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10 de September del 2024 a las 21:49 -
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¿Turistas nazi tenemos?
Compartimos un interesante artículo de investigación histórica de  Emilio Hourcade Leguísamo, incluido en el N° 22 de la Revista Digital Soriano Fluvial

Se ha publicado una nueva edición de la Revista Digital “Soriano Fluvial”, iniciada la serie hace ya más de 10 años, con este número alcanzó la edición N°22, la que contiene los siguientes temas:

  • La Isla Pichón
  • ¿Turistas nazi tenemos?
  • Cándido Olivera

“Vivir ignorado, pero no pervertido”

    El enigmático personaje de Villa Soriano y su

    Casona (ex Hotel Olivera) junto al Río Negro

Recordamos que el acceso a dicha publicación en libre y gratuito, pudiéndose acceder a través del blog sorianofluvial.blogspot.com, tanto a esta nueva edición, números anteriores, libros y diversos artículos.

Seguidamente y como modo de adelanto, reproducimos uno de sus artículos, invitando al público en general a visitar el blog antes mencionado.

 

¿Turistas nazi tenemos?

 

En el mes de abril del año 1941, la presencia en el Río Negro de una embarcación tripulada por un matrimonio alemán no pasó desapercibida, y por el contrario, alguno de los medios escritos de la región tituló «¿Turistas nazis tenemos?»

El bote “Heinmuck”, matriculado con el N° 5485 en la Dirección de la Marina Mercante de la Prefectura General del Puertos, había llegado el 16 de abril al Río Negro, anclando frente a la Isla Vizcaino propiedad del Sr. Miguel Barriola, estando a bordo del mismo Herbert Hans Hugo Heise, alemán de 36 años de edad, acompañado de su esposa Eharlotte Gebel, también alemana, con quien había contraído matrimonio en la ciudad de Montevideo el 7 de enero de 1936.

Respecto al nombre «Heinmuck» de la embarcación, en aquellos años era popular en Alemania el cantante y actor Hans Albers, quien si bien nunca apoyó explícitamente al nazismo, era integrante del Partido Nacionalsocialista de Alemania, siendo el intérprete más importante de ese país entre 1930 y 1945, y creador, entre otras, de la canción «Hein Mück» que contaba las peripecias de un marinero con ese nombre a lo largo y ancho de todo el mundo.

En cuanto al matrimonio alemán, en viaje de boda habían ido a Alemania volviendo poco tiempo después para radicarse en la capital uruguaya.

Al respecto, la prensa informó: «Heis (Heise) tiene 14 años de residencia en nuestro país y tiene libreta de chauffers expedida en Montevideo. Hasta el comienzo de la guerra trabajó en una fábrica de celuloide de su propiedad.

Por informes que hemos obtenido sabemos que Heis (Heise) recibe actualmente de Alemania por intermedio del Banco Alemán Transatlántico en Montevideo la suma de $ 111 mensuales, dinero que cobra en dicho banco su apoderado Walter Wagner y lo remite a Mercedes. Según ha manifestado el propio Heis (Heise) ese dinero se lo envía su familia desde Alemania, proveniente de rentas que él posee en su país.

El yacht está anclado a unos 4 metros de la costa, teniendo un pequeño bote para llegar a tierra, en donde han instalado fábrica para depósito de combustible. En una carpa tienen la cocina en la que se observa toda clase de comodidades. La despensa está surtida como la de pocas casas de familias, hay de todo, nada falta. Tienen varias gallinas sueltas para el consumo.

Estos extraños turistas de invierno configuran sin duda un caso bastante raro y no estaría demás que las autoridades correspondientes se interesaran en conocer otros detalles de su vida, que podrían resultar de interés conocer antes que sea tarde…».1

La noticia fue recogida por la prensa tanto de Fray Bentos como de Mercedes, por lo que, pocos días después de aquella primera información, el diario «Acción» da cuenta de que, el matrimonio alemán había sido intimado por el dueño de la «Isla del Vizcaíno” don Miguel Barriola, a abandonar el sitio en donde se habían instalado.

El aspecto que más sospechas levantaba era el dinero que mensualmente recibían por transferencia a través de una institución bancaria alemana. También la tenencia de cartas náuticas de nuestros ríos causó sorpresa cuando las autoridades policiales visitaron la embarcación, respondiendo los indagados «que les servían de guía para seguir en navegación».2

Notificados del desalojo, el matrimonio alemán solicitó un plazo de 4 días para evacuar el campo y así trasladarse a otro sitio que estaría en las costas del Río Uruguay.

Pocos días después, la embarcación sería llevada por las autoridades a Fray Bentos, trasladándose sus tripulantes por unos días a Montevideo, pero sin que trascienda ninguna novedad respecto a las investigaciones que sobre ellos se realizaban.

Si bien sería recién en enero de 1942 que el gobierno uruguayo rompería relaciones con el «Eje» (Alemania, Italia y Japón), mientras que habría que esperar hasta febrero de 1945 para que les declarara la guerra a Alemania y Japón, una porción de la población mostraba su franco rechazo al fascismo y nazismo, siendo muestra cabal de ello cuando «estudiantes liceales, canillitas y obreros, realizaron una demostración de repudio al nazismo y al órgano que lo representa en nuestro país, quemando frente a la estatua de la Libertad los ejemplares del diario, que como sarcasmo, lleva su nombre y que acababa de llegar desde la capital.

Se ha expresado así, con indignada violencia, una vez más, el repudio que nuestro pueblo siente hacia el totalitarismo y sus admiradores de estos lugares». 3

Cabe precisar que, en esa época la Estatua de la Libertad se encontraba en la actual Plaza Independencia, pero a mediados de la década de 1940 fue llevada a la actual Plaza Rivera, donde un rayo la destruyó el 26 de agosto de 2020.

Justamente «Libertad» era el nombre de aquella publicación tildada de nazi, habiendo llegado por error en esos días a la redacción de «El Radical» los ejemplares dirigidos a los suscriptores de Mercedes. El diario colorado publicó el nombre de a quienes venían remitidos los ejemplares, dejándolos expuestos ante la opinión pública y avisando que, si no los retiraban en 24 horas, serían destruidos.

El ambiente en Uruguay se tensaba aún más cuando el 29 de junio de 1941 y en momentos en que por las calles de la ciudad de Durazno varios grupos de estudiantes desfilaban en protesta contra el nazi-fascismo, se encuentran y enfrentan con una caravana automovilística encabezada por el Diputado Alejandro Kayel, director del diario nazista «Libertad».

Desde el vehículo en que se desplazaba Kayel y varios allegados, se produjeron varios disparos que terminaron matando a un anciano llamado Gregorio Morales, e hiriendo a varias personas más.

Mercedes volvería a reaccionar ante este atentando, desarrollándose al día siguiente, un acto en la Plaza Independiente organizado por «Instituciones Democráticas de Mercedes».4

Como anécdota de aquel acto, culminado el mismo «varios centenares de personas se dirigieron a varios comercios locales sindicados sus propietarios como simpatizantes con el nazismo, comercios estos que a la exhortación hecha al efecto se negaron a clausurar sus puertas a la hora del mitin, y fue en dichas casas donde esa gran masa del pueblo, exteriorizó su protesta, rompiendo vidrios y puertas. Con los mismos fines, fue visitado el consulado italiano, rompiendo los manifestantes, a pedradas, los vidrios de las ventanas». 5

Sobre estos sucesos, recuerdo lo que personalmente me contó el nieto de un comerciante italiano cuyas vidrieras fueron apedreadas en aquella oportunidad. Su abuelo estaba dentro del comercio y veía quienes eran los vecinos que tiraban piedras contra su comercio, siendo los mismos que días siguientes, volvían al mismo, pero a pedirle fiado distintas mercaderías que necesitaban.

Volviendo al matrimonio alemán embarcado en el yate “Heinmuck”, para agosto del año 1941 llegan noticias que ahora se encontraban ubicados en la «Isla del Durazno», en el Río Uruguay frente a Nuevo Berlín.

La prensa no cesaba de referirse a ellos, resultándoles llamativa la quietud de las autoridades ante «esa sospechosa presencia de alemanes junto a la costa de nuestro departamento». 6

Y esa sospecha se alimentaba por ser «alemanes de origen, sin ocupación conocida, sin medio conocidos de fortuna que le permitan llevar la vida que llevan y viviendo de una cantidad crecida que regularmente les llega todos los meses de Alemania, por medio del Banco Alemán de Montevideo».

El diario «Imparcial» de Fray Bentos no trepidaba en insistir sobre este tema dejando deslizar alguna complicidad con las autoridades al mencionar que cuando el yacht estuvo detenido en el puerto de esa ciudad, «sus tripulantes y la representación superior de la aduana local, viajaban por “casualidad” simultáneamente a Montevideo».

Al regresar el matrimonio alemán a Fray Bentos, se embarcaron nuevamente y partieron sin problema con rumbo desconocido, apareciendo días después frente a Nuevo Berlín, acompañados por un ruso llamado Demetrio Goroncheko, trascendiendo que este tendría antecedentes policiales y judiciales tanto en Río Negro como en Montevideo.

En cuanto a Herbert Heise, en su edición del 12 de agosto de 1941, el «Imparcial» agregaba que recientemente había ido a Berlín, «al parecer con algún cometido importante e iba elegantemente vestido de azul, traje parecido al de la marina nazi, y sin ser muy observador pudo notarse que hacía ostentación de su holgura económica y de su bien pasar, que no ha de ser adquirido seguramente solo con el producto de la caza, de la pesca y de la vida tranquila…

Estamos sin duda, axiomáticamente frente a un caso de apacible, pero segura y firme penetración nazi, caso más grave de lo que a primera vista parece y en el que insisten, con presencia bien teutona el famoso matrimonio, que ha encontrado ahí campo propicio».

Pasan los meses y las peripecias del «Heinmuck» no cesan, por lo que en octubre de 1941 se informa que dentro de las acciones judiciales que se venían llevando a cabo en el país por parte del Juez de Instrucción Julio César De Gregorio y el Fiscal Dr. Bauzas contra las actividades antinacionales desarrolladas por simpatizantes del nazismo y el fascismo, era inminente la ocupación de una pequeña embarcación anclada en el Río San Lucía. Dicha embarcación no era ni más ni menos que el yate «Heinmuck».7

Según declararía el mismo Ministro del Interior Pedro Manini Ríos, «el alemán Heise era vigilado desde hacía un tiempo por las autoridades, y no obstante figurar como un modesto carpintero, sería un avezado técnico, habiendo construido él mismo el yate con el que realizaba periódicas recorridas por diversas zonas del Río Negro haciendo observaciones y estudios que se consideran peligrosos para la integridad territorial». 8

En la publicación «Deutfches Unfchriftenbuch für Uruguay - Guía de la Colectividad Alemana 1936 – 1937», no solo se incluyen avisos comerciales básicamente de empresas o empresarios alemanes en nuestro país, sino que también se agrega una guía alfabética de los miembros de esa colectividad. También en su interior, se puede encontrar propaganda del régimen que ostentaba a la esvástica como su símbolo, tal como del «Die Deutsche Arbeitsfront DAF» (Frente de Trabajo Alemán) que, fundada por Adolf Hitler en el año 1933, se terminó convirtiendo en la mayor organización de masas nazi.

Dentro de las páginas de esta guía, justamente aparece el nombre de Herbert Heise.

Días después, el yate «Heinmuck» vuelve a anclarse frente a la isla «Durazno» en el Río Uruguay, pero desde allí es conducido por parte de las autoridades argentinas a Concepción del Uruguay (Provincia de Entre Ríos), quedando a disposición del juez federal. 9

Las noticias de esta embarcación y del matrimonio alemán que la tripulaba ya no se sucederán, pero no fue un caso aislado en la historia fluvial de nuestra región.

En esa época se desarrollaba la construcción de la Represa Rincón del Bonete sobre el Río Negro, y Leonardo Borges, en su libro «Nazis en Uruguay» expresa lo siguiente: «construida gracias a la cooperación entre la Alemania nazi y Uruguay, se convertirá en un punto de apoyo nazi en el interior del país.

La población allí radicada estará en el ojo de la tormenta de la Comisión Investigadora de Actividades Antinacionales del Parlamento…

Dicha comisión concluyó sobre Rincón del Bonete:

  1. Están probadas las actividades políticas nazis en la localidad del Rincón del Bonete.
  2. Está probada la presión moral ejercida en obreros y empleados en la contribución llamada “Ayuda de Invierno”.
  3. Está probada la germanización de niños nacidos en el Uruguay».

Al respecto, más adelante agrega: «La escuela 56 de Rincón del Bonete fue fundada el 18 de julio de 1937 y será una de las escuelas puestas en jaque por las investigaciones. Allí nos encontraremos con una típica escuela uruguaya, pero con el Pabellón Nacional flameando junto con la esvástica a su lado. Al ingresar podemos encontrar, en un salón de clase típico de aquellos años, una imagen de José Pedro Varela y del otro lado del pizarrón la de Adolf Hitler. En el fondo del aula se puede leer la frase “Sabemos que vamos a ayudar a la verdadera victoria”».10

Borges agrega: «Los ingenieros estaban todos afiliados a la sección uruguaya del Partido Nacionalsocialista.

La represa funcionaba bajo la égida del nazismo, sus ideas antisemitas y su concepción de raza superior».11

En épocas en donde alguna navegación aún se hacía por el Río Negro río arriba de la ciudad de Mercedes, en abril de 1942 llama la atención la llegada a esta ciudad de un navegante italiano llamado Carlos Spori con una embarcación parecida a un hidroavión12, quien había fondeado «su raro barco procedente del Rincón del Bonete.

La sola circunstancia de proceder de donde procede el navegante de referencia, lo hizo de inmediato objeto de preocupación para la gente».13

Queda claro en ese artículo el clima antinazi reinante en el Uruguay y la alerta con que se vivía todo lo relacionado a la población de la represa que se venía construyendo.

Según la prensa, tanto la Jefatura de Policía como la Receptoría de Aduana tomaron intervención en el tema, agregando que «se dará intervención a la Justicia Letrada, por lo que se relaciona con la presencia de dos menores en la curiosa embarcación, cuya inseguridad parece evidente.

Bajo la más sencilla e inofensiva apariencia, procuran ocultar sus designios los elementos de la quinta columna que debemos perseguir a sol y sombra en estos momentos».

La preocupación surgía fundamentalmente de los vecinos de la zona portuaria y más se acrecentó aún, cuando al otro día de llegar el extraño navegante desde Rincón del Bonete, llega un yate con Giuseppe Valentini a bordo, cónsul italiano en Buenos Aires sindicado como fascista por la prensa mercedaria, indicando además que «este señor ha fondeado su embarcación junto al raro y curioso barquichuelo procedente de Rincón del Bonete. Ahora son dos, con este señor representante fascista, los que están en nuestro puerto.

¿Coincidencia?».14

El término «quinta columna» tiene su arraigo en la Guerra Civil Española y señala a quienes camuflados dentro de la población, apoyaban a los enemigos o bando contrario, exigiendo parte de la prensa estar atentos y se drásticos con ellos: «los de aquí de nuestro mismo Pueblo de Mercedes, que mañana si la magna desgracia llegara a suceder, serían nuestros verdugos, merecen ser marcados a fuego, señalados con la marca infamante de los réprobos, con el desprecio soberano digo de sus asqueantes pensamientos». 15

Antes de finalizar el año 1942, se anuncia que en Paysandú se había allanado la granja de un alemán apellido Hartwich y se habían encontrado diarios y revistas nazis, mapas del Uruguay y fotos de puerto de esa ciudad. En el pueblo Porvenir, también en el departamento de Paysandú, se anuncia que se había detenido a un japonés llamado Taro Ogawa, hallándosele un cuadernillo con emplazamiento de puentes y recorrido de trenes.16

Días después, en la costa argentina sobre el Río Uruguay, un menor había encontrado varias cajas sumergidas, las cuales, al sacarlas y abrirlas, resultó que contenían 20.000 balas de máuser de fabricación alemana. Las cajas estaban en perfecto estado por haber sido envueltas en lonas impermeables.

Al respecto la prensa manifestaba que existían fundadas sospechas de que se estaba ante un complot nazi.17

La Segunda Guerra Mundial iniciada en 1939, más la influencia del nazismo y el fascismo, afectaron al mundo entero de distinta manera, y el Uruguay no fue la excepción.

El 20 de julio de 1940 se promulga la Ley 9943 de Instrucción Militar Obligatoria en la cual, en su artículo 1 dejaba muy claro su cometido: «Todo uruguayo tiene la obligación de defender militarmente a la República y de cumplir con el régimen legal de instrucción militar que lo habilita para ese fin».18

En ese estado de alerta y ante la necesidad de defensa ante un eventual ataque militar, la Dirección Departamental de Defensa Pasiva realizaría «ejercicios de oscurecimiento» de la ciudad, en un simulacro de ataque aéreo.

El ejercicio comprendía también la instalación de puestos de socorro atendidos por enfermeras voluntarias, servicios contra incendios, también de descombro, dándose la señal de ataque aéreo que provocaría el paro total de actividades, de los transeúntes y de los vehículos.

El ejercicio estaba proyectado realizarse cualquier día después del 10 de diciembre de 1943, para lo cual se instruyó a la población de cómo se les daría aviso del mismo: «Se producirán dos guiñadas en el alumbrado y 5 minutos después, se apagarían todas las luces de la calle». 19

Durante el ejercicio, los peatones tenían prohibido encender fósforos o encendedores, y los que fumaban, debían ocular su cigarrillo.

Los vehículos, solo podían circular si habían oscurecido sus faros con papel, pintura, etc., no pudiéndose ver su luz a más de 300 metros.

Todas las casas y edificios, debían apagar sus luces, y el sonar de las campanas de la Catedral y Capilla, más el de las sirenas de «El Radical» y «Pamer» en forma intermitente, indicarían que los aviones enemigos habían llegado. La ciudad se dividió en zonas, correspondiendo a cada una de ellas un Jefe de Manzana, siendo los mismos Arturo Nonnenmacher, Luis Maglia, Martín Abreo, Doroteo Maneiro, Artemio Calo, Miguel Frabasile y Luis Martorano.20

Completaba el ejercicio la radio local CX 52 Radio Litoral Soriano, quien trasmitiría directamente desde el avión de observación todas las incidencias del ejercicio.

El 27 de diciembre de 1943 el ejercicio se llevó a cabo a partir de las 21,04 horas, resultando un éxito, siendo la única ciudad del litoral en la cual el simulacro se hizo en forma sorpresiva.

Sin duda que existieron espías y simpatizantes nazis en el Uruguay y el conocimiento geográfico de la región era un aspecto de suma importancia para la inteligencia militar, pero como lo menciona Leonardo Borges en su libro «no todos los alemanes en Uruguay eran nazis, de hecho, muchos de ellos se colocaron en la vereda de enfrente y fundaron organizaciones antifascistas».21

El peligro de que el rechazo al nazismo desembocara en una «cacería de brujas» existió, y en oportunidades, se veían nazis en donde no había, pero las historias que hemos mencionado en este trabajo, bien nos pueden hacer considerar que la presencia de simpatizantes o espías nazis observando y tomando nota de nuestros ríos, geografía y medios de transporte y comunicación, no son ideas descabelladas y por el contrario, es otra faceta más que tiene para contarnos nuestra historia fluvial.

 

Referencias

1 “Imparcial”, Fray Bentos, 30 de mayo de 1941

2 “Acción”, Mercedes, 11 de junio de 1941

3 “El Radical”, Mercedes, 25 de junio de 1941

4 “Acción”, Mercedes, 30 de junio de 1941

5 “Acción”, Mercedes, 1 de julio de 1942

6 “Imparcial”, Fray Bentos, 12 de agosto de 1941

7 “Acción”, Mercedes, 1 de octubre de 1941

8“Acción”, Mercedes, 3 de octubre de 1941

9 “Acción”, Mercedes, 8 de octubre de 1941

10 Borges, Leonardo, “Nazis en Uruguay 1922-1942”, Penguin Random House Grupo Editorial, Montevideo, año 2024, Pág. 99-100

11 Borges, Leonardo, “Nazis en Uruguay 1922-1942”, Penguin Random House Grupo Editorial, Montevideo, año 2024, Pág. 103-104

12 “El Radical”, Mercedes, 7 de abril de 1942

13 “El Radical”, Mercedes, 8 de abril de 1942

14 “El Radical”, Mercedes, 10 de abril de 1942

15 “El Radical”, Mercedes, 10 de abril de 1942

16 “El Radical”, Mercedes, 3 de setiembre de 1942

17 “El Radical”, Mercedes, 31 de diciembre de 1942

18 https://www.impo.com.uy/bases/leyes/9943-1940

19 “El Radical”, Mercedes, 8 de diciembre de 1943

20 “El Radical”, Mercedes, 17 de diciembre de 1943

21Borges, Leonardo, “Nazis en Uruguay 1922-1942”, Penguin Random House Grupo Editorial, Montevideo, año 2024, Pág. 133

 

 

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