
En sede de la Departamental Nacionalista en Mercedes, se llevó a cabo encuentro organizado por las Mujeres Nacionalistas de Soriano, con la presencia de Gonzalo Gómez como Edil de Montevideo y Ramiro Correa que es Economista integrante de Centro de Estudios y Desarrollo (CED), quienes estuvieron acompañados en la mesa por Lourdes Cerchi en representación de las organizadoras.
El encuentro que contó con la presencia de muchos jóvenes, tuvo como título "con jóvenes que no vivieron la dictadura, trabajamos como defendemos la democracia hoy".
Tras la bienvenida de las organizadoras, hizo uso de la palabra el Edil Gómez y luego el Ec. Correa, para finalmente proceder a intercambio con los presentes.
En parte de su exposición, el Ec. Ramiro Correa señaló "es cada vez más importante para el rol de las democracias, sobre todo nosotros como parte de Occidente, de una democracia liberal, de una de las 15 democracias plenas del mundo, que democracia no es solo votar cada 5 años, participar, debatir, sino que democracia también genera un tipo de gobierno y que ese tipo de gobierno tiene que dar respuestas a la gente. Tiene que aumentar los niveles de vida de su población, los niveles de vida y bienestar material que importan.
Y no es porque sea economista y mire solo números o materialista, como ellos dicen, porque vivir mejor es tener más oportunidades, es poder desarrollarse mejor, en definitiva es tener más libertad".
Por ello, sostuvo, "la democracia no es solo la participación, sino también yo creo que hay que mirar cuál es el resultado de los gobiernos que se eligen democráticamente. Porque para nosotros, los que estamos todos acá, la democracia tiene un valor en seguir, es una parte importantísima de nuestra vida, creo que ninguno de los que estamos acá nos imaginamos nuestra vida sin participar en política, sin debatir activamente y todo lo más.
Ahora yo les hago la invitación a que hablen con sus amigos, familiares, compañeros de trabajo, que no les importa la política. Y pregúntenle cuál es el valor de la democracia para esa gente, que no es menor esa cantidad de gente en nuestro país. Y de hecho cuando uno mira indicadores, sobre todo en América Latina, la valoración por la democracia ha ido cayendo sistemáticamente en los últimos años".
Consideró que ello, entre otras cosas, "está asociado a que no le hemos podido dar buenos niveles de vida a la gente. Porque está bien votar, está bien participar en política, nos encanta, pero la gente que no participa en eso, ¿qué le decimos? Entonces, eso es muy importante. Yo acá hago un paralelismo, y no es para alarmarles ni mucho menos, pero cuando uno mira los 10 años previos a la dictadura teníamos una economía que estaba absolutamente estancada, que no crecía, básicamente.
Y cuando uno mira la economía de Uruguay en estos últimos 10 años, considerando el último periodo de gobierno del Partido Nacional y el último periodo de gobierno del Frente Amplio, estamos hablando de una economía que está virtualmente estancada, que crece al 1% al año, lo cual no es suficiente para aumentar significativamente los niveles de vida de la gente, reducir la pobreza y que la gente viva mejor. De hecho, el ministro Oddone, vive hablando hoy en día de que hay que crecer más, hay que crecer más. Hay que avisarle que no es tan fácil como apretar un botón y decir que crezco más".
En ese sentido, "hay que hacer ciertas cosas que, de hecho, las acciones que se ven y que se plantean son anti-crecimiento, no pro-crecimiento, pero ya lo veremos con el tiempo. Entonces, ¿la democracia ha servido en términos de mejora del bienestar material? Sí. Cuando uno mira en Uruguay después de dictadura, del 85 en adelante, tenemos que Uruguay ha resuelto muchos problemas estructurales que tenía.
Hemos bajado la pobreza, tenemos una inflación estable y baja, tenemos finanzas públicas medianamente ordenadas, pero de alguna manera ese modelo de desarrollo de estabilidad macroeconómica de decir, bueno, en Uruguay se respetan las reglas de juego, acá no pasa nada, que a veces decimos eso, ojo que eso puede tener un valor positivo en algunas cosas, pero a veces que no pase nada y que todo vaya tan lento significa justamente estancarse.
Porque hay otros países en el mundo que están avanzando mucho más rápido que nosotros.
Entonces, cuando uno avanza lento y otro avanza mucho más rápido, en realidad estás retrocediendo.
Y eso es lo que yo posiciono hoy en día como uno de los desafíos que tiene la sociedad uruguaya para enfrentar.
En Uruguay, en términos económicos, es decir, para poder crecer más como economía y que vivamos mejor, va a tener que procesar un conjunto de reformas que no son fáciles de procesar, que muchas veces no van a salir del consenso, sino que van a salir de la valentía de un partido político, un grupo de partidos políticos que digan, yo tengo la legitimidad para hacer estos cambios y los voy a hacer".
Dijo que en esa dirección "hay una tensión entre resultados y consenso, que a veces es lo que buscamos en la economía, pero no todo tiene que ser consenso.
Cuando hay elecciones democráticas hay ganadores legítimos y hay perdedores legítimos. Y el que gana es el que gobierna y es el que lleva adelante el gobierno y tiene la responsabilidad de llevar adelante el gobierno. De nada me sirve un gobierno que no toma ninguna decisión y que espera que todos estemos de acuerdo para todos para que podamos avanzar.
No, señor, usted ganó la elección. A usted la gente le dio la responsabilidad para que gobierne y a nosotros en este caso nos tocó el rol de oposición, que lo tenemos que hacer y lo vamos a hacer obviamente, lo vamos a controlar. Quien gobierna tiene que hacerlo".
En ese sentido, "nuestro gobierno, como les contaba en la presentación, tuve el privilegio de trabajar junto a Arbeleche tres años. Fueron tres años duros en el Ministerio de Economía y Finanzas. No es un ministerio fácil.
Es un ministerio donde las bombas explotan todo el tiempo y parece incluso como una especie de mala suerte. No ganamos nunca las elecciones. Cuando ganamos nos tocaron tres shocks externos gigantescos.
La pandemia, la crisis en Argentina, que en esta zona se debe haber sentido más que nunca y la peor sequía en los últimos 100 años. Bueno, nos tocó a nosotros. Yo como siempre digo, igual de todas maneras, mejor que nos toque a nosotros.
Pobre país si hubiera gobernado los otros con esos shocks. Por suerte nos tocó gestionarlos a nosotros. Obviamente eso tiene costos, que nos costó probablemente no renovar el gobierno, entre otras cosas, pero tuvimos que enfrentar shocks enormes.
Pero ¿saben qué? Lo importante es que nosotros cumplimos con el mandato de que éramos gobierno, efectivamente. Y en ese sentido, y en democracia, y votando las leyes con mayorías legítimas en el Parlamento, cuando nos decían, nos están avasallando, no están hablando con la gente, que las organizaciones sociales, no señor, la sociedad está representada en el Parlamento, ahí todo nuestros votos valen lo mismo. En el Parlamento donde tenemos a todo Uruguay debatiendo por medio de sus representantes y ahí teníamos mayorías legítimas.
Y con esas mayorías legítimas hicimos, creo yo, quizás tres reformas silenciosas, pero que fueron muy importantes y que a mi forma de verlas fortalecieron la democracia. Porque hablan de responsabilidad".
Seguidamente se refirió a ellas, "una fue algo muy aburrido que solo nos gusta a los economistas, que es la regla fiscal. No los voy a aburrir con eso, si a alguno le interesa el poder preguntar, obviamente, pero básicamente es decirle, señor Estado, usted no puede gastar todo lo que tiene porque usted no administra plata que es suya, usted administra la plata de la gente. Por lo tanto, hay un freno, usted no puede gastar, tiene que explicar por qué gasta y todo lo demás.
Y yo digo que para mí la regla fiscal, que es algo tan técnico, al final del día es algo enormemente blanco porque es la honradez administrativa que dice ahí ese cartel y que ya lo decía Manuel Oribe. Es decir, nosotros manejamos, cuando nos toca gobernar, la plata con honradez porque no es nuestra.
La izquierda, el Frente Amplio, confunde Estado con partido, con plata de la gente, con plata propia y hacen homenajes comprando estancias con dudosos procedimientos de compra y todo lo demás.
Eso en nuestro gobierno no pasó. Y en parte porque había una regla fiscal que había que explicar cada gasto y lo tuvimos que explicar".
Después "tuvimos la valentía de hacer una reforma a la Seguridad Social y ningún gobierno quiere hacer una reforma a la Seguridad Social.
Todos los partidos políticos tenían consenso de que había que hacerla. Nadie le ponía el cascabel al gato y decía bueno, vamos a hacer la reforma que hay que hacer. Bueno, nosotros tuvimos la valentía, y eso es también creer en la democracia, decir bueno, yo tengo las mayorías, tengo este mandato, lo tengo que hacer y se hizo.
Porque eso da sostenibilidad a las finanzas públicas, básicamente nos permite seguir pagando las jubilaciones y pensiones".
Y finalmente hubo "una reforma educativa, que también pasó un poco desapercibida, que tuvo alguna pelea con los sindicatos y con todo lo demás, pero que también es profundamente democrática porque es mejorar la educación de los próximos ciudadanos. Para votar mejor, para elegir mejor, para gobernar mejor, se precisa más educación, más formación, y a nadie le importaba ese tema.
Todos hablaban diagnóstico, diagnóstico de educación, pero nadie de vuelta se ponía, y nosotros hicimos esa reforma. Entonces, yo creo que en nuestro gobierno hicimos honor a lo que es un partido político electo por mayoría y que gobernó democráticamente, pero que además no solo gobernó democráticamente, sino que con la legitimidad que obtuvo en las urnas hizo las reformas que tenía que hacer. Y eso también es responsable y es parte de gobernar".
¿Qué viene para adelante? se preguntó el economista "lo que hablábamos hoy, creo que coincidimos, hay muchos desafíos desde el punto de vista político, institucional, justicia, fiscalía, todo lo que ya sabemos, medios de comunicación, varias cosas más, pero también hay sobre todo, y es un área, desafíos muy fuertes desde el punto de vista económico y hay que tener cuidado porque cuando la economía se empieza a deteriorar demasiado empiezan las medidas autoritarias y a tomar ciertas decisiones que las tomamos como normales. Un ejemplo, nosotros con la LUC dimos la libertad para las transferencias en efectivo. Bueno, ya ahora se van a reducir eso, porque la lógica de los gobiernos de izquierda más controladores son que todos somos sospechosos, que todos estamos bajo un manto de dudas si movemos efectivo y entonces quieren limitar eso.
Cuando nuestra lógica era al revés, decían no, la gente común y corriente trabaja con dinero, tiene que mover el dinero, tiene que primar la libertad justamente y no que me estén controlando de dónde saqué la plata, dónde le puse la plata y todo lo demás. Bueno, la libertad económica también es un arista de la democracia cuando se empieza a perjudicar esa libertad económica después viene un reto de otras libertades que se van perdiendo. Así que, dejo por acá planteando estos desafíos".