
En nuestra ciudad de Mercedes, la inseguridad se ha convertido en un problema cada vez más alarmante. En los últimos meses hemos visto cómo los episodios delictivos han aumentado tanto en frecuencia como en violencia, afectando la tranquilidad de los vecinos y poniendo en riesgo la vida y los bienes de todos.
No podemos naturalizar esta situación ni mirar para otro lado. La ciudadanía necesita respuestas concretas y acciones inmediatas por parte del gobierno actual y de las autoridades competentes. La seguridad no es un privilegio, es un derecho, y el Estado tiene la obligación de garantizarla.
Exigimos que se tomen medidas efectivas para reforzar la presencia policial, mejorar los recursos humanos y tecnológicos, y coordinar estrategias de prevención y combate del delito. La gente de Mercedes quiere vivir en paz, salir a la calle sin miedo y que sus familias estén protegidas.
El momento de actuar es ahora, antes de que la situación se vuelva aún más difícil de revertir.