17 de December del 2024 a las 11:40 -
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Expulsados como los monos
La inmigración ilegal es un fenómeno que aqueja al mundo. Un problema humano de complejas consecuencias sociales, económicas y culturales para el país al que llegan de cualquier manera, con tal de afincarse en él o de servirse de él como trampolín para alcanzar a su destino final.

(escribe prof. Alejandro Carreño T. ) La inmigración ilegal es, por lo mismo, y desde el punto de vista que se le mira, un desahogo para el país de origen y un tremendo dolor de cabeza para el que, sin quererlo o sin saberlo, los recibe. Peor todavía si tras estas maniobras se esconden ideologías “solidarias”, como en Chile, que tanto daño le han causado a la sociedad.

Ciertas organizaciones internacionales dominadas por planteamientos francamente ideologizados como la Agenda 20/30, por ejemplo, que entiende que el mundo “tiene” que ser solidario con estos desplazamientos masivos de inmigrantes “protegidos por los derechos humanos”, imponen a las naciones asociadas absurdas normativas que muchas veces suelen vulnerar la propia Constitución. Algunas naciones se someten sin más, y someten a su propio pueblo a estas normativas aberrantes.

Sociedades como la chilena, por ejemplo, que ha visto cómo estos inmigrantes ilegales provenientes sobre todo de Venezuela, pero también de otros países como Haití, se han apoderado de calles, plazas y han colapsado los ya colapsados, entre otros, sistemas de salud y de educación. Con todo, la forma cómo los países resuelven la expulsión de estos inmigrantes ilegales, dependerá de sus propias leyes y del respeto que sus gobiernos tengan por ellas.

Si prima la ideología disfrazada de “buenismo humanitario”, para recibir elogios de la ACNUR, por ejemplo, en cuanto millones de dólares pagados por su pueblo van a incrementar las arcas de estos organismos internacionales, para que sus personeros recorran el mundo y disfruten la vida a costa de millones de personas, la inmigración ilegal continuará siendo un aliciente incontrolable para estos desplazamientos masivos que, derechamente y sin eufemismos, son un problema insoslayable para cualquier sociedad, puesto que no son los gobernantes quienes sufren las consecuencias de estas verdaderas masas humanas que transgreden todos los protocolos y normativas de los países a los que llegan.

Por lo mismo, es muy fácil y conveniente para gente como Filippo Grandi, Alto Comisionado de ACNUR, declarar que “Es una falta de responsabilidad caracterizar los flujos migratorios de personas como una amenaza”. (La Tercera Domingo, 15 de diciembre de 2024). Falta de responsabilidad para quién o quiénes. Personas como Grandi no tienen ningún respeto por la gente que sufre las consecuencias de estos desplazamientos masivos que ingresan ilegalmente a un país. Es humanitario ser bueno con el sacrificio de los otros.

Pero tampoco se trata de expulsar a estos inmigrantes indocumentados que cruzan las fronteras a escondidas, enjaulados como animales, como lo hace el gobierno de República Dominicana con miles de haitianos, a los que encierra en camiones jaulas y los traslada a la frontera.  De acuerdo con The New York Times, citado por el medio La Tercera del 13 de diciembre de este año, ya se han desterrado a más de 55.000 personas. La idea es expulsar a 10.000 inmigrantes semanalmente.

Se puede comprender la preocupación del Presidente Luis Abinader, que en octubre de este año avisó que la política de inmigración sería mucho más estricta. Pero no se puede apoyar la forma en que son expulsados: verdaderos monos enjaulados. Imágenes que vulneran la dignidad humana y provocan indignación en el mundo.

Con todo, y no obstante lo reprochable que resulte el procedimiento utilizado por el gobierno de Abinader, no debe olvidarse tampoco la ineludible responsabilidad que tienen personas como Filippo Grandi, que alientan estas invasiones masivas y presionan a los gobiernos sin importarles un ápice la realidad que viven estas naciones. Chile, mi país, es un ejemplo incuestionable de estas maniobras políticas manejadas por estos organismos internacionales, con la complacencia de gobiernos como el de Boric, por ejemplo, que un día dijo simplemente que el problema de Chile es que había muchos chilenos.

 

 

(*)  foto The New York Times en Español

 

 

 

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COMENTARIOS
Enviado por: Matias
Muy buen artículo. Felicitaciones. Porque cada vez es más difícil decir las cosas como son. La corrección política, el wokismo y la agenda 2030 están haciendo estragos en la sociedad..La inmigración ilegal y masiva, promovida por ongs cuyos mayores donantes son personas muy ricas y poderosas como Somos, Gates etc, son en definitiva quienes están detrás de todo esto. Creo yo que el objetivo primario es destruir el mundo occidental, Europa sobre todo. Y lo han dicho explícitamente. Una Europa "multicultural", castigando a la raza blanca, al cristianismo, y a toda la cultura y valores europeos. El tema da para mucho más..pero felicitaciones por el artículo.

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