Luisa Cuesta, la histórica militante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, ingresó este jueves al predio del Servicio de Material y Armamento (SMA), donde funcionara el “300 Carlos”. La Justicia realizó una inspección ocular del predio y no se descarta que se ordene el inicio de excavaciones en busca de restos de detenidos desaparecidos.
El juez Penal de 1º Turno, Juan Carlos Fernández Lecchini, y la fiscal Adriana Costa lideraron este jueves una inspección ocular en el predio del Servicio de Material y Armamento (SMA) del Ejército, donde en tiempos de la dictadura operó el centro clandestino de detención “300 Carlos” o “Infierno Grande”, como parte de la indagatoria penal por la desaparición de Nebio Melo Cuesta.
El magistrado y la fiscal Costa ingresaron al predio acompañados por integrantes del Grupo de Investigación en Arqueología Forense (GIAF) y personal de Policía Técnica. Además, ingresó al predio la madre de Nebio y denunciante en la causa, la histórica dirigente de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Luisa Cuesta.
La denuncia penal por la desaparición de Melo fue presentada por su madre en diciembre de 2012. Cuesta concurrió al Juzgado junto a los abogados José Luis González y Cecilia Blanco y presentó ante la Sede nueva información sobre el secuestro en Argentina, el 8 de febrero de 1976, de su hijo. El joven habría sido trasladado en forma clandestina al Uruguay en el marco del Plan Cóndor.
La medida se dispuso, en base a una investigación realizada por el GIAF. El equipo de antropólogos recibió, por diversas fuentes, información sobre presuntos enterramientos clandestinos en el predio. Durante la inspección ocular se procedió al señalamiento de posibles zonas de enterramiento, en especial una zona de pastizales donde hace 30 años existía una cancha de fútbol, según informó el abogado González, en diálogo con Caras y Caretas Portal.
González explicó que el GIAF ingresó oportunamente al predio en el marco de la investigación por el secuestro y desaparición de Maria Claudia García, pero no se llegó a adoptar ninguna medida. En virtud de la información aportada, el juez Fernández Lecchini envió el expediente a la Fiscalía para escuchar su posición y no se descarta que se puedan iniciar excavaciones en el predio, dijo González.
El “300 Carlos” fue un centro clandestino de detención creado por la OCOA, con el conocimiento del Servicio de Información y Defensa (SID), según diversas investigaciones periodísticas sobre la represión en dictadura. Entre 1975 y 1977, este centro funcionó en el SMA, un predio lindero al Batallón de Infanteria Nº 13.
En este sentido, González afirmó que el ingreso al “300 Carlos”, pero en particular, la posibilidad de iniciar excavaciones en busca de restos supone “un hecho histórico y significativo”. El abogado explicó que desde la reapertura democrática, hace 28 años, existen “muchos testimonios” que identifican al “300 Carlos” como un centro de tortura de la dictadura uruguaya y señalan la posible existencia de enterramientos clandestinos en el predio.
(*) Nota extraída de www.carasycaretas.com.uy
Las fotos que acompañan a esta nota corresponden al año 2012, en oportunidad de una recorrida realizada por la Jueza Mariana Mota por el “300 Carlos” acompañada de un grupo de ex presos políticos.