Solymar.
Cuando caigo en el ´80 me dice un milico:
-Pero vos tenés antecedentes.
Y me saca lo del ´68.
Fijate que en el ´68 me ponen, tripe P: preso, político, peligroso.
En el ´68 no estábamos en dictadura, y los tipos me caratularon y me vincularon al grupo de trokistas”.
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(*) Nota
Foto 2: Eduardo “Lalo” Fernández, periodista y relator deportivo. Uno de los más destacados del país tras cinco décadas de carrera en radios, diarios y canales de televisión, fallecido en 2011.
Foto 3: Eduardo “Lalo” Fernández Farías (nacido en 1950). En 1968 ingresó a trabajar al Banco República, integrando la Asociación de Bancarios del Uruguay(AEBU), sindicato que presidió por mucho tiempo. Desde 1972 integra el Partido Socialista del Uruguay.
Foto 4: Eduardo Fernández (nacido en 1952), guitarrista de larga trayectoria nacional e internacional.