En el recorrido realizado en el interior de la Cárcel acompañando la delegación encabezada por la Comisión de DDHH de Diputados, los reclamos de los presos pasaron por las condiciones de hacinamiento en que viven. Donde por pieza duermen en promedio 12 personas. Muchas de las cuales deben tirar los colchones directamente en el piso. Eso llevó a que en los últimos días ante las intensas lluvias y continuas jornadas con humedad, literalmente durmieran sobre los colchones y frazadas mojados. A esto se le suma el desborde de las cloacas, lo que inunda el ambiente en olor hediondo y rancio, además del consabido riesgo de contraer enfermedades por la situación sanitaria.
Estirado con agua
Los reclusos plantearon además las carencias en la atención de la salud. Si bien pueden ser atendidos en el Hospital Mercedes, y el enfermero va diariamente a la Cárcel, no atiende a los reclusos sino que se limita a dejar en la oficina de guardia los medicamentos que se necesiten sin saber si le son suministrados a la persona que los necesita. “Yo hace dos años que estoy acá y no me ha visto un médico” comentó uno de los reclusos a Esteban Pérez, Presidente de la Comisión de DDHH.
Pero a todo eso se le suman las carencias en la elementos para confeccionar el menú diario que, como consta en el informe presentado por el Jefe de Policía, se reduce a “almuerzo y cena, el cual consiste en guiso y dos panes por encausado”. Guiso que ante el aumento de la población carcelaria comenzó a ser “estirado” con agua, como lo muestra la fotografía del momento en el diputado Esteban Pérez probó de la comida que diariamente reciben los presos.
Otro de los reclamos repetidos en todos los pabellones que recorrimos fue la necesidad de salidas transitorias para trabajar. “Acá las salidas son para algunos” nos comentó uno de los reclusos. Al tiempo que otro planteó este tema a uno de los representantes del Patronato de Encausados, indicando que aunque tiene buena conducta y lo ha solicitado, las autoridades policiales no le permiten salir a trabajar.
La nota dominante en cada una de las celdas parecía ser las pésimas condiciones sanitarias, el hacinamiento y el ocio.