Se identifica la necesidad de generar una certificación diferencial para aquellos productores de alimentos que se encuentran en una situación intermedia entre la producción común y la totalmente orgánica.  Hoy día a nivel de sistemas y geografía, hay grandes limitantes para producir alimentos netamente orgánicos, dado que no solo compete (o interviene), el manejo in situ del predio en cuestión, sino de su entorno.  Es decir, los requisitos para obtener un sello de 100% orgánico son muy altos, y aunque el productor siga al pie de la tera los mismos, como por ejemplo no usando agroquímicos y/o con una alta inocuidad, debe también respetar una distancia considerable de otros sistemas de producción donde si se usan productos de origen químico, o el rubro de sus linderos lo restringen.  Entonces proponemos que haya una certificación (e identificación en los productos), de aquellas situaciones intermedias, que si son casi orgánicas, pero por las reglamentaciones internacionales no encuadran.  A su vez serviría de apoyo y fomento para otros programas de desarrollo rural de pequeños predios, dándoles la oportunidad de valorar su trabajo, y que en el mercado dichos productos sean vendidos ( o demandados), a mayores precios y a un público cada vez más demandante.  Por último, darle valor a la producción netamente Familiar, incluso en situaciones donde el productor es una persona inmersa dentro de los límites de las ciudades, pero que tiene su forma natural de producir alimentos.  Esta certificación y sello del LATU sería sin costo para el productor Familiar.

Necesitamos de tú apoyo para llevar todo esto adelante.

Pablo Almada - Bielo López Lauber  - DIPUTADOS

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