Hoy quiero referirme a la situación de las veredas y condiciones de accesibilidad para personas en sillas de ruedas o con movilidad afectada. Por un lado está la necesidad de construir rampas (o subidas), en las esquinas, dado que todo los días vemos gente circulando en sillas de ruedas por la calle, incluso en veredas en correcto estado, con el riesgo que esto significa, tanto para el peatón como para el tránsito. Pero atacar este problema no va a ser sencillo si no se reparan las mismas, dado que no tiene sentido hacer una rampa en todas las esquinas, si luego no se puede caminar por desniveles, levantamiento y/o falta de baldosas. Pero para saber dónde estamos parados necesitamos hablar de números y disponer objetivamente con un estado de situación general, que a la fecha pareciera que no existe o no está actualizado. La ordenanza de cercos y veredas en su artículo 2 dice textualmente: ¨Es obligatoria la construcción de veredas en toda la extensión de frentes, sean o no edificados, de los predios fronteros a vías de tránsito pavimentadas comprendidas en los Centros Poblados del Departamento, definidos como tales a efectos de la pavimentación¨. Sabemos que muchas Familias no pueden hacerse cargo inmediatamente de construir una vereda desde cero (o reparar una que esta arruinada), pero se está incumpliendo una norma y afecta a todos los transeúntes. Viendo el tema con un enfoque contemplativo, es necesario que la Intendencia y los Municipios realicen un relevamiento para generar un estado de situación de las áreas donde hay veredas, analizar cuadra por cuadra las mismas y presentarle a la ciudadanía como es la realidad en números. Hasta que ello no ocurra, difícilmente se pueda hablar con propiedad, más de lo que vemos día a día por donde una transita. La inclusión debe hacerse contemplando los derechos de todas las partes, pero también de las responsabilidades. El derecho de todos es el de poder circular sin inconvenientes, no correr riesgo de accidentes o caídas por el mal estado, disponer de rampas en todas las esquinas y que tanto los propietarios (que por ley están obligados a mantener las mismas), y el Gobierno departamental deben tomar cartas en el asunto. Resumiendo, la Intendencia y los Municipios deben actuar para hacer un relevamiento de las veredas a nivel departamental, presentar los resultados a la ciudadanía, y armar un plan estratégico para subsanar estos problemas. Ningún vecino es igual a otro, ni tampoco tiene la realidad/posibilidades, pero la autoridad departamental tiene que dar el ejemplo, tomar las riendas, colaborar en aquellas situaciones que sea necesario y hacer cumplir la reglamentación, de algo tan básico como es la libre y correcta circulación de las personas.
Pido que estas palabras sean enviadas al jefe comunal y a los Municipios del Departamento. Muchas gracias Señor Presidente.