El Hospital Evangélico Dolores realizó una actividad abierta a toda la comunidad enmarcada en el “Mes Rosa” en concientización y prevención del cáncer de mama. la “Jornada Rosa” realizada frente a la filiar del Hospital Evangélico en Dolores consistió en una charla con consejos prácticos para el cuidado y la prevención de la salud, destacando la importancia de una detección temprana de la enfermedad. Culminando con actividades recreativas a cargo del instructor Federico Guigou.
Algunos datos sobre el cáncer de mama
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres uruguayas y el mundo; cada año en promedio se registran alrededor de 2000 nuevos casos, lo que se traduce en que cada día cinco mujeres reciben un diagnóstico de este tipo de cáncer, y según estimaciones, una de cada 11 mujeres podría desarrollarlo en algún momento de sus vidas. Solo el 1% de los cánceres de mama corresponden a hombres (Registro Nacional del Cáncer, 2016-2020).
En Uruguay, el cáncer de mama representa la principal causa de muerte por cáncer en mujeres. Según las estadísticas del Ministerio de Salud Pública, cada año fallecen aproximadamente 700 mujeres a causa de esta enfermedad, lo que equivale, en promedio, a dos muertes diarias por cáncer de mama.
Como ocurre con muchos tipos de cáncer, la probabilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad. En nuestro país, el 78 % de los casos se diagnostica en mujeres mayores de 50 años, mientras que el 17 % se presenta en mujeres de entre 40 y 49 años.
El cáncer de mama es tratable si se detecta en etapas tempranas. La extensión de la enfermedad al momento del diagnóstico impacta considerablemente en la tasa de supervivencia. En Uruguay, más del 50 % de las pacientes son diagnosticadas en estadios iniciales (I y II), y menos del 9 % en etapas metastásicas o diseminadas.
Entre los factores no modificables que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama se incluyen la edad, el sexo, antecedentes personales de ciertas afecciones benignas en las mamas, susceptibilidad genética, alta densidad mamaria y antecedentes ginecológicos como la menarca temprana o la menopausia tardía, entre otros.
Los factores modificables relacionados con los estilos de vida que incrementan el riesgo de cáncer de mama son el sedentarismo, el consumo de alcohol, el tabaquismo, y el sobrepeso u obesidad en la postmenopausia.
¿Cómo podemos contribuir a la prevención del cáncer de mama?
• Adoptar una dieta saludable.
• Realizar ejercicio físico.
• Limitar el consumo de alcohol.
• Evitar el tabaquismo.
La detección temprana es crucial, por ello es necesaria la realización del tamizaje mediante un procedimiento que consiste en la mamografía en mujeres sin síntomas con el fin de identificar lesiones precoces o la enfermedad en fases iniciales. El diagnóstico precoz se realiza al presentarse los primeros síntomas, al inicio de la enfermedad.
La mamografía es una radiografía que utiliza rayos X de menor radiación que una placa convencional para crear una imagen de la mama donde se puede detectar el cáncer antes de que sea palpable en un examen físico. Se trata de un estudio con alta sensibilidad y especificidad.
Conocer el cuerpo y estar informados sobre cómo examinar las mamas es esencial para poder identificar cambios que surjan y alteraciones que deban generar alerta.
Los síntomas iniciales de un cáncer de mama incluyen:
• Nódulo en la mama.
• Hinchazón o cambio de forma en una mama.
• Alteraciones persistentes en la piel de la mama.
• Cambios en el pezón.
• Secreción del pezón.
• Nódulos en la axila.
Las recomendaciones actuales sugieren que todas las mujeres asintomáticas de entre 50 y 69 años se realicen una mamografía de tamizaje cada dos años. Para aquellas de entre 40 y 49 años, así como de 70 a 74 años, se aconseja consultar a un médico para determinar el riesgo individual; las mujeres con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama deben someterse a controles más rigurosos y personalizados.