Son muchas las personas que se preocupan por el maltrato animal, otras tantas más tienen un animal como compañía diaria; en la crianza de los niños se aconseja la interacción con algún animal doméstico como parte del desarrollo de experiencias que les servirá en la vida, y existen animales amaestrados para prestar ayuda en la solución de diversos problemas, entre los ellos la función de "lazarillo" en el acompañamiento a las personas no videntes. Podríamos seguir enumerando situaciones y acciones que ennoblecen a los animales, algo que no siempre se corresponde con las actitudes de los seres humanos. Lo importante que queremos compartir es el avance en materia de trato a los animales sabiendo que muchas personas coincidirán.
Estamos convencidos que cuando avanzamos en diversas materias también es menester avanzar en sensibilidad y en humanidad. Por ello, la ley de Tendencia responsable de animales, que recientemente reglamentó el Poder Ejecutivo, es un signo de crecimiento. Se crece en ciudadanía, en convivencia, en democracia. Por ello, cuando oímos decir: “con los problemas que hay, dedicar tiempo a esto es perderlo…”, sentimos la necesidad de compartir estas reflexiones.
En primer lugar debo decir que pensar con sensibilidad hacia un animal nos engrandece, nos hace más humanos, agradecidos y más cercanos a la naturaleza ayudándonos a convivir con ella. Maltratar a un animal, abandonarlo nos habla de una sociedad que no está sana, una sociedad indiferente al maltrato animal es una sociedad enferma e irresponsable. Una sociedad inmediatista que consume y deshecha…
Lo que pasa con los animales (el abandono, el olvidarlos y desatenderlos porque ya no “sirven”, el maltrato…) es, en definitiva, el espejo de lo que hacemos con nuestros ancianos o con los que no se pueden valerse por sí mismos.
En segundo lugar esta reglamentación aporta un alto grado de concientización en lo referido al quehacer ciudadano. Hoy en día, recorriendo las calles de las ciudades y pueblos pueden apreciarse la innumerable cantidad de perros y otros animales sueltos que pueden llegar a ocasionar lesiones fatales a las personas o dejarlas con secuelas, así como el daño a diversos bienes personales o públicos. Esto ya ha sucedido. ¿Es el animal el culpable de un siniestro de tránsito? ¿Es el animal el culpable de una mordedura? ¿Son los caballos sueltos que encontré en calle Fregeiro y Oribe de Mercedes, los responsables? Claramente no.
Esta reglamentación promulgada recientemente crea la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal y Comisiones departamentales (Gobierno Departamental, Jefatura de Policía, Comisión de Zoonosis del MSP y MGAP, entre otros) que tendrán las facultades para hacer cumplir la ley. Esto es divulgar, controlar, fiscalizar y sancionar.
Estaremos trabajando para que estas comisiones departamentales y nacionales sean realidad, y desde el parlamento trabajando apoyaremos para que se cuente con recursos y personal idóneo para hacer cumplir la ley. No sólo por el mero hecho de que hay que cumplir, sino porque en este caso cumplirla nos humaniza y nos hace mejores ciudadanos capaces de vivir responsablemente entre otros también responsables. Esto es avanzar hacia niveles superiores de democracia y de ciudadanía.
Maestro Enzo Malán Castro
(espacio contratado)