La pasada semana estuvo en Mercedes para presentar su libro el escritor Rafael Courtoisie. Autor de numerosas obras entre poesías, cuentos, y novelas. El pretexto fue la presentación de su libro "Caras Extrañas" editado originalmente en España en 2001y reeditado recientemente en nuestro país. En él toma como punto de partida la toma de Pando, por parte del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) en 1969, para ficcionar una historia y reflexionar sobre aquellos convulsionados años.
En diálogo con @gesor Rafael Courtoisie se refirió a esta obra y a la actualidad de la literatura, en una sociedad como la actual marcada por la inmediatez y por la abrumadora cantidad de información que recibimos y que hace "al mismo tiempo no estamos tan comunicados como creemos".
¿Presentás esta novela que conjuga realidad con ficción? Una realidad de la historia reciente con la ficción.
-"Así es, parte de un hecho histórico en Uruguay hace más de medio siglo, que es la toma, el copamiento de la ciudad de Pando, un hecho muy trágico, muy polémico, pero se despega de ahí para mirar, con cierta perspectiva de ficción, lo que fue ese año 69, 70 en América Latina. Desde una perspectiva que tiene de todo, tiene algo de tragedia, pero tiene también un poco de humor, porque yo creo que en este siglo XXI después pasadas tantas cosas, tantos sufrimientos, de algún modo el humor es lo que conjuga la posibilidad de entender lo que nos ha pasado. No digo solo en Uruguay, en América Latina, y además creo que la narrativa literaria tiene que acercar también, aún dentro de los grandes dramas, un poco de sonrisa, de distancia".
La literatura mira con cierta solemnidad a los hechos históricos, ¿Es por alguna característica uruguaya? ¿No nos deberíamos tomar con humor estas cosas?
-"Demasiado, demasiado. En Uruguay y en otros lados la novela histórica suele ser muy solemne.
Yo lo primero que quiero decir es que Caras Extrañas no es una novela histórica, es de un tema histórico, pero lo que sí tratamos de dejar de lado es la solemnidad. Yo respeto mucho, hay un escritor que quise mucho, que ya no está entre nosotros, que es Tomás de Mattos, que fue muy polémico. Pero aún en Tomás de Mattos, aunque toma con mucha solemnidad los temas históricos diferentes, de todas maneras él ponía unos toquecitos de humor.
Pero sí. Hay otros que cultivan la novela histórica como quien fabrica un monumento de bronce, y yo creo que la historia está viva, por eso tiene que haber un poco de respiración humana".
¿Y qué papel juega la novela hoy y la literatura? Hoy en esta sociedad que está marcada por el corto plazo y por la mirada más chiquita.
-"Bueno, estamos en un mundo de internet, de hiperconexión, de instantaneidad, de imagen; pero al mismo tiempo no estamos tan comunicados como creemos. La literatura, la novela, la poesía, el ensayo, es decir, la escritura reflexiva, creo que nos dan una posibilidad de volver a esa respiración humana, a eso que hemos perdido en parte, que es la presencialidad.
Y uno puede decir, ¿cómo, presencialidad con un libro? Porque con un libro uno tiene tiempo de pensar lo dice, y de pensar un poco lo que le va a responder. No es todo tan acelerado. Estamos en una época, claramente, de otra cultura informática, una galaxia byte; y ahora con este advenimiento de la inteligencia artificial, hay una zona de creación humana que creo que sigue en los libros, en la vieja y querida literatura.
Una cosa que uno a veces no toma en cuenta. Un libro es una máquina de realidad virtual que no necesita conexión, no necesita internet, se activa con los ojos, pero sobre todo con la imaginación. Entonces, yo creo que eso le da muchísima vida al libro de ficción, a la narración y también a la poesía".
El diferencial que tiene el creador es que la inteligencia artificial no va a poder tener la imaginación que puede tener un ser humano.
-"Es que la inteligencia artificial es muy buena a la hora de copiar y repetir, y lo hace muy bien y muy rápido, pero el ser humano sigue creando. Entonces, justamente, una cosa que yo he probado, yo no soy un apocalíptico que rechazo, yo pruebo el chat GPT, y he probado otros.
Lo que le falta a estos algoritmos es justamente el humor y ese calor del humano, del múltiple sentido, de la posibilidad de que cada uno con libertad interprete".
Quizás hasta que el error se disfruta y en la inteligencia artificial no hay error.
-"Yo creo que en la historia de la humanidad el error ha sido una etapa del aprendizaje. Y en la inteligencia artificial creo que hay otros errores. Porque a veces la inteligencia artificial es un algoritmo que saquea los textos que ya escribieron seres humanos. Pero entonces, el error o la diferencia en el punto de vista es magistral.
Es magistral en la escritura. Y cuando digo escritura no digo escribir con pluma, no. Uno puede escribir con un procesador o dictar y que el algoritmo lo pase a palabra.
Pero siempre en la raíz está lo humano".