Medidas Ambientales: Promoción de Prácticas Fitosanitarias Innovadoras
Evidencia
En las últimas décadas se ha verificado un incremento significativo en el uso global de productos fitosanitarios de síntesis para el control de plagas, enfermedades y malezas que afectan a los cultivos agrícolas, reflejado en las importaciones de estos productos.
A nivel nacional, se están desarrollando técnicas de protección de cultivos más sustentables social y ambientalmente, así como la prohibición progresiva de los plaguicidas más tóxicos. Sin embargo, las alternativas biológicas aún tienen una adopción marginal en Uruguay.
Los productos fitosanitarios de base química y alta toxicidad pueden causar contaminación e intoxicación en usuarios y vecinos de las plantaciones, pérdida de inocuidad en alimentos, contaminación del aire y agua, y reducción de la biodiversidad.
Nuestra propuesta: promover la transición hacia el uso de productos fitosanitarios de base biológica (bio-plaguicidas) y otras técnicas de control biológico, así como productos de baja ecotoxicidad. Estas medidas buscan fomentar la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas, asegurando la protección de la salud humana y del ambiente, sin perturbar los reguladores naturales de plagas, enfermedades y malezas, ni el resto del ecosistema.
Argumentos
Existe una creciente preocupación por la inocuidad de los alimentos y la protección de la salud y el ambiente frente a las prácticas agrícolas. Esta preocupación se refleja en el comportamiento de los consumidores, quienes valoran esta orientación, lo cual influye en los precios de los productos y en las barreras comerciales en los mercados.
Acciones
Es necesaria una política de Estado que promueva, de manera progresiva y responsable, la transición hacia modalidades fitosanitarias más seguras en el marco de una agricultura más sustentable. Esta política debe ser apoyada por un esfuerzo conjunto de la institucionalidad del país y las organizaciones sociales y económicas.
Se requiere de apoyos incrementales en educación, investigación, difusión, formación de recursos humanos y regulación, acompañados de estímulos fiscales que recompensen las buenas prácticas agrícolas.
Efectos esperables
Compatibilizar las necesidades económicas de la producción con la protección de la salud de la población en general y de los involucrados en las actividades agrícolas en particular, el cuidado del ambiente para la actual y las futuras generaciones, y la adaptación y mitigación al cambio y a la variabilidad climática.