28 de October del 2013 a las 21:25 -
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En defensa del artista
El edil Alberto Abalos (Lista 1764-FA) instó a dar mayor difusión de la Ley 18384.

“En esta oportunidad nos referiremos a la situación de los artistas en

 

nuestro país y en Soriano.

  Dice la Ley 18384 que define el Estatuto del Artista y Oficios

Conexos: “Se entiende por artista intérprete o ejecutante a todo aquel

que represente un papel, cante, recite, declame, interprete o ejecute

en cualquier forma una obra artística, la dirija o realice cualquier

actividad similar a las mencionadas, sea en vivo o registrada en

cualquier tipo de soporte para su exhibición pública o privada.

Se entiende por oficios conexos, aquellas actividades derivadas de las

definidas en el inciso anterior y que impliquen un proceso creativo.”

  Esta Ley, propiciada por el gobierno frenteamplista en 2008 y

reglamentada por el Decreto 266-2009, permitió a los trabajadores de la

cultura escénica, acceder a los beneficios de la Seguridad Social y

hacer los aportes respectivos, consolidando el reconocimiento por parte

de la sociedad y del sistema político, de su condición de Artista

Nacional.

  Y lo ponemos en mayúscula, porque desde antes de ser país, el Uruguay

ya contaba con artistas, improvisados en su mayoría, con instrumentos y

locales rudimentarios, pero que expresaban una vocación de trasmitir a

los demás su sentir, su pensar, su visión de su pago y del mundo, y que

han contribuido sin duda a nuestra consolidación como Nación y

fortalecer nuestro imaginario colectivo como Pueblo Oriental.

  Y desde siempre, nuestros artistas, salvo excepciones, han sido

relegados a un segundo plano, sólo considerados a la hora de llenar un

evento, de amenizar fiestas privadas o públicas, ya fueran contratados

por particulares o por organismos estatales.

  Por ello, merced a dicho Estatuto se revaloriza su condición de

Artista, y se establecen derechos por ley.

  Pero con una ley no basta, lo sabemos; en un país burocrático y lento

para los cambios, aún tropiezan con la indiferencia de organismos y

jerarquías estatales, que siguen contratando artistas en negro, o con

demoras inadmisibles en el pago de sus cachets.

  Ello los ha llevado a manifestarse públicamente recientemente en

Plaza Cagancha de Montevideo de forma de visibilizar la situación de

informalidad en la que trabajan la gran mayoría de nuestros artistas.

  Sucede que el estatuto no ha sido debidamente difundido y tampoco

controlada su aplicación; salvo excepciones, como ser la Intendencia de

Montevideo y el MIDES, los demas organismos estatales, incluso el

propio MEC en muchos aspectos, ignoran dicho estatuto y no lo aplican

cabalmente.

  La Sociedad Uruguaya de Artistas trabaja tratando de mantener diálogo

con organismos y productoras privadas, logrando en casos la

formalización de un buen número de casos.

  Falta difusión de la Ley 18384 evidentemente, a todo nivel.  El

Estado uruguayo no ha terminado de asimilar que existe dicha Ley y que

por más que ha sido promulgada y reglamentada, por sí sola no tiene

efecto si quienes deben aplicarla no lo hacen.

  Nos congratulamos por la difusión que el Gobierno Nacional hace de

leyes como las que benefician a los trabajadores rurales y del servicio doméstico,

históricamente postergados, pero pensamos que, a travez del MEC,

debiera darse difusión a la Ley 18384 y sobre todo, exigir que los

propios organismos estatales la cumplan, en un 100% y también el sector

privado.

  Hay iniciativas interesantes como la Cooperativa Valorarte, que

oficia de intermediario habilitando el contrato sin una relación de

dependencia laboral, en un estado intermedio entre el contratante y el

artista.

  En Uruguay hay experiencias de muchos años de cooperativismo en el

arte, y esta puede ser la forma en que se agilicen los mecanismos de

formalización a todo nivel.

  En Uruguay, además, siempre hubo cierta resistencia a considerar al

artista como un trabajador, dado que actúa esporádicamente, no tiene

horario fijo, aunque a veces, representar una obra implica innumerables

horas de trabajo y sacrificio.

  Dice la SUA que la cultura, según datos del MEC, incide un 0.8% del

PBI del país, eso es mucho y amerita que se valore al artista uruguayo

y se sensibilice al Estado para que asuma su rol.

  Han habido avances sin duda, pero falta mucho aún para darle el valor

que merecen nuestros queridos artistas, que en su mayoría, desarrollan

su vocación a pulmón, quitándole horas al descanso y a sus familias,

para que, como pueblo, tengamos identidad, raciocinio, capacidad de

análisis, estímulo intelectual, soñar, encontrar el espejo de nuestros

sentimientos, en suma, superarnos como seres humanos, que en eso

consisten las artes y las ciencias.

  Por lo expuesto, Sra. Presidenta, solicito que estas palabras pasen a

la Sociedad uruguaya de Actores (SUA), al MEC, y a la Comisión de

Cultura de este Cuerpo, para que estudie esta problemática y considere

que pasos dar en conjunto con la Intendencia para el reconocimiento que

se merecen los artistas que se contratan en eventos que organiza el

Gobierno Departamental”.

 

 

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