Por medio de la presente, los vecinos de Camino Pense deseamos hacer llegar nuestro reclamo y solicitud de mejoras para nuestra zona. Nos encontramos ubicados específicamente en Camino Pense, a 500 metros de los paneles solares, dirección este, en el desvío hacia la izquierda.
Solicitamos:
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Instalación de alumbrado público:
En la esquina mencionada existe una notoria falta de iluminación, lo que genera inseguridad, dificulta el tránsito tanto peatonal como vehicular, y representa un riesgo para quienes circulan por la zona.
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Colocación de un contenedor de residuos:
Actualmente no contamos con un contenedor adecuado para el depósito de basura, lo que obliga a los vecinos a dejar los residuos en el suelo. Esta situación atrae a perros que rompen las bolsas, generando malos olores y afectando la salubridad y la imagen del barrio.
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Reparación y asfaltado del camino:
El deterioro de la calzada dificulta el acceso de vehículos y, especialmente en días de lluvia, imposibilita el tránsito peatonal debido al barro y la acumulación de agua. Esta situación afecta directamente nuestras actividades diarias, como ir al trabajo o llevar a nuestros hijos a la escuela. Por ello, solicitamos la pronta reparación del camino y la colocación de asfalto.
Agradecemos de antemano la atención prestada y esperamos una pronta respuesta que permita mejorar la calidad de vida de los vecinos y la seguridad vial y social de nuestra zona.
Atentamente,
Vecinos de Camino Pense
La importancia de mantener los caminos vecinales y servicios públicos como el alumbrado y la recolección de residuos
La infraestructura básica en zonas rurales y suburbanas no debe ser vista como un lujo, sino como una necesidad fundamental que garantiza derechos esenciales. El mantenimiento adecuado de los caminos vecinales, la instalación de alumbrado público y la disposición de contenedores para residuos son responsabilidades que competen directamente al gobierno departamental, especialmente cuando los vecinos contribuyen activamente al financiamiento del Estado mediante el pago de impuestos nacionales y departamentales.
Por el solo hecho de poseer un vehículo, los ciudadanos ya están pagando patente, lo que representa una contribución económica significativa. Sin embargo, muchas veces estos pagos no se ven reflejados en mejoras tangibles en sus entornos. Esta falta de reciprocidad por parte del Estado genera una sensación de abandono y vulnerabilidad.
Uno de los problemas más graves es la falta de asfaltado en los caminos vecinales, que en días de lluvia se transforman en verdaderos obstáculos para la circulación. El barro y la acumulación de agua hacen que sea prácticamente imposible transitar, tanto para vehículos como para peatones. Esta situación no solo limita la movilidad, sino que también vulnera derechos fundamentales. Por ejemplo, los niños y adolescentes se ven privados de asistir a la escuela, lo que afecta directamente su derecho a la educación, consagrado en la Constitución y en tratados internacionales ratificados por Uruguay.
Asimismo, los adultos responsables enfrentan dificultades para llegar a sus lugares de trabajo, lo que puede derivar en descuentos salariales o incluso pérdida de empleo.
La falta de alumbrado público incrementa los riesgos de accidentes y delitos, mientras que la ausencia de contenedores para residuos genera focos de insalubridad, contaminación y deterioro de la imagen urbana. Estos problemas no solo afectan la calidad de vida de los vecinos, sino que también comprometen la seguridad social y
ambiental de toda la comunidad.
Por todo lo expuesto, es urgente que el gobierno departamental atiendan estas demandas con la seriedad que merecen. No se trata sólo de obras públicas, sino de
garantizar condiciones dignas para el desarrollo cotidiano de las personas, respetando sus derechos y reconociendo su aporte como ciudadanos.
Por tal motivo solicito que mis palabras pasen a la comisión de obras y comisión de medio ambiente de esta corporación.