El tránsito y la seguridad vial constituyen una actividad de trascendencia e interés público, en tanto involucran valores como la vida y la seguridad personal, que como tales merecen la protección de la ley.

Cuando se aborda el tema tránsito muchas son las variantes que se deben tener en cuenta, algunas de estas variantes caen directamente en la responsabilidad de quienes conducen un vehículo o de los peatones, pero también  los gobiernos tanto nacional como departamental deben dar respuesta para solucionar diversos temas; y estas respuestas deben verse plasmadas a través de obras y medidas que apunten al ordenamiento del tránsito en lo que hace no sólo a una correcta circulación sino principalmente a la seguridad en nuestras calles y paseos.

Nuestro país cuenta con un importante instrumento que es la Ley Nacional de Seguridad Vial.

Si realmente tomamos conciencia que cada uno de los elementos que están allí expuestos en esa norma, si se controla, si se sanciona pero también se educa, seguramente se podrán revertir los datos que aún continúan siendo muy alarmantes en lo que se refiere  a siniestros  relacionados con el tránsito.

Con esa preocupación y considerando el tema de la seguridad vial como prioritario para la comunidad, es que conjuntamente con el compañero edil Enzo Malán nos entrevistamos, días pasados con el Director de Tránsito de Soriano, el Sr. Carlos Rodríguez, con quien dialogamos por espacio de dos horas, acerca de la compleja situación por la que atraviesa el tránsito en nuestro departamento.

Bicicletas circulando sin luz y a contra mano, conductores incumpliendo la normativa vial, animales sueltos en la vía pública, prácticas irracionales mediante la modalidad de picadas, son algunos de los factores que obstaculizan el orden y la seguridad del tránsito en ciudades  y pueblos.

Muchos de los aspectos a los que vamos a hacer referencia , no son novedad, ya que han sido planteados por varios ediles . Teniendo en cuenta  esos planteos, considerando los reclamos de los vecinos del departamento y en base a la información y sugerencias   aportadas  en la entrevista, hemos intentado  sintetizar  todos estos datos  en un proyecto cuyo objetivo es contribuir a mejorar  la circulación y la seguridad vial.

   A pesar de los esfuerzos de la Dirección de Tránsito, de las campañas de prevención y concientización,  a pesar de la Ley de seguridad vial que rige para todo el territorio nacional, de decretos y ordenanzas municipales y de la recientemente aprobada Ley de Faltas, el tránsito en el departamento  continúa desordenado, con  situaciones complejas e irregularidades, con resultados que no conforman demasiado.

En lo que hace a la fiscalización y control partimos de la base de que se debe de disponer de suficientes recursos humanos como para destinar al control en la vía pública. Y en este sentido hay carencias ya que sólo se cuenta con 15 inspectores para  atender todo el departamento.

De esta manera ,  resulta difícil controlar todas las zonas de las ciudades y como consecuencia  siempre hay posibilidades de eludir los controles, desconocer las disposiciones de tránsito, que desconociendo muchas veces las indicaciones de los inspectores , a pesar de que se está haciendo un gran esfuerzo en controlar la documentación de conductores y vehículos, velocidad, exámenes de espirometría, etc,. Y en este tema  de control de alcoholemia, si bien se cuenta con espirómetros para  el control de alcohol en sangre, no se cuenta con espirómetros para medir otras sustancias que también producen trastornos a la hora de conducir.

Capítulo aparte merece la situación de las localidades del interior, donde no se cuenta con inspectores y a donde se concurre esporádicamente. Por esos lares, la obligatoriedad del uso del casco se cumple poco y nada; los excesos de velocidad son frecuentes y es común observar menores conduciendo vehículos no autorizados, a velocidades excesivas, cargando más de dos personas en motos.

Nos encontramos con frecuencia con conductores que agregan, con sus infracciones, más problemas a una situación en la que las autoridades municipales aparecen como desbordadas por este fenómeno del crecimiento del parque automotor con el que no condicen los controles llevados a cabo. A modo de ejemplo y de acuerdo a datos proporcionados por la Dirección de Tránsito entre agosto de 2013 y febrero de 2014 se han empadronado 1000 motos sólo  en la ciudad de Mercedes, aproximadamente 100 empadronamientos por mes, promedialmente 1200 al año.

Lamentablemente ocurren  situaciones de enfrentamiento, de agresión verbal y física entre conductores  y personal encargado de dirigir el tránsito. Se argumentan, con razón o sin ella, diferencias de criterio a la hora de observar y/o sancionar a conductores infractores; de evaluar de forma diferente infracciones de la misma índole, dejar pasar por alto incumplimiento de las disposiciones, sancionar de igual forma  infracciones que no son comparables, irregularidades cometidas por los propios inspectores de tránsito  tales como persecuciones a conductores, circular a velocidades no permitidas y no respetar el flechado de las calles.

Para contrarrestar y equiparar de alguna manera actitudes de uno y otro lado (conductores, inspectores), es necesario tener presente y exigir el cumplimiento,  en todos los casos de lo establecido en el art. 54 de la Ley 18.191 de tránsito y seguridad vial, que refiere a “un sistema común de valores (propuesta por UNASEV) de sanciones para las infracciones a las disposiciones referentes al tránsito, de aplicación en todo el territorio nacional por los órganos y autoridades competentes dentro del ámbito de sus respectivas jurisdicciones.

Consideramos, además indispensable,  además del perfil  para quien debe cumplir el rol de fiscalizar, la capacitación como exigencia para el ingreso a la función, de manera de instruirlos sobre el manejo de situaciones de violencia dado que se enfrentan a las mismas en forma casi permanente. Como en todas las actividades y particularmente las específicas, la capacitación es una herramienta fundamental para poder actuar con propiedad y eficiencia. Se evitaría aquello de que “si no funciona bien se lo deriva a otro cargo”, o “poner un funcionario a prueba”, porque además resulta importante y positivo fomentar y efectivizar la permanencia en la función.

Dadas las situaciones de violencia a las que con frecuencia están expuestos los  inspectores en su tarea de fiscalización, el  Director de tránsito ha manifestado la necesidad de solicitar la cooperación de la policía. Y en este sentido y en ocasión de la entrevista que mantuviera la Comisión de Derechos Humanos con el Director General de Secretaría del Ministerio del Interior, el DR. Charles Carrera y consultado al respecto, existe la posibilidad de contratar policías eventuales, mediante convenio entre la Intendencia y Ministerio del Interior.

No se trata de proponer que los inspectores de tránsito cumplan funciones acompañados por policías en todas las ocasiones, en forma permanente, pero sí  requerir su apoyo en algunas circunstancias y eventos, en  zonas determinadas  y horarios puntuales.

También  la Ley 19.120 sobre Faltas y Conservación de Espacios  Públicos, vigente desde agosto de 2013, constituye una importante herramienta de control, ya que en cuanto a conductas relativas al desempeño vial, prevé castigar con trabajos comunitarios a quienes participen en competencias vehiculares no autorizadas, a quienes conduzcan sin la autorización correspondiente, en estado de embriaguez, a velocidades que igualen o superen el doble de lo permitido o sin casco protector cuando fuere el caso.

La norma también prevé la incautación del vehículo por un plazo de 3 meses.

Otro elemento que dificulta, perturba y ocasiona riesgos, es la problemática de los animales sueltos en la vía pública. Un tema largamente planteado en torno al cual la mayoría de los ediles hemos reclamado soluciones, a nivel nacional y departamental, debido a los frecuentes accidentes, daños y perjuicios ocasionados pero que aún no se ha encontrado respuesta.

Existe una Ley, la N° 18.471 sobre “Tenencia responsable de animales” que es inaplicable por falta de reglamentación, y a nivel departamental también existe una ordenanza que tampoco se cumple. Es más, el 31 de agosto de 2012 el Intendente de Soriano  difundió un comunicado bajo el título: “La Intendencia procederá al retiro de todo animal que se encuentre suelto en la vía pública”: “La Intendencia de Soriano hace saber a los titulares de caballos del departamento que a partir del 31 de agosto se procederá por parte de la comuna al retiro de todo tipo de animal que se encuentre suelto en la vía pública. Los mismos serán retenidos y depositados en un lugar designado por la propia Intendencia.

El citado procedimiento se realiza a efectos de evitar siniestros de tránsito y proteger la plantación de árboles, tarea realizada recientemente por parte de la División Parques y Jardines en diferentes espacios públicos de la ciudad”.

Ha pasado  más de un año, evidentemente no se ha encontrado aún  el lugar donde depositar los animales que muy tranquilamente continúan paseando por las calles, ensuciando el ambiente, destrozando el ornato público, obstaculizando  el tránsito y poniendo en riesgo a la población de sufrir accidentes.

Sin ir más lejos, el otro día, veíamos  por calle Oribe a la altura de Fregeiro, 6 o 7 caballos por el medio de la calle, y prácticamente todos los días, escuchamos en los diversos medios de comunicación, a la gente denunciando que en tal o cual zona de la ciudad, la presencia de animales en la vía pública.

Con respecto a esta situación, señora presidenta, en sesión del  14 de octubre del año pasado, le solicité evaluar  la posibilidad de convocar en este ámbito a referentes de organizaciones sociales e instituciones que tengan competencia en el tema para intercambiar opiniones y conjugar esfuerzos en la búsqueda de soluciones a esta problemática. Planteo que  quiero reiterar hoy, dado el tiempo transcurrido.

Debiera ser suficiente conocer las leyes, ordenanzas y decretos para cumplirlos, pero sabemos que no es así, lamentablemente somos, en general, una sociedad  con una cultura de no cumplir con la ley, de manera que las campañas  de educación y  concientización deben  ir de la mano de los controles que debe llevar  adelante la Dirección de tránsito donde se hace hincapié en la alcoholemia, el uso del casco, en los ruidos molestos y la velocidad que son los temas  que más denuncia la comunidad.

Solicito que mis palabras, integradas al Proyecto  presentado, se remitan a la o las comisiones que considere pertinente, para  su estudio.