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15 de September del 2024 a las 09:31 -
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La guitarrista Mirta Alvarez se presenta este lunes en el Taller de Ariel Ameijenda en Piriápolis
Su presentación promete ser un encuentro íntimo donde la música y la luthería dialogarán, dando vida a un espectáculo que unirá las orillas del Río de la Plata.

(escribe  Sergio Pérez) En el mundo de la música, la guitarra tiene un lugar especial, no solo como instrumento, sino como puente entre culturas, generaciones y emociones. Este próximo lunes 16 de setiembre, en un rincón artesanal y lleno de historia como lo es el taller del luthier Ariel Ameijenda en Piriápolis, Uruguay, la guitarrista argentina Mirta Álvarez nos invita a recorrer con ella un sendero musical que fusiona tango, folklore y tradición. Su presentación promete ser un encuentro íntimo donde la música y la luthería dialogarán, dando vida a un espectáculo que unirá las orillas del Río de la Plata.

 

Un encuentro entre el luthier y el músico: La madera como el alma del sonido

El primer tema que surge en la conversación con Mirta Álvarez es el estrecho y mágico vínculo entre el luthier y el guitarrista. A lo largo de la historia de la música, este diálogo ha sido esencial para la creación de instrumentos que no solo sean bellos en su forma, sino también en su sonido. “Es un arte donde la madera es el destino”, afirma Mirta, con una pasión que deja entrever la profundidad de esa relación. La madera, viva en su naturaleza, crece y evoluciona con el paso del tiempo y, al ser trabajada por las manos de un luthier experto, se convierte en el vehículo de emociones, historias y sonidos que el músico transmite a su público.

El taller de Ariel Ameijenda, donde se realizará el concierto, es un espacio donde la guitarra no solo se construye, sino que se entiende y se respeta como un ente vivo. Para Álvarez, tocar una guitarra que ha sido creada por manos tan hábiles y con un conocimiento tan profundo del oficio es una experiencia que va más allá de lo meramente técnico. “Cada guitarra es única”, dice, “y cada una tiene una historia que contar”. El arte del luthier, continúa, reside en su capacidad para conocer al músico, entender sus necesidades sonoras y crear un instrumento que refleje esas expectativas.

Mirta explica que una guitarra es una compañera de vida que madura junto con el repertorio que el músico elige interpretar. En su caso, el tango y el folklore requieren una guitarra que pueda expresar una amplia gama de emociones, desde la melancolía hasta la celebración. En este sentido, la guitarra se convierte en un medio para transmitir la esencia misma de la música popular del Río de la Plata.

 

Un viaje por Europa: La resonancia del tango y el folklore en el mundo

La carrera de Mirta Álvarez la ha llevado a recorrer escenarios en todo el mundo, y su reciente gira por Europa es testimonio de la universalidad de la música que interpreta. “Fue una experiencia increíble”, relata, con una mezcla de nostalgia y entusiasmo por todo lo vivido. Durante tres meses, Mirta llevó su música a algunos de los festivales de guitarra más prestigiosos de Europa, desde Francia hasta España, donde el tango y el folklore encontraron un eco inesperado. “Es maravilloso ver cómo nuestra música, que tiene raíces tan profundas en el Río de la Plata, resuena con tanta fuerza en otros lugares del mundo”, comenta.

A lo largo de su gira, Mirta descubrió que el tango y el folklore no solo son apreciados por su belleza melódica, sino también por la riqueza cultural que llevan consigo. En países como Francia, donde la guitarra tiene una larga tradición, la música argentina y uruguaya ha encontrado un espacio propio, compartiendo protagonismo con otros géneros internacionales. Este diálogo entre culturas, que se expresa a través del lenguaje universal de la música, es una de las cosas que más valora Mirta en su carrera. “El tango y el folklore no son solo géneros musicales; son historias vivas, son parte de nuestra identidad como región”, subraya.

Sin embargo, pese a su éxito en escenarios internacionales, Mirta confiesa que regresar al Río de la Plata siempre tiene un sabor especial. “Siempre es un placer volver a tocar en Uruguay”, afirma. “Es como regresar a casa, a nuestras raíces”. El concierto del 16 de septiembre será, en este sentido, un homenaje a esas raíces y una celebración de la cultura compartida entre Argentina y Uruguay.

 

La escuela de Avellaneda: Un faro de la música popular en América Latina

Una parte fundamental en la formación de Mirta Álvarez como guitarrista ha sido su paso por la Escuela de Música Popular de Avellaneda, en Argentina. Esta institución, la primera en América Latina dedicada exclusivamente al estudio de la música popular, ha sido cuna de algunos de los músicos más destacados de la región. Mirta, quien se graduó en las especialidades de folklore y tango, actualmente es parte del plantel docente de la escuela, donde enseña Historia del Tango y Guitarra Tango.

“La Escuela de Avellaneda es un faro en la educación musical popular”, dice con orgullo. “Nos permite conectar a los músicos con sus raíces, pero también nos desafía a explorar nuevas formas de expresión”. En sus clases, Mirta no solo se enfoca en la técnica de la guitarra, sino también en el contexto histórico y cultural que ha dado forma a los géneros musicales que enseña. Para ella, es esencial que los estudiantes comprendan que el tango y el folklore no son solo estilos musicales, sino parte de una tradición viva que sigue evolucionando.

Además de su rol como docente, Mirta también se dedica a la composición y los arreglos, dos áreas que considera esenciales para mantener viva la música popular. “La guitarra es un instrumento que permite explorar infinitas posibilidades sonoras”, comenta. “Cada día es un desafío, ya sea al interpretar una pieza clásica o al crear un nuevo arreglo para una canción tradicional”.

 

El legado de la luthería: Un oficio que sigue vivo en Uruguay

Otro de los temas que surge en la conversación con Mirta es el futuro de la luthería, un oficio que, aunque a menudo pasa desapercibido, es esencial para la música tal como la conocemos. En Uruguay, explica, la tradición de la luthería ha sido mantenida viva gracias a una generación de jóvenes artesanos que han aprendido de maestros experimentados. “Es increíble ver cómo, pese a los desafíos, la luthería sigue siendo un oficio que se valora y se respeta en nuestro país”, dice.

Mirta, que ha tenido la oportunidad de tocar guitarras de algunos de los luthiers más destacados de Uruguay y Argentina, destaca la importancia de preservar este arte. “Cada luthier tiene su propia receta, su propia manera de entender la madera y el sonido”, comenta. “Es casi un microcosmos de investigación y desarrollo, donde cada instrumento es único”. En este sentido, el concierto en el taller de Ariel Ameijenda será también una celebración de la luthería como un arte que nos conecta con nuestras raíces y con el futuro de la música.

La guitarrista también menciona cómo, en otras partes del mundo, el oficio del luthier sigue evolucionando, con nuevas tendencias que están dando forma a la manera en que se construyen los instrumentos. Desde guitarras desmontables hasta innovaciones en la selección de maderas, los luthiers están constantemente buscando maneras de mejorar el sonido y la funcionalidad de sus creaciones. “Es fascinante ver cómo la luthería sigue siendo un campo de exploración”, dice Mirta. “Pero al final del día, lo más importante es la conexión entre el músico y su instrumento”.

 

Mirta Álvarez y sus orígenes en la guitarra: Un viaje que nunca termina

Uno de los momentos más emotivos de la entrevista ocurre cuando Mirta habla de sus inicios en la guitarra. Comenzó a tocar el instrumento a los siete años, en un ambiente familiar donde la música siempre estaba presente. “Crecí escuchando tango y folklore en casa”, recuerda. Su formación en el conservatorio clásico la dotó de una base técnica sólida, pero fue en la música popular donde encontró su verdadera pasión. “El tango y el folklore siempre estuvieron en mi corazón”, dice con una sonrisa.

Tras completar sus estudios en el conservatorio, Mirta decidió seguir explorando la música popular, estudiando con algunos de los maestros más influyentes de Argentina, como Aníbal Arias y Ángel “Quelo” Palacios. Hoy, como docente y como artista, sigue profundizando en esa tradición, pero también busca nuevas formas de expresión a través de la composición y los arreglos.

Mirta menciona con orgullo a su tío Horacio Otero, conocido como el “Puestero Payador”, quien ha tenido una gran influencia en su amor por lo criollo. “Mi tío ha viajado muchas veces a Uruguay para compartir su arte repentista”, comenta con emoción. Este legado familiar ha sido una fuente constante de inspiración para Mirta, quien, a lo largo de su carrera, ha buscado mantener vivas las tradiciones musicales del Río de la Plata.

Este amor por las raíces criollas no solo ha sido una influencia personal, sino que también ha moldeado su carrera artística, permitiéndole desarrollar un estilo único que combina técnica y sensibilidad. Además de interpretar el repertorio clásico de tango y folklore, Mirta ha explorado ritmos que a veces son olvidados, como la cifra, el estilo y la vidalita pampeana. “Es fundamental mantener vivas estas formas musicales que, aunque no tan populares como otras, representan nuestra identidad más profunda”, asegura.

Mirta también compartió con nosotros una noticia emocionante: a finales de este año lanzará un nuevo disco de composiciones propias. Este trabajo incluirá piezas que reflejan los paisajes sonoros de Argentina y el Río de la Plata, explorando las múltiples facetas de la guitarra como acompañante, solista e incluso como un puente hacia la voz. “La milonga, que es parte esencial de nuestra música, estará muy presente en este disco”, adelanta. 

 

La conexión entre la música y el espacio: El concierto en el taller de Ariel Ameijenda

Uno de los aspectos más fascinantes del concierto del 16 de septiembre será el lugar donde se llevará a cabo: el taller del luthier Ariel Ameijenda. Este espacio  es reconocido como un lugar donde cada instrumento cuenta una historia única, y donde el sonido natural de la madera resuena con una autenticidad casi mágica. Para Mirta, tocar en este tipo de lugares es una experiencia que no tiene comparación. “Es muy diferente tocar en un espacio así, rodeada de la madera que le dio vida a mi guitarra. El sonido que se crea es mucho más íntimo, más cálido”, explica con entusiasmo.

Además de resaltar el trabajo artesanal de Ameijenda, Mirta también hizo hincapié en la importancia de la acústica del lugar. “Un concierto en un espacio así permite una conexión más profunda entre el músico, el instrumento y el público. No hay barreras, solo la música fluyendo de manera natural”, añade. La capacidad del taller es limitada, lo que también garantiza que el público podrá disfrutar de una experiencia más cercana y personal con la música.

Mirta también mencionó que las entradas para el concierto serán distribuidas a través de un sistema de reservas, ya que el aforo es reducido. Para aquellos que aún no han conseguido su lugar, sugiere escribir al correo arielameijenda@gmail.com o buscar los detalles en sus redes sociales.

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