Franco Castillo y Braian Ramírez -el primero oriundo de Cañada Nieto y el segundo de José Enrique Rodó-, tienen el honor de representar al Interior del departamento de Soriano en la selección uruguaya que toma parte del Octavo Mundial Sub-22 de Pelota Vasca que se desarrolla en la ciudad de Mercedes.
Ambos se manifiestan felices de poder estar defendiendo la “Celeste” y de estar compitiendo a nivel de una Copa del Mundo. Admiten que es un privilegio enorme y que conservarán por siempre el recuerdo de haber podido defender a Uruguay en un certamen de estas características.
Castillo, en particular, valora muchísimo esta experiencia que está teniendo en el comienzo de su carrera deportiva, consideranso sobre todo las limitaciones que debió afrontar cuando se inclinó por este deporte, en su localidad, por la falta de un instructor. “Nadie podía enseñar y se aprendía únicamente mirando, siguiendo los consejos de los mayores”, explicó a @gesor. En ese sentido, el manista agradece mucho la oportunidad que posteriormente le diera el entrenador mercedario Ulises García, integrante del cuerpo técnico de la selección uruguaya. “Junto a mi hermano Anthony salimos a jugar un par de campeonatos y allí fue donde me vio Ulises, quien me dijo que yo tenía muy buenas condiciones para practicar este deporte”.
Castillo, que vive en Cañada Nieto junto a sus padres y a su hermano, hizo fútbol antes de vincularse a la pelota. “Empecé en Defensor de Cañada Nieto y luego jugué en la Sub-15 de Libertad”.
El rodoense Braian Ramírez, por su parte, también fue futbolista. “Soy hincha de Rodó”, nos dijo con orgullo, al comentar sus inicios en la actividad deportiva. Su primer contacto con la Pelota Vasca fue a través del frontón que está ubicado junto a los silos, en el norte de su localidad. Su especialidad es Pala con pelota de cuero.
Al igual que Castillo, Ramírez reconoce y agradece el apoyo del Centro Pelotaris Mercedes y del técnico Ulises García. “Nos han estado apoyando mucho en los entrenamientos y ahora, en pleno campeonato”. El pelotari rodoense vive en José Enrique Rodó, donde están sus padres y una hermana. Tiene también otras dos hermanas, una en Montevideo y la restante en Rocha.