
(escribe prof. Alehjando Carreño T.) Algunos son serios; otros no tanto y los hay también que derechamente hacen de la política un espectáculo grotesco. Varios son los sinónimos que la RAE distingue para “grotesco”. Entre otros, “ridículo”, “caricaturesco”, “irrisorio” y “estrafalario. La literatura sabe de estas cosas. La política, también.
Jeannette Jara, la candidata presidencial militante del Partido Comunista, abanderada del oficialismo, reúne todas las características del personaje grotesco, propias de este género que deconstruye la realidad y su sentido común, para darle el sentido del sinsentido que construye un mundo paralelo al real, en que las cosas dejan de ser lo que son y se convierten en una caricatura de lo que ellas representan. A los chilenos no nos sorprende esta capacidad de Jeannette Jara para construir mundos ficticios y manipular la realidad.
Ella representa la continuidad del gobierno de Gabriel Boric que montó a lo largo de su mandato, un mundo paralelo en el que todo funcionaba y reinaban el amor, la paz y la esperanza. El humor, siempre notable del dibujante Jimmy Scott, lo retrató en su viñeta del domingo pasado, publicada en el diario El Mercurio: EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS”, a propósito del discurso del Presidente sobre el Presupuesto 2026, con el que deberá gobernar el próximo gobierno. Se trata de una constante que, por un acto de magia, la realidad se convierte en el país de las maravillas de Alicia.
Lo grotesco se inserta en la realidad con el propósito de transformarla, despojándola de su sentido que vive y percibe el ciudadano normal.
La señora Jeannette Jara es una fiel continuadora de este mundo de fantasía, ridículo y alejado de las urgencias reales de la sociedad. Formó, además, como ministra, parte de esta mentira grosera impulsada por el gobierno de Boric y que magistralmente Jimmy Scott retrata en su viñeta. Son muchas, muchísimas las ocasiones en que la candidata del oficialismo ha mostrado su talento grotesco e inventivo. Pero dos quedarán como huella indeleble en la historia y el alma popular. La primera, que había sido temporera, aunque nunca supo decir dónde ni cuándo, así como tampoco que tipo de fruta recogía.
El oficio de “temporera” le servía para llegar a las clases más desposeídas, de las que ella se ufana “formar parte”. Una mentira absurda para atraer votos y congraciarse con el pueblo. Los cientos de “memes” al respecto, le recordarán lo grotesca que era hasta para inventar historias conmovedoras. Pero el “ser temporera” no fue más que una anécdota que le valió el apodo caricaturesco de “La temporera” y una secuela incalculable de caricaturas al respecto. Con todo, la deformación de la realidad, esa que tiene que ver con las urgencias ciudadanas, quedó estampada en una entrevista televisiva.
En el programa “Candidato, llegó tu Hora”, presentado por TVN el jueves dos de este mes, se le consultó a Jeannette Jara si impulsaría en su gobierno el uso de armas no letales, como las pistolas Taser, por guardias municipales y privados, a lo que ella respondió: “Yo empujaría el uso de armas no letales que den seguridad. Por ejemplo, unas boleadoras. No sé cómo llamarlas de otra manera”. E hizo el gesto de quien dispara una boleadora. ¿Razonable? Irrisorio. Patéticamente irrisorio. En Chile la delincuencia alcanzó el salvajismo de México y de otros países que se toman la prensa todos los días.
Crímenes que hasta cuatro años los chilenos no conocíamos: degollamientos, descuartizados por doquier, en una bolsa de basura, en un tarro basurero, en el portamaletas de un auto, en una maleta, en una acequia. Donde usted quiera. Asesinatos por encargo (sicariato), violaciones, asaltos a centros comerciales (Malls), a casas, balaceras a cualquier hora del día y en cualquier lugar, asaltos en la locomoción colectiva (ya un pan nuestro de cada día), asesinatos a causa de balas perdidas en batallas callejeras entre pandillas, barrios enteros tomados por delincuentes. Asesinatos de niños y policías. La lista es larga.
Y la señora Jara preocupada por la seguridad del delincuente. De este delincuente al que se le deben respetar sus derechos humanos. Dijo que el uso de las pistolas Taser es un debate pendiente, porque muchos han muerto por causa de ellas. Como se sabe, las policías del mundo portan todo tipo de armas, letales o no, para enfrentar las diversas manifestaciones dl crimen. Pero volver a un arma del siglo XIX, usada por indígenas, no solo es una declaración que raya en la idiotez, sino que, ante la realidad criminal que vive Chile, es reírse de la sociedad.
Sí, las boleadoras de Jeannette Jara, creadas por los indios de la Patagonia y las Pampas, y más tarde modificadas por los gauchos, serán con ella las nuevas armas para combatir el crimen en el país. Solo falta que guardias y policías se vistan a la usanza para que el espectáculo grotesco simbolice todo el clamor de la estupidez de esta candidata y de la decadencia moral de nuestra sociedad. Después de todo, durante este gobierno pintaron algunas patrullas de Carabineros con los colores del arco iris en el marco de la marcha en conmemoración al Mes de la Diversidad Sexual y el Orgullo LGBTQIA+.
Los chilenos esperamos que la cordura se recupere el 16 de noviembre próximo, y que personajes tan estrafalarios como esta candidata, se vaya con sus boleadoras a recoger frutas al campo.