(Escribe Sergio Pérez) En la jornada de hoy, jueves 19 de setiembre se vivió una jornada histórica en el Palacio Legislativo, cuando el Sistema Cultural de la Lana fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial del Uruguay. El acto, encabezado por destacadas autoridades, celebró la importancia de la lana no sólo como producto, sino como un entramado de saberes y prácticas que reflejan la identidad cultural de un país profundamente ligado a su entorno rural. La ceremonia, que reunió a esquiladores, artesanas, productores e industriales, fue más que un reconocimiento institucional: fue un homenaje a quienes, con su trabajo, preservan la herencia lanera de nuestro país.
Este sistema cultural se erige sobre siglos de tradición y conocimiento transmitidos de generación en generación, uniendo a quienes, desde diferentes puntos de la cadena productiva, contribuyen a la economía nacional y a la conservación de una cultura que es tan vigente hoy como en sus inicios.
El evento contó con la presencia de la Vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, quien presidió la mesa junto al Ministro de Educación y Cultura, Dr. Pablo Da Silveira, el Director General de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey, y el Presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana, Alfredo Fros. Durante sus discursos, las autoridades recalcaron la relevancia del sistema cultural de la lana en la economía, el arte y la cultura de Uruguay.
El proceso productivo de la lana
En el acto estuvieron presentes integrantes de la comisión organizadora del Encuentro del Día Nacional del Esquilador. Los esquiladores, como una de las primeras manos que tocan la materia prima en el proceso productivo de la lana, fueron reconocidos no sólo por su habilidad técnica, sino también por su aporte al tejido social y cultural de las comunidades rurales. La labor del esquilador no es sólo económica, sino simbólica, ya que personifica la conexión entre la tierra, el ganado ovino y las tradiciones que han sido transmitidas a lo largo del tiempo.
Una mirada integral del sistema
Leticia Canela, representante de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, fue la primera en tomar la palabra y ofreció una perspectiva holística sobre la declaratoria. Subrayó que el Sistema Cultural de la Lana no puede comprenderse desde un solo punto de la cadena productiva. "Cada uno de los elementos está interconectado", afirmó Canela. Desde la producción ovina hasta el teñido artesanal de las prendas, pasando por la esquila, el hilado y la tejeduría, cada eslabón de este sistema mantiene una relación simbiótica con los demás.
Canela también detalló el proceso de relevamiento etnográfico que se realizó entre los años 2020 y 2023, que incluyó consultas a todos los actores involucrados en el sistema productivo de la lana. Este estudio permitió la elaboración de un inventario detallado sobre las prácticas culturales vinculadas a la lana, así como un análisis de las fortalezas y los desafíos que enfrenta el sector. Destacó la importancia de preservar este patrimonio en un contexto internacional cada vez más competitivo y la necesidad de visualizar el valor de la lana como una fibra natural de excelencia en el mercado global.
El valor del trabajo como patrimonio
El Ministro de Educación y Cultura, Dr. Pablo Da Silveira, continuó la ceremonia subrayando la importancia de declarar como patrimonio los bienes inmateriales, y no sólo los materiales. Hizo referencia al trabajo como un valor patrimonial en sí mismo, destacando que el Sistema Cultural de la Lana no está relacionado únicamente con los productos físicos, sino con los conocimientos y las tradiciones que lo rodean. "La historia de la lana se traduce en prácticas y conocimientos que nos enriquecen como sociedad, y es nuestra responsabilidad protegerlos", señaló.
El Ministro también aprovechó para subrayar el compromiso de su administración con el desarrollo cultural del interior del país, mencionando el esfuerzo por llevar la cultura y el patrimonio más allá de Montevideo. "Nuestro objetivo es descentrar la mirada patrimonial, llevarla hacia el interior y reconocer los bienes culturales que muchas veces han quedado relegados", explicó Da Silveira, quien puso como ejemplo la reciente declaratoria de monumentos históricos en departamentos del interior.
Un legado económico y cultural
El Presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana, Alfredo Fros, se dirigió al público destacando la importancia económica del sector ovino en Uruguay. Resaltó que, aunque en términos de valor monetario la lana ha tenido altos y bajos, su relevancia en la historia productiva del país es incuestionable. "El sistema cultural de la lana no sólo es una fuente de ingreso, sino que también genera empleos especializados y fomenta la sustentabilidad en el medio rural", afirmó.
Fros también abordó los desafíos del sector, mencionando la competencia en el mercado internacional y la necesidad de seguir innovando en la cadena de producción. Subrayó que esta declaratoria no sólo es un reconocimiento simbólico, sino que también debe ser vista como una oportunidad para fortalecer la cadena productiva y abrir nuevas puertas en los mercados globales.