El acto más importante y solemne de los festejos, fue la celebración de la santa Misa presidida por el P. Federico De León, quien estuvo acompañado por el P. Germán Celio y el diácono Aníbal Arroyo, contando con una importante asistencia de fieles del barrio y de nuestra ciudad.

La actividad previa fue el rezo del santo Rosario, pidiendo muy especialmente a la Santísima Virgen por las intenciones hechas llegar por toda la comunidad del Barrio Treinta y Tres.

El Padre Germán Celio estuvo a cargo de la homilía donde resaltó la importancia de la devoción a la Santísima Virgen de los Treinta y Tres desde los albores de nuestra nación, cuando los patriotas se colocaron bajo se protección en la gesta libertadora, del yugo extranjero. Y que “la Santísima Virgen es el mejor medio de unirnos a su divino hijo, Nuestro Señor Jesucristo, pues ambos son inseparables uno del otro”. Continuó “la Virgen es nuestra madre por excelencia y por lo tanto tenemos que confiar en Ella pero, también tomarla como ejemplo en su prontitud y humildad en proteger a los más débiles, frágiles y necesitados”.

En esta oportunidad se cumplen 50 años de la constitución de la comunidad de la Capilla de la Virgen de los Treinta y Tres, pero sin tener una fecha exacta, de esa creación. Ante esto el P. Germán recordó especialmente a aquellas personas que colaboraron para que la capilla fuera una realidad, hace medio siglo atrás.

Posteriormente a la Eucaristía hubo una presentación musical y una convivencia compartiendo una animada merienda.

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La Virgen de los Treinta y Tres fue declarada Patrona por el Papa Juan XXIII, siendo coronada solemnemente en Piedra Alta en 1961. El Papa Juan Pablo II la honró en Tres Cruces (Montevideo) y peregrinó hasta ella en Florida.

El origen de la advocación está ligado a la gesta libertadora de los próceres uruguayos.