Corría el año 2019 y todas las encuestas pronosticaban una derrota del FA gobernante. Las diferencias de 20 puntos que se barajaban a favor de la entonces oposición ( hoy gobierno) se plasmaron en octubre pero en noviembre la épica remontada del FA casi lo mantiene en el gobierno.
Jaqueado por la situación de inseguridad reinante (muy amplificada por los grandes medios de comunicación), la sensación de la población (en particular la del área metropolitana) era de mucha irritación y queja hacia el gobierno del FA.
A esto se le sumaba que desde 2015 se había producido una ralentización en el ritmo de la actividad económica generándose una pérdida de aproximadamente 30.000 empleos ( de los 300.000 que se crearon desde 2005).
Y en base a éstas dos realidades el Partido Nacional desarrolló su discurso de campaña fustigando fuertemente al FA , haciendo propuestas y promesas de que si llegaban al gobierno las cosas iban a cambiar de raíz ( "se acaba el recreo").
En el Ministerio del Interior activaban un grupo de policías ( Julio Guarteche y Mario Layera entre otros) que se habían formado y especializado en el combate al crimen organizado desde el segundo gobierno de J.M. Sanguinetti y habían atravesado todas las administraciones hasta 2020, habiendo avanzado mucho en la inteligencia y comprensión del delito con un trabajo muy profesional. Nada hacía pensar ese equipo fuera desmembrado, sin embargo fue de las primeras medidas que Lacalle Pou tomó alegando que eran parte del elenco del FA que habían fracasado en seguridad. Entonces se convocó a la vieja guardia policial, muchos de los cuales al poco tiempo fueron relevados por ineficientes, por haber sido formalizados y condenados judicialmente, por apartarse de la ley ( justamente ellos, policías) y otros inmersos en actos de corrupción tras el escándalo Astesiano y Penadés ( escándalos aún sin un final cierto) .
Vino la pandemia y los delitos ( o mejor decir las denuncias) bajaron , en Uruguay y en el mundo.
Y bajo la exclusiva y absurda frase " hay orden de no aflojar" (como si alguna vez la policía hubiese aflojado), se empezaron a divulgar cifras de descenso de delitos (denuncias).
Quedó archidemostrado que la menor movilidad provocada por la pandemia y la (ordenada ?) disminución del uso de las tablets para registrar denuncias en la calle por parte de los efectivos como así también la modificación en los registros de las causales de las denuncias, haciendo disminuir todo esto las denuncias. Pero no sé podía cambiar el registro de los homicidios porque aparecía la prueba del delito: el cuerpo del occiso. Aún así nos encontramos con un recrudecimiento de los homicidios, por la intervención del crimen organizado y formas de asesinato infrecuentes en el pasado. Aquel equipo de policías habían anunciado está cruel realidad. No sé los quiso escuchar. Y tenían razón.
Y se registro un incremento de las muertes dudosas. Que no se computan como homicidios.
2018: 7
2019: 19
2020: 48
2021: 147
2022: 212
2023: 198
Todo parece indicar que este quinquenio va a tener más homicidios que el último del FA.
Más tarde se le planteó al país una insensatez, una ley con carácter de urgente consideración que contenía cambios en toda la estructura del Estado, que si el Parlamento no se pronunciaba igual quedaba aprobada. Se nos dijo que la LUC era " la herramienta " para acabar con la inseguridad. Casi la mitad de la población votó en contra y luego la maravillosa LUC no resolvió la situación sino que las agravó. Y hoy se nos vuelve a querer encantar con la varita mágica de los Allanamientos Nocturnos . Medida que ya esta vigente para casos de violencia doméstica y para allanar empresas pero no el hogar . Medida muy criticada, hasta por los sindicatos policiales
Hoy la primera preocupación de la gente ( como antes) es la inseguridad (76%).
El gobierno multicolor de Lacalle Pou fracasó en su principal bandera de campaña electoral.
Otra gran preocupación es la situación carcelaria ( la escuela del crimen). Desde 1985 no ha cesado de crecer la población carcelaria. Este gobierno recibió 11000 presos y hoy hay casi 17000 y 10000 condenados con medidas sustitutivos. Hacinamiento, carencias y muy poco apoyo a una población jóven, analfabeta, y con consumo problemático a las drogas.
Se corre el serio riesgo que el Estado pierda el control de algunas áreas del sistema carcelario.
Entonces me hago la pregunta del título. Si con su mayor reivindicación cosechó un tremendo fracaso, por qué votar a la coalición republicana ?
También hay otros motivos que oportunamente plantearé.
Aumento de la desigualdad con un crecimiento económico que beneficio a 1 de cada 20 uruguayos,menoscabo presupuestal de la enseñanza y vivienda, perdida de salarios y jubilaciones, la nefasta reforma de la seguridad social que dispuso trabajar más para jubilarse y ganando menos, aumento brutal de personas en situación de calle, y una política internacional inocua que no nos brindó beneficios notorios.
Estos serán temas de futuras notas.