
Tras el reconocimiento del Poder Ejecutivo mediante la Declaración de Interés Ministerial otorgada por el Ministerio de Educación y Cultura, el proyecto “Embajador del Arte Uruguayo en el Mundo” dio un nuevo paso institucional con la reciente reunión mantenida con la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes del Parlamento Nacional.
En esta instancia trascendente, el proyecto liderado por el artista plástico Pablo Echeverría y coordinado por la escritora y gestora cultural Virginia Torres Díaz, busca ahora el respaldo del Poder Legislativo mediante la Declaración de Interés Parlamentario.
La iniciativa, de carácter nacional e internacional, se proyecta como un programa cultural con propósito filantrópico y humanista, representando a Uruguay en escenarios de arte global y al mismo tiempo generando impacto directo en el territorio. Su propuesta central, “Arte que deja Huella”, se desplegará en una gira nacional por escuelas públicas, comenzando por el interior del país, especialmente en escuelas rurales y pequeñas comunidades, acercando a las infancias el mismo arte que se presenta en bienales, museos y galerías internacionales.
Pablo Echeverría, artista plástico con una sólida trayectoria nacional e internacional, periodista cultural y referente en la integración de disciplinas y lenguajes visuales, junto a Virginia Torres Díaz, escritora, comunicadora y gestora cultural con experiencia en proyectos sociales, educativos y de investigación antropológica, conforman un equipo que conjuga creatividad, compromiso social y visión humanista.
Este proyecto, definido como el inicio de un movimiento artístico sin precedentes, conecta escenarios como la Bienal Internacional de Qatar o Amoha Gallery en Nueva Delhi, con la realidad cotidiana de las infancias uruguayas, bajo la premisa de “acercar el mundo a los niños, y los niños al mundo”.
“Creemos que Uruguay debe ser reconocido como una nación con valores humanistas, capaz de proyectar una imagen cultural sólida y comprometida con la educación, la diversidad y los derechos humanos”, afirman sus impulsores.
La propuesta busca además consolidar alianzas estratégicas con fundaciones, embajadas, organismos multilaterales y organizaciones internacionales —como UNESCO, UNICEF, OEI, Unión Europea, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Naciones Unidas y su Consejo de Derechos Humanos— reforzando la legitimidad institucional de un programa que coloca al arte en el centro de la transformación social y educativa.
Con esta proyección expansiva, el Embajador del Arte Uruguayo en el Mundo aspira a consolidarse como un modelo de diplomacia cultural humanista, posicionando al país en el mapa global como referente en cultura, educación y compromiso social.
Virginia Torres Díaz – Escritora y gestora cultural
“Este camino lo vivimos con un fuerte compromiso humanista. Creemos que el arte no debe ser un privilegio de unos pocos, sino un derecho y una experiencia compartida que fortalezca la educación, la identidad y la empatía social. Comenzar por el interior del país tiene un valor simbólico y real: allí donde todo parece lejano, queremos acercar el arte y abrir ventanas al mundo. Nuestro propósito es tender puentes, sumar voluntades y mostrar que Uruguay puede proyectarse internacionalmente desde la cercanía, la sensibilidad y el trabajo colectivo.”
Pablo Echeverría – Artista plástico
“El arte es un lenguaje universal que trasciende fronteras y que tiene la fuerza de conectar lo íntimo con lo colectivo. Este proyecto busca que aquello que nace en un taller y parece terminar en una galería o un museo, pueda también tener vida en una escuela pública, en un mural compartido con niños, en un gesto que integra comunidades. Se trata de dejar huellas que dialoguen con nuestra identidad, que nos permitan reconocernos y, al mismo tiempo, abrirnos al mundo desde un Uruguay que crea, comparte y se afirma en sus valores humanistas”.