04 de February del 2014 a las 14:13 -
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¿Perimetral o callecita?
“Deben ser los 2 quilómetros ruteros más funestos y mortales del Uruguay”.

Una dura crítica al trazado de la perimentral de Dolores realizó el Roberto Sari Torres. El Concejal suplente por el Frente Amplio (Partido Comunista) en el Municipio de Dolores  criticó  el diseño de la  perimetral “Juan Manuel Blanes”, opinando que  “aún el más chambón se daría cuenta que esta angosta callecita no iba a servir para evacuar la densidad del tránsito pesado”.  En una carta enviada a @agesor  Roberto Sari Torres critica  públicamente esta obra, diseñada, según él “por el añejo centralismo que arrogantemente cree que las sabe todas”. 

A continuación compartimos dicha carta:

 

Cintas negras

 

El Ministro de Transpote y Obras Públicas  y el Intendente de Soriano cortaron la cinta para dejar inaugurada la  perimetral de tránsito pesado “Juan Manuel Blanes”, callecita asfaltada de 7 metros de ancho, sin veredas ni alumbrado y con  cunetas en ambas orillas, tendida entre la Escuela N° 64 y los barrios Calvo y Altos de Dolores, el barrio  Sur, la Escuela N° 112, y los barrios Santa Marta, La Teja, Tomás Gómez, El Mástil, Escuela N° 15  y el ejido de chacras con límite en la ruta 96.

Dolores es el centro cerealero y granelero  del Uruguay y por la ciudad cruzan, llega y salen de 1.500 a 2.000  vehículos chicos y camiones por día en tiempos de zafra, incluido los camiones madereros.

Siempre me expresé en contrario al actual trazado por entre los barrios mencionados, presintiendo el peligro, pero proponiendo alternativas de trazado por calles rurales del Este doloreño: una doble vía segura para todos, o flechado de dos de ellas –la del Este de la Escuela Nº 64 y la del “mástil”; o ésta y la del Paso de la Arena, Camino del Medio.

A mi se me puede desmentir todo lo que quiera per si no se me puede contradecir el luctuoso resultado hasta hoy, de la decisión política – técnica de hace  12 o  13  años   que deja a descubierto cuánto de trágico oculta lo decidido  “de nunca” a la realidad; que invalida todo lo mejor y buenos propósitos, además de referencias  a críticas que a la perimetral se le había hecho o se le harían en el futuro.

El día que el proyecto se presentó en audiencia pública, en Casa de la Cultura, lamentablemente no pude concurrir, aunque gentilmente me hicieron llegar el ipreso del proyecto vial. Este tiene un error de referencia que evidencia que su trazado fue hecho con una llamativa ignorancia del conurbano  donloreño, porque sino no hubiesen balizado el parque de  perforaciones de OSE en un lugar donde jamás estuvo: en la esquina donde comienza el Camino al Rincón de Ruiz, o sea que desde una  desconocida oficina montevideana se proyectó esta ruta de la muerte para aquellos compatriotas que les tocó la mala suerte de circular por la ahora luctuosa y fatal “Juan Manuel Blanes”; una característica real pero inmerecida a la histórica altura del patrimonio cultural de la República que en su nombre representa.

¡Van cinco muertos por accidentes  con varios heridos, desde “la Rural” a “la Barra”!, 2 quilómetros aproximadamente. Los accidentes mortales fueron: tres, a resultas de choque entre motos y camionetas y dos por choques de camiones con motos. Tres de los fallecidos vivían  en el Barrio Calvo y dos  en el Barrio Sur. La primera víctima y la última –del 30/12/2013- eran jóvenes vecinos del Barrio Calvo.

Aquella cinta que el Ministro de Transporte y  Obras Públicas y el Intendente de Soriano cortaron al inaugurar este tramo de la perimetral Blanes, se ha convertido en cinco cintas negras, de luto; crespones que ahora denuncian el dolor de sus tragedias con las pérdidas de vidas de seres queridos, amigos o vecinos de la ciudad sansalvadoreña y de otro lugar.

Si en el año y medio, y en un segmento sólo de  2 quilómetros de tramo de 4 quilómetros de perimentral entre Este-Sudeste, se cuentan ya 4 accidentes de tránsito fatales con 5 fallecidos, np hay dudas en tener que admitir, tristemente, que en proporción, deben ser los 2 quilómetros  ruteros más funestos y mortales del Uruguay. Por tal causa y efecto esta calle es más  una pesadilla que una ruta segura, sin control permanente, sin protección, sin veredas ni iluminación, etc.

Los sucesos del trecho lo han hecho una cinta negra de miedo, de  7 metros de ancho, o poco más. Una cinta dramáticamente tramposa que acecha, macabra y oscura, a sus víctimas; como el pasillo traicionero para con la vida de quien por ella ande o la cruce. Hay que cambiar esta ruta, culpable de tanta tragedia, por otra de doble trocha,  mil o dos mil metros, al Este de la actual.  Los cinco muertos sobre el caliente asfalto de la “Juan Manuel Blanes” y los heridos son consecuencia del lugar por donde se construyó, cortando barrios y por utilizar sus angostas calles existentes para darle un pasaje bien por dia en tiempos de zafra; autos, motos, camionetas y camiones con 30 mil quilos  de carga y 20 metros de largo cada uno.

Aún el más chambón se daría cuenta que esta angosta callecita no iba a servir para evacuar la densidad del tránsito pesado (más de  mil camiones).  

Si la perimetral se hubiese hecho  por donde el realismo y la lógica indicaban que debía hacerse… ¡Cuántas muertes y dolor se habría evitado si, desde  pique nomás, se hubiera trazado bien el proyecto director! ¿Qué ensayo prospectivista o de ingeniería vial intervino en esta infeliz “Juan M.Blanes”?  Evidentemente no hubo  sentido común, oviedad ni cientificidad alguna detrás de esta circunvalación, llena de trampas para morir sobre su angosta trocha. ¿Entonces qué la puso aquí? Fue la combinación fatal de la falta de  conocimiento o mala lectura de la realidad, deficiente asesoramiento o falta de  iniciativa, por  un lado, y por el otro el tradicional ejercicio impuesto por el añejo centralismo que arrogantemente cree que las sabe todas. Es evidente que la puesta en escena de la audiencia pública fue de una gran pobreza técnica, de imaginario y de  prospectiva en varios temas que son intrínsecos a este tipo de vialidad colectora, para descongestionar la intensidad  y volumen del tránsito de todo tipo. Ahí faltó todo esto, pero sobre todo faltó sentido común y modestia intelectual como para admitir que no lo sabían todo, ni siquiera un poquito más que la media común a todos nosotros, como es (o debería ser) obligación de cualquier gobernante, tener conocimientos, adquirirlos y además de un calificado asesoramiento: experiencia.

Asumo que estas muertes en el asfalto de la perimetral son el desgraciado resultado de una añeja burocracia y soberbia centralista que nos agobia como país y como interior del interior del mismo.

¡Cuídense doloreños al cruzar la lateral “Juan M.Blanes”! ¡Háganlo para  así dejar de contar cintas negras! Por lo menos hasta el día  que se construya una perimetral doble vía y dos o tres carriles en cada mano, trazada a mil o dos mil metros al Este de la actual, construida en un mal lugar, insensatamente estrecha como ya  tan luctuosa ha sido en sólo año y medio.

 

 

Roberto Sari Torres

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