
La jornada, marcada por la diversidad de propuestas y la profundidad de los testimonios, dejó en evidencia el papel vital que cumplen las organizaciones sociales en el tejido comunitario del interior del país.
Ilusiones a Caballo: equinoterapia como compromiso comunitario
La primera intervención estuvo a cargo de Alejandra Nuez y Araceli Valdéz, representantes de la Asociación Civil Ilusiones a Caballo, de Palmitas. Nuez relató el recorrido de la organización desde sus inicios en 2018, cuando comenzaron “en forma muy precaria” a brindar equinoterapia con un equipo técnico multidisciplinario. Hoy, cuentan con seis equinos, un comodato de veinte años sobre un predio de cuatro hectáreas otorgado por el Instituto de Colonización, y un convenio firmado con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para iniciar la construcción de un picadero techado.
La asociación trabaja en estrecha colaboración con instituciones locales —escuelas, liceos, CAIF, hogar de ancianos, CAMS y Salud Pública— y atiende actualmente a 36 personas, con tres en lista de espera. “Todos somos voluntarios”, subrayó Nuez, destacando el compromiso de vecinos, empresas y socios.
El picadero llevará el nombre de “Cachito” Calero, en homenaje a un referente local. “La obra del sueño”, como la definió, permitirá continuar la terapia en días de lluvia o sol intenso.
La diputada María Fajardo celebró la iniciativa y recordó el apoyo del Club de Leones, la Intendencia y el Municipio de Palmitas. El diputado Aníbal Méndez destacó el rol de estas instituciones en el desarrollo local: “Soriano cuenta con una institucionalidad social muy fuerte, muy robusta, y ustedes son parte de eso”.
Hogar de Ancianos Dr. Ricardo J. Braceras: una obra del pueblo
La segunda delegación representó al Hogar de Ancianos de Mercedes, fundado en 1976 y con raíces que se remontan a 1947. Virginia Innella, en nombre del equipo directivo, trazó una historia de compromiso comunitario y voluntariado. “¿Qué haríamos con estos adultos mayores si no tuvieran apoyo conjunto del Estado y de los dirigentes voluntarios?”, preguntó.
El hogar alberga a 48 residentes mayores de 65 años, autoválidos o no, carenciados y en soledad. Los servicios incluyen alojamiento, atención médica, medicamentos, alimentación, ropa, peluquería, gimnasia y actividades recreativas. El financiamiento proviene el 80% de los ingresos de los residentes, apoyos del INDA, socios colaboradores y beneficios organizados por la comisión directiva.
Innella advirtió sobre la falta de políticas claras para enfrentar el envejecimiento poblacional, que hoy supera el 19% de la población. “La vejez debe dejar de ser una de las más dolorosas formas de exclusión social”, afirmó.
El hogar cuenta con infraestructura para más de 150 personas, pero solo puede albergar a 48 por falta de recursos. Solicitaron mantener el subsidio mensual de $ 45.000, que consideran vital para continuar.
La diputada Fajardo elogió el trato humano del hogar. “Siempre había un lugar en ese hogar cuando encontrábamos adultos mayores en situación de calle”. En tanto el diputado Méndez remarcó “el Hogar de Ancianos es una de las instituciones señeras de nuestra ciudad”.
Jazz a la Calle: identidad cultural y expansión educativa
La tercera intervención estuvo a cargo del Movimiento Cultural Jazz a la Calle, representado por Nancy Fondado, Miriam Lamas y Horacio Acosta. Con 18 años de trayectoria, esta organización sin fines de lucro ha convertido a Mercedes en un referente nacional e internacional del jazz como herramienta educativa y social.
Lamas explicó que la música, desde una base científica, contribuye al desarrollo cognitivo, emocional y psicomotriz. La escuela de música del movimiento cuenta con entre 150 y 170 alumnos regulares, desde los cuatro años en adelante. Además, organizan nueve toques mensuales en el Teatro 28 de Febrero, con perfil artístico y educativo, y el Encuentro Internacional de Músicos, que reúne a más de 600 músicos y 2.500 asistentes durante nueve días.
El movimiento ha sido clave en la creación del bachillerato de música en UTU y la licenciatura en jazz y música creativa en UTEC. También ha impulsado la escuela de luthería y la expansión a otros departamentos.
Sin sede propia y con escaso financiamiento privado pospandemia, solicitaron aumentar la asignación presupuestal de $2 a $3 millones.
Horacio Acosta recordó que durante la pandemia estuvieron a punto de disolverse, y que hoy sobreviven gracias al apoyo de la Intendencia y convenios educativos. “Somos la institución que ha traído más músicos al Uruguay”, afirmó. La presidenta de la comisión reconoció el impacto del movimiento: “Mercedes es conocida en el mundo por el Encuentro de Jazz a la Calle”.
Hogares de Santa Catalina y Don Joaquín: sostener lo esencial
La cuarta delegación, integrada por Florencia Besozzi, Joaquina Aresqueta y Beatriz Rojas, expuso la situación crítica de dos hogares de ancianos de las localidades de Santa Catalina y Egaña. Besozzi advirtió que si no se forma una nueva comisión directiva, el hogar de Santa Catalina deberá cerrar, afectando a 19 residentes y al personal.
Ambos hogares se financian con el 80% de los ingresos de los residentes, pero enfrentan déficits mensuales de $ 100.000. “Todo es a beneficio”, dijo Besozzi, resaltando la solidaridad en pueblos donde todos los grupos organizan rifas, bingos y remates. “¿Quién va a querer entrar a una comisión a juntar $100.000 por mes?”, preguntó con crudeza.
Aresqueta detalló que 15 de los 19 residentes requieren apoyo constante, y que el hogar es uno de los principales empleadores de la localidad. Solicitaron mantener e incrementar la partida presupuestal para garantizar este servicio a la continuidad.
Fajardo y Méndez coincidieron en la necesidad de atender a las comunidades pequeñas. “Tenemos un desafío en cuanto a atender esa situación desde la centralidad de los departamentos”, dijo Méndez.
Mano con Mano: una dosis a tiempo puede salvar una vida
La última delegación fue la de la Asociación Civil Mano con Mano, integrada por Cecilia Martínez, Eduardo González, Giordano Grecco y María Noel Doval. Esta organización surgió en respuesta a la necesidad urgente de acceder a medicamentos de alto costo, especialmente en tratamientos oncológicos.
González explicó que el objetivo es contar con un fondo económico para cubrir la primera dosis, que puede costar entre US$ 5.000 y US$ 20.000. “Si en diez días se puede tener la primera dosis, hay posibilidades de sobrevivencia. Si no, puede ser tarde”, advirtió. La asociación también brinda apoyo legal, psicológico y social, y trabaja en todo el departamento de Soriano.
Doval recordó que la iniciativa nació al intentar ayudar a tres niños que necesitaban medicación urgente. “No queremos volver a pasar por esa situación”, dijo. Martínez, detallando el proceso de recepción y acompañamiento que ofrecen, mientras González subrayó que todos los integrantes trabajan ad honorem. “Lo hacemos porque vemos que hay una falencia y tenemos que buscar una solución”.
Cada una de estas organizaciones, con sus historias, desafíos y propuestas, dejó en claro que el Presupuesto no es solo una cuestión de números: es una oportunidad para reconocer, fortalecer y acompañar el trabajo silencioso y vital que se realiza en el interior del país.