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(escribe Sergio Pérez) El homenajeado era él. Por eso, ni siquiera los presentadores Milagros Herrera y Juan Carlos López conocían de antemano los nombres de quienes subirían al escenario, que solo se revelaban en el instante mismo de ser anunciados. Una multitud colmó el Club Social de Sarandí del Yí el pasado sábado 12 de julio para rendir homenaje al centenario de Osiris Rodríguez Castillos, figura cardinal de la cultura uruguaya y regional. La convocatoria, profundamente emotiva y de alto vuelo intelectual, logró reunir a intérpretes, escritores, críticos, payadores y delegaciones provenientes de Uruguay, Argentina y Brasil, reafirmando el carácter transfronterizo y la vigencia atemporal de su obra.
El encuentro fue posible gracias a la dedicada organización de Santiago “Taca” Soares de Lima, Santi Soares de Lima López y Martín Fernández, quienes articularon voluntades diversas en torno a una celebración tan sentida como rigurosa. En la apertura estuvo el intendente de Durazno, Felipe Algorta, acompañado por el alcalde de Sarandí del Yí, Mario Pereyra, en un gesto de acompañamiento institucional departamental hacia una de las voces más singulares de nuestra identidad cultural.
En el ámbito literario, dijeron presente además los escritores Guillermo Pellegrino —coautor del libro A la orilla del silencio: biografía de Osiris Rodríguez Castillos— y Schubert Flores Vasella, quien realizara una de las últimas entrevistas a Osiris, contribuyendo ambos —desde distintos abordajes— a enriquecer desde hace años el campo de la crítica especializada. Asimismo, una numerosa delegación argentina —con representantes de diversas localidades— y brasileña, especialmente de Rio Grande do Sul, aportó al evento una dimensión internacional profundamente coherente con el espíritu de hermandad que atraviesa la obra de Osiris.
La nómina de artistas convocados incluyó a destacados cantores y decidores: Juan Carlos Oreggia, Sergio Pérez, Oscar Redón Cabrera, Horacio “Pancho” Ponce de León, Marino Frezzetti (Argentina), Fernando Bremerman, Pablo Parodi, Facundo Piccone (Argentina), Rodrigo Terrón (Argentina), Olegario Andrade (Argentina), Carlos Pintoresco González (Argentina), Martín Fernández, Maggie Cullen (Argentina), Darío Hernández, y figuras de la historia, el análisis crítico y la comunicación como Horacio Soares de Lima, Francisco “Paco” Lanusse, Henrique Fagundes Da costa y Walter “Serrano” Abella. También participaron los payadores Miguel Ángel Olivera, Gabriel Luceno, Franco “Caco” Berrutti y Cacho Márquez, reafirmando la vitalidad del arte oral improvisado en diálogo con una poética de alto contenido simbólico.
La exposición del docente Horacio Soares de Lima destacó por su profundidad emocional e intelectual. Desde una perspectiva singular —marcada tanto por el conocimiento académico como por la vivencia personal— logró articular un discurso que trascendió la mera reconstrucción biográfica para convertirse en un ejercicio de recuperación poética y ética de la figura de Osiris Rodríguez Castillos. Licenciado en Letras y docente de Teoría Literaria y Lingüística, Soares de Lima compartió lecturas de la obra de Osiris y pasajes personales, rememorando vínculos como el gesto simbólico de haber llevado sus cenizas al río Yí en 1996.
Uno de los momentos más conmovedores de su intervención fue la lectura de una carta escrita por Osiris a una niña que, en su infancia, le había enviado un poema. En esa respuesta, el autor despliega una serie de imágenes de alto vuelo lírico, donde confluyen la memoria, el asombro y la fragilidad del tiempo vivido: “Gracias, niña, por tu carta que descendió hasta mi olvido como una hoja hasta un charco solitario del camino…”.
Francisco “Paco” Lanusse, investigador y académico argentino, propuso una lectura estructural de la obra osirisiana articulada en torno a tres matrices: el río, la frontera y lo metafísico. Lanusse identificó al río Yí como maestro espiritual y musical; la frontera como territorio de mestizaje e identidad; y una veta metafísica en obras como “Grillo Nochero” y “Pena del vidalitero”, afirmando: “Cuando el corazón y el oído han madurado para escuchar a Osiris Rodríguez Castillos, recién se lo oye”.
El investigador brasileño Henrique Fagundes da Costa aportó una mirada geocultural precisa y poética, al situar la obra de Osiris en una tradición transfronteriza que excede las coordenadas nacionales. Veterinario y estudioso de la frontera sur brasileña, destacó la región como una matriz cultural compartida, subrayando que la frontera no se atraviesa, se habita, evocando versos emblemáticos del poeta uruguayo.
Walter “Serrano” Abella combinó la calidez de la oralidad campesina con la agudeza de un observador que ha sabido construir un vínculo profundo con el canto popular y la memoria colectiva. Se definió a sí mismo como “un buscador de la palabra”, y ubicó a Osiris como fundador de una voz nacional auténtica, capaz de traducir el país profundo sin adornos ni poses.
El payador Miguel Ángel Olivera, desde una oratoria profundamente poética, propuso que el Día del Patrimonio 2025 lleve el nombre de Osiris Rodríguez Castillos, en el marco del centenario de su nacimiento y del bicentenario de la Cruzada Libertadora. La propuesta resonó como un acto colectivo de justicia simbólica.
Finalmente, se realizó una payada de contrapunto protagonizada por Gabriel Luceno, Franco Berrutti, Cacho Márquez y Miguel Ángel Olivera, quienes ofrecieron un pasaje vibrante de arte repentista. El cierre fue coronado con la entonación colectiva de la milonga “De Corrales a Tranqueras”. Posteriormente, un encuentro de camaradería en el establecimiento de la familia Itzaina permitió que la guitarra, la voz y la poesía se hicieran presentes alrededor del fogón. Y dicen…que Osiris estuvo ahí.