Carlos Páez Vilaró, pintor, ceramista, escultor, muralista, escritor, compositor y constructor uruguayo, falleció en la madrugada de este 24 de febrero de un infarto a los 90 años de edad.
En la noche de este lunes fue homenajeado por la Comisión Organizadora del Carnaval de Soriano 2014, en el estadio Luis Koster en ocasión de realizarse la premiación de los ganadores del reciente Concurso de Agrupaciones.
“Los hombres no lloran, es una mentira muy grande porque hoy todo el pueblo lo llora y yo también lloré” dijo Julio Julián que como presidente del jurado y “viejo carnavalero” reflexionó brevemente homenajeando al artista bajo los sonidos de la Comparsa de Axe Elewa, que en representación de ALUDI, formó parte del merecido homenaje.
En tanto la Profesora Lourdes Cerchi Directora de Cultura, en representación del Gobierno Departamental dijo que este “no podía estar ajena a esta lamentable pérdida para la comunidad”.
Páez Vilaró había nacido en Montevideo el 1° de noviembre de 1923 y vivió su juventud en Buenos Aires, fue, sin duda, uno de los principales protagonistas de la jornada carnavalesca al participar con la comparsa de candombe Yambo Kenia, tras varios años de no intervenir por problemas de salud. Con nueve décadas a sus espaldas, el artista se vistió y disfrutó de la fiesta como el resto de sus compañeros, mucho más jóvenes, de la misma manera en que lo había hecho durante 70 años. La causa de la negritud lo atrapó para siempre y fue el gran motivo de su obra plástica.
Dejó su marca registrada en Punta Ballena con su Casapueblo y también en Tigre, donde tenía desde hace 30 años su casa-taller argentina, Bengala.
En la década del 40, tras su estadía en Buenos Aires, volvió a instalarse en Uruguay para centrar su obra en temas del carnaval y el candombe, orientación que lo vinculó a la comunidad afrouruguaya -y, en especial, al conventillo "Mediomundo" de la capital del país- y que lo convirtió en una de las figuras más representativas del carnaval uruguayo, donde participaba en desfiles de las tradicionales "Llamadas".
La búsqueda de su hijo
Páez Vilaró estaba casado con Annette Deussen y era padre de seis hijos, tres argentinos y tres uruguayos. Uno de ellos, Carlos, fue uno de los rugbiers uruguayos que tuvo un accidente de avión en la cordillera de los Andes en el año 1972, cuando el avión que los trasladaba a Chile se estrelló en plena montaña.
El artista viajó a Chile y encabezó una emotiva operación de rescate hasta finalmente encontrarlo vivo. Páez Vilaró relató esta situación en su libro Entre mi hijo y yo, la Luna.
"Me instalé en Chile los tres meses y veía a Carlitos vivo en todos lados. Le gritaba, corría a abrazarlo y no era él.
Sus restos son velados, en la sala Mario Benedetti de Agadu (Canelones 1130) en Montevideo. Mañana se realizará un cortejo y entre las 9:00 y las 11:00 horas será velado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, cuando saldrá el cortejo hacia el Cementerio del Norte. Los restos del artista serán enterrados en el panteón de la gremial de autores sobre las 12:00.