El 70% de las personas que viven en situación de calle en Canelones, en base a un estudio realizado, no tenían problemas con las drogas antes de estar en esa situación, algo que demuestra que son diferentes factores los que influyen en el uso problemático de drogas, dijo el dr. Daniel Radío. El secretario de Junta Nacional de Drogas en diálogo con @gesor opinó que se debe construir trayectorias de vida resiliente, incluyendo a las personas, y que la prohibición ha quedado demostrado que no es el camino.
“Una persona en situación de calle seguramente no tiene chance de no tener un uso problemático de nada, cualquier cosa que use, así sea alcohol, va a tener un uso problemático y entonces uno tiene que tratar de fortalecer el cinturón de protección social, pero además nuestro Sistema Nacional Integrado de Salud tiene algunos problemas con respecto a esto. No creo que sean atribuibles a nuestro sistema, sino en general a los sistemas de salud y es que por un lado nuestros técnicos no tienen la capacitación necesaria para abordar estos temas y por otro a veces nos falta sensibilidad, por ejemplo, para hacer el seguimiento longitudinal cuando una persona consulta por uso de drogas nosotros no podemos perder esa oportunidad para hacer el seguimiento de ese usuario. Si no vuelve más no es responsabilidad de él después que consultó, también es responsabilidad nuestra y hay que seguirlo. Además deberíamos construir la demanda, o sea hay un montón de gente que está teniendo problemas con uso de drogas y que no consulta, y nosotros tendríamos que salir a buscarlo. Eso experiencias en algunos lugares se está empezando a hacer en Uruguay también”.
Pero son discursos repetidos, y el flagelo de la droga, no solo de las drogas duras, sino de las drogas sociales, está atravesando a toda la sociedad y está acarreando problemas de todo tipo. En Uruguay y en el mundo.
-“Sí”.
¿Por qué el sistema político, el sistema de salud, quienes tengan intervención en esto, por qué no se ponen de acuerdo en una política de Estado concreta para volcar recursos y personal para poder trabajar?
-“Bueno, entre otras cosas porque es un problema emergente. Porque tenemos distintos puntos de vista sobre esto, pero en realidad hay bastante instalada una política de Estado. Empieza a haber una política de estado, siempre hay quienes no están de acuerdo, pero empieza a haber una política de estado para abordar esto.
Imagínese, nosotros recibimos sobre fines de año un refuerzo presupuestal muy importante. En la Rendición de Cuentas última tuvimos un refuerzo presupuestal muy importante, una cifra inédita en la historia para un Plan Nacional de Salud Mental y Adicciones. ¿En cuánto consistió la cifra? En 20 millones de dólares. Uno dice, nunca se aplicó tanta plata para eso. ¿Sabe cuánto se gasta en el Sistema Nacional Integrado de Salud? 5.000 millones de dólares. Lo que a nosotros nos parece mucho es nada comparado con lo que se necesita para atender la salud de las personas. Entonces tenemos que dedicar mucho más recursos a esto.
Ahora claro, cuando eso llega al presupuesto hay quien dice, no, ¿por qué esa plata mejor no se la damos para aumentarle el salario a los soldados que tienen todo derecho? Bueno, ese tironeo forma parte de ponernos de acuerdo en que hay que priorizar este tema. Yo creo que de a poquito nos vamos poniendo de acuerdo. El problema va muy rápido, insisto, es un problema que no es del Uruguay, es del mundo.
Por decirle un ejemplo, para que usted tenga idea. En el mundo la producción de cocaína en los últimos 3 años se multiplicó por 3 y se produce en 3 países, Colombia, Perú y Bolivia. Se multiplicó por 3. Tres países que están comprometidos en la guerra al narcotráfico y en 10 años se multiplicó por 3. El uso de todas las sustancias prohibidas en el mundo en los últimos 10 años aumentó el 23%.
Es más, todas las drogas aumentan su uso excepto una, que es el tabaco, que es la única que viene bajando y no está prohibida, lo cual habla muy mal de la prohibición. La única que baja es la que no está prohibida, lo cual me parece que tiene que hacer pensar si nos hemos equivocado algunas recetas.
Hasta el siglo XX las drogas no habían estado prohibidas nunca. Se prohibieron por primera vez en el siglo XX, o sea, es un experimento. Me parece que pasado un siglo deberíamos evaluar si el experimento salió bien o salió mal. Y cuando uno mira los parámetros que caracterizaron este último siglo, yo diría que nunca en la historia de la humanidad nos fue tan mal con las drogas. Nunca hubo tanta variedad y tanta cantidad de drogas, nunca hubo tantos problemas de salud, de seguridad pública, de todo. Nunca tuvimos tantos problemas. Nunca aumentó tanto el consumo cuando se nos ocurrió prohibir.
Esto nos pasa con las drogas que actualmente están prohibidas, nos pasa con todas. El tabaco, es la única que desciende y no está prohibida. El alcohol, cuando decidieron prohibirlo en Estados Unidos, no resolvieron los problemas. La respuesta fue Al Capone, la mafia, el malandrinaje, la inseguridad pública. Lo mismo que nos pasa con las otras sustancias. O sea, el prohibicionismo demostró que no es una respuesta efectiva. Si uno mira para atrás en la historia, cuando no estaban prohibidas, había uso de droga, por supuesto había uso de droga, pero se podían atender y nos podíamos dedicar a eso.
Entre 2006 y 2012 en México gobernó Felipe Calderón. Felipe Calderón dedicó en una guerra frontal al narcotráfico 40.000 millones de dólares. En ese mismo periodo se construyó un hospital en México, un muy buen hospital. Salió 40 millones de dólares. Se perdieron la oportunidad de construir mil hospitales. Mil hospitales por el prohibicionismo.
Mil hospitales se fueron a la guerra contra el narco. Bueno, entonces tenemos que repensar eso, tenemos que empezar a revisar. ¿Y qué quiere decir eso? ¿Cómo salimos del prohibicionismo? Ah, la salida tiene que ser gradual. Y hay que luchar contra la demagogia, contra el populismo”.
¿Usted dice legalización, liberación de la venta?
-“Ninguna de las dos cosas. Yo soy contrario legalizar, porque en realidad si yo hablara de legalizar quiere decir que entendería que lo normal es la prohibición. Liberalizar tampoco. Porque ¿qué nos hereda el siglo del prohibicionismo? Nos hereda un sistema de producción y de distribución muy eficiente que hace que todos sabemos que acá en Mercedes o en Montevideo una boca de venta nos queda a 10 cuadras como mucho. En Montevideo se estima que hay mil bocas de venta clandestina.
Eso es liberalizar. ¿Por qué? Porque los narcos tienen muchos recursos y no tienen ningún escrúpulo y entonces promueven el negocio y lo promueven muy bien.
Y lo que heredamos, no en Uruguay, en el mundo es un sistema de prohibición que pasa que cualquier persona en cualquier ciudad del mundo cuando quiere consumir consume. Y todo lo que nosotros hacemos en el medio, capturar narcos, que en general son los piojos, no es lo importante, incautar droga, incautar bienes, todo eso que hacemos en el medio, al final del camino no dio resultado porque el que quiso consumir consumió. Hay que cambiar de estrategia. ¿Y qué quiere decir cambiar de estrategia? ¿Cuál es la alternativa al prohibicionismo? La regulación. ¿Por qué las drogas están prohibidas? Porque hacen mal para la salud. ¿Por qué no está prohibido el veneno de rata si hace mal para la salud? ¿Por qué no están prohibidos los revólveres que muy saludables no son? ¿Yo puedo ir al kiosco de la esquina y comprar un revólver? No. Porque está prohibido. No. Está regulado. Esa es la alternativa a la prohibición. La regulación. Como se hace con cualquier fármaco de los legales.
Yo no puedo ir a comprar diazepam al supermercado. ¿Por qué? Porque está regulado. Por eso es lo que tenemos que hacer con todas las sustancias”.
Pero hay voces que dicen, la regulación de la venta de marihuana en Uruguay ha llevado a que el narcotráfico se reconvierta y venda otro tipo de cosas y ofrezca otro tipo de ofertas diferentes.
-“Eso siempre va a pasar porque hay gente que quiere vivir del delito. La cuestión es cómo hacemos.
Como pasó en Uruguay, que la mitad de los usuarios del cannabis, la mitad, la mitad del mercado puede acceder al cannabis sin vincularse con organizaciones criminales. No tiene que circular su teléfono entre el submundo de la droga, no tiene que ir a una boca de venta clandestina para comprar, puede ir a una Farmacia y compra. Y eso es un avance en términos civilizatorios porque todos los días nosotros tenemos noticias de un muerto, de un herido o de un detenido en una boca de venta clandestina y nunca tuvimos esa noticia en una Farmacia.
Eso es avanzar en términos civilizatorios. Ah, sí, pero regulamos pero el consumo aumenta. Aumenta donde regulamos y aumenta donde no regulamos.
Usted se cree que en Argentina no aumenta, en Chile no aumenta, en Brasil no aumenta, en Paraguay no aumenta. Mira, acá nos escandalizamos porque agarran una camioneta con 15 kilos de marihuana que parece que la produjeron Uruguay. Pero todos los días se incautan toneladas de marihuana que sale de Paraguay para Brasil donde no regularon el cannabis.
¿Qué quiero decir? El consumo aumenta no gracias a la regulación, a pesar de la regulación. ¿Por qué? Y porque el consumo de todas las sustancias en el mundo está aumentando. Porque quienes manejan el negocio son organizaciones sin escrúpulos. Lo que tenemos que hacer es que ellos no sean quienes manejan el negocio y eso es un pasaje gradual porque al prohibicionismo es un camino al que se entra fácil pero se sale difícil. ¿Por qué? Porque le dimos el negocio a los malos y ellos no lo van a querer soltar.
La prueba del 9 de esto es el día que entrevistaron en la televisión a un conocido narcotraficante uruguayo y le preguntaron ¿Usted está de acuerdo que se legalicen las drogas? No. ¿Quiere más respuesta que eso? O sea, los prohibicionistas están de acuerdo con los narcotraficantes. Es más, hoy en Uruguay las Farmacias recaudan 6 millones de dólares, un poquito más, por año de venta de cannabis que va a la caja del farmacéutico.
6 millones de dólares por año. Pero además hay cultivadores domésticos y Clubes de cannabis. Todo eso nosotros estimamos que están moviendo alrededor de 30 millones de dólares por año.
El día que nosotros elimináramos la regulación, toda esa plata va al narco. Es más, ya iba al narco antes y no sabíamos. Tenemos que hacer lo contrario, no es eliminar, es profundizar la regulación para lograr que esa plata no vaya. No financiemos organizaciones criminales”.
La candidata a vice presidenta por Cabildo Abierto, la dra. Lorena Quintana fue muy crítica con el tema de la regulación. ¿No comparte esas declaraciones?
-“Para nada, no estoy de acuerdo para nada.
Es raro que haya, pero bueno, estamos en campaña electoral, tiene todo derecho a decir esas cosas. Pero van contra toda evidencia. Toda la evidencia demuestra que está equivocada.
Por ejemplo, entre otras cosas que dice es no se entienden el mercado. No entienden el mercado los que creen que se puede impedir que la oferta se encuentre con la demanda. Porque llevamos un siglo, en el mundo, con todas las estrategias bélicas. Porque no es que no puede el Comisario de no sé dónde, con la 38 en la canana. No pudieron las bazookas de los yanquis en México. No pudieron los helicópteros de los Estados Unidos en Colombia. ¿Y creemos que vamos a poder en Uruguay con esa guerra? Eso es gastar plata, pólvora en chimango, porque no resulta”.
¿Es una guerra perdida?
-“Yo no digo que está perdida. Digo que es inútil, porque no la va a ganar nunca nadie. Porque siempre que va a haber demanda y oferta; y la oferta y la demanda se encuentran más tarde o más temprano, porque el agua no sube la pendiente, baja.
Es imposible hacer que suba. La oferta se encuentra con la demanda. En cualquier lugar del mundo, no solo en Uruguay.
En cualquier lugar del mundo que se quiera consumir, se consume. Nadie se queda con ganas de consumir. Los países más prohibicionistas del mundo están en Oriente, son los chinos, los rusos, los árabes. En China y en India se producen todos los precursores del fentanilo del mundo. En Myanmar se producen las metanfetaminas para medio mundo. En Afganistán se produce la mapona, o sea, la heroína, para todo el mundo.
Nadie tiene más problemas con el alcohol que en Rusia. Ellos son los prohibicionistas. No resolvieron nada.
O sea, nos quieren trasladar un discurso de ser tolerancia cero y en realidad es donde tienen más problemas”.