En el Encuentro “Raíz” que se viene realizando en la UTEC Mercedes, la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano  participó con la presentación del libro del historiador Gabriel Quirici, “Uruguay siglo XX una historia colectiva en movimiento. De Don Pepe Batlle a Tabaré Vázquez", tema del cual nos ocuparemos en nota aparte.

En la presentación María Ingold, en representación de la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano recordó que este 30 de agosto se recuerda el día de las personas detenidas desaparecidas. Expresando:  “El delito de desaparición forzada es un delito continuado. Es decir: se sigue cometiendo hasta que aparezcan. Cada día que pasa sin saber qué fue de las personas desaparecidas, es un día más en que el delito se comete. Hoy se está cometiendo el delito.

En esta semana, en un supermercado en Montevideo, al sobrino de Oscar Tassino, detenido desaparecido en la última dictadura civil y militar, le dejaron en su auto una cinta que decía: “Yo sé dónde están y vos podés terminar igual”. Repudiamos este tipo de amenazas que reivindican actos tan inhumanos.

En Uruguay, el terrorismo de Estado secuestró, torturó y desapareció a 197 personas.

Hace pocos meses se lograron identificar los restos hallados el año pasado en el Batallón 14 del Ejército Nacional. Era Amelia Sanjurjo. Hace algunas semanas, más restos humanos fueron hallados, muy cerca de allí. La búsqueda continúa.

La desaparición forzada es un delito cruel, que afecta -sin dudas- a la persona desaparecida, pero que afecta también a su familia, a su entorno más cercano y a la comunidad toda. La sociedad toda resulta dañada cuando la impunidad es tal que un ciudadano o una ciudadana puede desaparecer en manos del Estado cuya función es protegernos.

Hoy, 30 de agosto, día de las personas desaparecidas, sus ausencias se hacen más presentes. Son ausencias que vienen del pasado pero duelen ahora. Las personas faltan ahora, en el presente. Un presente cargado de incertidumbre, cargado de no saber dónde están. Es decir: no saber ¿qué fue lo que pasó -exactamente- con cada uno de ellos y ellas? ¿quiénes son los responsables? ¿qué medidas de justicia se van a adoptar? ¿cómo va a reparar el Estado uruguayo este dolor? ¿cómo garantizar la no repetición?

Frente a tanto dolor y a tanta injusticia, como sociedad podemos ayudarnos a NO OLVIDAR. No olvidar las manos de Elba, cargando a su bebé. No olvidar las clases de matemática de Popeye, la ilusión de Luján de hacerse músico, las construcciones de Omar, los pasos de Ricardo, la alegría de Tito, las asambleas estudiantiles con Nebio, el gusto por el fútbol de Modesto, la bicicleta del otro Ricardo, la sonrisa del Pelado. No olvidarlos y hacerlos PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE.