(Actualizado) La Policía viene investigando otro caso que no deja de llamar la atención por sus propias características. Se trata de otra vivienda incendiada donde actualmente vive la familia que hace unas semanas atrás sufriera el primer atentado en su finca de barrio Esperanza, en la zona sur de la ciudad de Mercedes. Al parecer los hechos estarían relacionados entre sí, ya que la familia damnificada habría recibido varias amenazas en los últimos días de parte de individuos que integran otras familias que están sindicadas como autoras de robos y distintos hechos delictivos. Los que hoy sufren este lamentable momento habían oficiado como testigos en otros casos policiales, dando fe de las acciones delictivas de sus propios vecinos, lo que llevó a que estos emprendieron acciones de represalia contra quienes hoy siguen viviendo una pesadilla de nunca acabar, con amenazas y atentados permanentes de su parte.
Este último hecho ocurrió en la vivienda ubicada en calle Cassinoni 591 entre Blanes Viale y Ansina. La dueña de casa se retiró sobre las 6.50 horas rumbo a su trabajo y minutos después se enteró que la finca que alquilaban desde poco tiempo había sufrido un atentado que provocó pérdidas totales tanto en el mobiliario como en la estructura edilicia.
Las constantes amenazas que han recibido y la falta de garantías dentro del Juzgado:
Diver contó a @gesor que no es vida la que pasa toda su familia, explicando que está viviendo sola junto a sus hijos, ya que su marido se encuentra trabajando en Maldonado y viaja cada tanto. En torno a una de las recientes amenazas recibidas expresó que hace pocos días cuando tomaba mate en la vereda junto a su esposo, pasaron tres personas que le pareció identificar, en su mayoría adolescentes, quienes le manifestaron la intención de incendiar esta vivienda de calle Casinnoni. A su vez, el malestar de Diver es más que importante, dado que hasta el momento no ha recibido ninguna señal de la justicia, en virtud de que el Juez- según ella- se basa en que no hay pruebas para actuar, y a esto se suman las malas experiencias que ha tenido que pasar en la sala de espera del juzgado donde los acusados han llegado a amenazar de muerte a toda su familia, hecho que se ha registrado dentro de la propia sede judicial.
La entrevistada junto a su familia hace aproximadamente 5 meses que comenzó a vivir esta pesadilla, por lo que optaron alquilar una casa e irse a vivir a otra zona de la ciudad. A todo esto se suman otros hecho, como por ejemplo amenazas y robos que han tenido que soportar sus suegros que también están afincados en el barrio Esperanza, en un espacio contiguo a la casa que es propiedad de Diver y su pareja, vivienda que días atrás fuera incendiada a manos de tres adolescentes que fueron derivadas a dependencias de INAU en Montevideo.