
Hoy quiero referirme a un proyecto de ley recientemente sancionado por el Senado y a estudio de Diputados para su sanción final, que considero trascendental para Soriano y para el futuro de la función pública departamental.
El proyecto establece que el 96% de los ingresos a las intendencias deberán realizarse por concursos públicos y abiertos, y hasta un 4% podrá ser por mecanismos excepcionales, siendo cargos contratados, terminando cuando cambia el gobierno departamental. Hablamos de un cambio estructural: pasar del “contacto” o el famoso “Dedozzi” a la publicidad, transparencia e igualdad de oportunidades, ponderando capacidad técnica, méritos y antecedentes, e incluyendo las acciones afirmativas que la ley prevé.
Señor Presidente, esto ordena y dignifica el ingreso a la función pública. En Soriano no estamos acostumbrados a la igualdad de oportunidades, todas las veces el camino fue la campaña, el amiguismo y la designación directa. Este proyecto cambia las reglas de juego en favor de la gente común que se prepara, estudia y quiere competir en igualdad.
Hablemos en números Sr. Presidente.
- La Intendencia tiene 1.987 funcionarios.
Si restamos 67 cargos de confianza y 7 cargos electivos (Intendente y Alcaldes), quedan 1.913 funcionarios de carrera.
Con la nueva regla, alrededor de 1.837 hubieran ingresado por concurso, y unos 76 por vía directa. - Solo en los últimos 15 años, ingresaron 913 funcionarios nuevos.
Aplicando el 96/4, unos 876 debieron ingresar por concurso, y 37 por excepción.
Estos datos muestran cuánta gente quedó afuera del sistema sin la “igualdad de oportunidades” que consagra el proyecto. Y como siempre digo, la Intendencia no es una empresa ni una “fábrica de empleos”; pero cuando necesita ingresar personal, debe hacerlo bien: con concursos públicos, reglas claras y controles.
¿Hubiera sido ideal un 100% por concurso? Sí. Pero los grandes cambios se consolidan paso a paso. Este es un salto cualitativo: 96 de cada 100 ingresos por concurso obliga a profesionalizar procesos, desalienta el clientelismo y abre la puerta a jóvenes, mujeres y trabajadores con mérito que hoy no tienen a quién “llamar”.
Señor Presidente: esto no es un tema partidario; es un tema de calidad institucional. En un departamento con pocas palancas productivas, la confianza se construye con reglas justas. Cuando la ciudadanía ve concursos reales, ve Estado presente, previsible y serio.
Por todo ello, valoro la sanción en el Senado, aliento su aprobación en Diputados y comprometo mi trabajo para que, una vez vigente, se cumpla en Soriano. Que cada llamado sea público, competitivo y transparente. Que cada ingreso honre a quienes se esfuerzan y se preparan, y que nunca más el “Dedozzi” sea la puerta, sino el mérito y la capacidad.