
La viruela símica es una enfermedad causada por un virus; puede propagarse entre las personas y, en ocasiones, desde el entorno a las personas, a través de objetos y superficies que haya tocado alguien infectado. En contextos donde algunos animales son portadores de la viruela símica, esta también puede transmitirse de los animales infectados a las personas que hayan tenido contacto con ellos.
Los síntomas comunes son erupciones cutáneas o lesiones mucosas que pueden durar de 2 a 4 semanas, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos. La erupción aparece en forma de ampollas o lesiones en la piel y puede afectar la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la ingle y las regiones genitales o anales. Estas lesiones también pueden aparecer en la boca, la garganta, el ano, el recto o la vagina, o en los ojos.
En la mayoría de los casos, los síntomas de la viruela símica desaparecen por sí solos en unas pocas semanas con tratamientos sintomáticos, como medicamentos para el dolor o la fiebre. Sin embargo, en algunas personas, la enfermedad puede resultar grave o provocar complicaciones médicas, e incluso la muerte. Las personas con síntomas graves de viruela símica pueden requerir ingreso hospitalario, cuidados de apoyo y medicamentos antivirales para reducir la gravedad de las lesiones y reducir el tiempo de recuperación.
Los recién nacidos, los niños, las embarazadas y las personas con inmunodeficiencias subyacentes pueden tener más riesgo de padecer síntomas más graves. Las embarazadas pueden transmitir el virus al feto; contraer la viruela símica durante el embarazo puede ser peligroso para el feto o el recién nacido. Entre los niños, el riesgo de contraer la forma grave de la viruela símica puede ser mayor que el de los adultos.
La viruela símica puede transmitirse a los seres humanos por contacto físico con personas infectadas, materiales contaminados o animales infectados.
Formas de transmisión
- Contacto físico estrecho con alguien que tiene síntomas (cara a cara, abrazos, masajes y besos).
- Contacto piel con piel durante las relaciones sexuales (sexo oral y sexo con penetración vaginal o anal). Tocar los genitales (pene, testículos, labios y vagina) o el ano de una persona con viruela símica.
- Contacto con los granos, ampollas o costras que aparecen con la enfermedad.
- Contacto con objetos, tejidos (ropa, sábanas o toallas) y superficies que hayan sido utilizadas por alguien con viruela símica.
- Contacto con saliva y gotitas de saliva, a través de besos o estando cerca cara a cara.
- Al tocar tejidos y objetos durante las relaciones sexuales que hayan sido utilizados por una persona con viruela símica y que no hayan sido desinfectados, como sábanas, toallas y juguetes sexuales.
¿Cómo protegerse de la viruela símica?
Para protegerse de la viruela símica debe evitar el contacto estrecho, incluido el contacto sexual, con personas con viruela símica o que se sospecha que puedan tener la enfermedad.
- Motívele a aislarse y cubrir cualquier lesión de la piel (con un vendaje ligero o ropa sobre la erupción).
- Cuando este? físicamente cerca, use mascarilla, tanto usted como la persona enferma y su cuidador.
- Evite el contacto piel con piel y use guantes desechables si tiene contacto directo con las lesiones.
- La?vese las manos regularmente con agua y jabón o fróteselas con gel a base de alcohol, sobre todo después del contacto con la persona infectada, su ropa, sábanas, toallas y otros artículos o superficies que haya tocado, o puedan haber estado en contacto con sus erupciones o saliva (cubiertos y platos)
- Lave las prendas de vestir, toallas, sábanas y los cubiertos y platos con agua caliente y detergente.
- Póngase una mascarilla cuando manipule prendas de vestir o ropa de cama. Limpie, desinfecte todas las superficies contaminadas y bote los residuos contaminados (por ejemplo, vendajes) en bolsas cerradas.