Una serie de datos e informaciones surgidos en ámbitos judiciales y políticos en las últimas semanas generan una calma expectativa sobre la posibilidad de que surjan importantes novedades en el marco de las investigaciones sobre el pasado reciente y el destino final de los uruguayos desaparecidos en el marco del terrorismo de Estado, según se indicó a @gesor.

Este martes se inició el proceso testimonial sobre la causa de desaparición de Winston Mazzuchi, secuestrado en Argentina el 8 de febrero de 1976, junto a su compañero de dirección del Partido Comunista Revolucionario (PCR), el también mercedario Nebio Melo, hijo de Luis Cuesta, una de las referentes de la organización de Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.

Ante el Juez penal de 2º turno, Pedro Salazar, declararon la esposa de Mazzuchi, Mabel Zabalza, y el periodista Roger Rodríguez, investigador sobre casos de violaciones a los derechos humanos en los años de la dictadura, quien aportó un amplio contexto de los traslados de presos desde el exterior desde antes de la dictadura en una coordinación de los aparatos represivos de la región. 

Zabalza narró que estaba presa cuando Winston fue secuestrado en Argentina, pero que días después la sacaron del cuartel en que se encontraba y la llevaron a Rocha, donde encapuchada la ataron a las espaldas de otro humano que parecía estar muerto y le dijeron que así iba a morir junto a su esposo. Luego la desataron y la devolvieron a su prisión sin poder confirmar jamás de quien se trataba.

En la causa Mazzuchi, que había sido presentada en 2011 por la abogada Pilar Elhordoy quien por razones de salud cedió el caso a su colega Federico Álvarez Petraglia, el juez Salazar solicito una amplia prueba a distintas dependencias del Estado, que lentamente le fueron respondiendo. En particular el Juez obtuvo significativa documentación desclasificada de los aparatos represivos.

En otro Juzgado penal, se indaga el caso conexo de desaparición de Nebio Melo, quien también fue secuestrado en el bar “Tala” de Buenos Aires y pudo ser llevado con Mazzuchi a Campo de Mayo, antes de ser trasladado a Uruguay donde -según testigos-, ambos pudieron pasar por la casona de Punta Gorda (300-R) antes de ser asesinados y enterrados en alguna unidad militar.

Varias causas judiciales también comenzaron a recibir testimonios -en algunos casos de militares- para esclarecer episodios de asesinatos y desapariciones de antes y durante la dictadura militar. En algunos de esos casos, los abogados denunciantes confirmaron a @gesor que se han logrado avances importantes que pueden determinan pronunciamientos de los jueces antes de la feria judicial.

(*) Foto de archivo: 8  de junio de 2012, sepelio de  Ricardo Blanco  en el Cementerio de Mercedes.