(Por Enrique Lécaille) Quienes nacimos en la década del 60, en Mercedes, crecimos escuchando de nuestros mayores los ecos de una formidable conquista deportiva de Soriano: el Campeoanto del Litoral en 1955, título alcanzado por un plantel capitaneado por Simón García e integrado entre otros por Ricardo Vargas, Alfredo Roa, Lorenzo Betolaza, Javier Espalter, Walter Salvador, el cardonense Albérico Cuevas, Juan Manuel Martinelli y Eduardo “Hueca” Rodríguez, Miguel Saucedo, José I. García, Antonio Alderette, con la dirección técnica de Francisco Fedullo el histórico Piteta. Llenaban el Estadio Koster, ganaron el torneo más añejo de selecciones del pais y se metieron para siempre en la mejor historia del fútbol litoraleño.
En la noche de este domingo, dejó de existir una de aquellas glorias del balompié sorianense, Alfredo “Toco” Roa (Martínez Roa, en realidad), un zaguero de una calidad técnica que muchos de sus compañeros y adversarios jamás dejaron de destacar. La noticia no dejó de sorprendernos, a pesar de que era público su mal estado de salud (el delegado de Bristol ante la Liga, Henry García, se había referido en alguna oportunidad al difícil momento que atravesaba el ex defensa).
Alfredo Martínez Roa fue uno de los fundadores del Club Con Los Mismos Colores, no obstante lo cual hizo gran parte de su carrera en el Club Bristol. En Bristol, además, fue entrenador. En el profesionalismo, defendió a la Institución Atlética Sud América (IASA) y Peñarol. En los carboneros conformó la zaga central junto al paraguayo Juan Vicente Lezcano, bajo la dirección del famoso técnico húngaro Bela Guttman, en una época memorable para los aurinegros.
Para Franciso “Pancho” Ocampo (amigo, compañero de barrio y fundador también de Con Los Mismos Colores), “Toco” Roa fue el mejor jugador en su puesto. “En una época de grandes jugadores, él fue el mejor en su posición, además de ser un gran muchacho”.
Ocampo destacó además la humildad del zaguero desaparecido: “Ni siquiera cuando jugó en aquel gran equipo de Peñarol cambió su forma de ser. Venía a Mercedes y era siempre el mismo. Incluso nunca dejó de trabajar en la UTE, aun siendo jugador profesional”.
A principios de los 80, “Toco” Roa había sufrido una pérdida que nunca pudo superar, la muerte de su hijo Alfredo, quien había sido golero de Bristol e Independiente, una tragedia que lo marcó para siempre a él y a su esposa, al punto que ya no regresó al fútbol.
Los restos de Alfredo Martínez Roa son velados en sala de la Empresa Naviliat y recibirán sepultura este lunes.
En la fotografía, extraida del libro del Centenario de la Liga de Fútbol de Soriano, Alfredo "Toco" Roa es el cuarto parado de izquierda a derecha en el equipo del '55 campeón del Litoral