“A lo largo de este tiempo, todos los partidos políticos que estuvieron en el gobierno, han eludido el enfrentar a los militares para quitarle los privilegios, para obtener la información necesaria, por ejemplo, en materia de derechos humanos” dijo Samuel Blixen. El periodista que viene trabajando en diferentes proyecto de investigación sobre el pasado reciente en diálogo con @gesor fue comentó “ahora Familiares de detenidos desaparecidos le va a reclamar a todos los candidatos de los partidos políticos, de todos los partidos políticos, que se pronuncien si están dispuestos o no a dar la orden como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de que los militares entreguen la información sobre desaparecidos y entreguen los archivos militares donde está la información. Eso es lo que les va a reclamar ahora Familiares. ¿Qué es lo que van a decir? No sé. Probablemente en campaña electoral todos digan que bueno, que más o menos, que sí”.
En estos años que llevamos de democracia el periodismo y la sociedad civil han aportado mucho a lo que es el esclarecimiento de los casos ocurridos durante la dictadura, pero parece que el Estado siempre está remiso. ¿Qué pasa?
-“El periodismo comprometido con los problemas de la sociedad, ha influido para que algunas cosas se conozcan y otras implica una denuncia de por qué no se pueden conocer. La razón por la que no se conocen los secretos de la dictadura es que, a mi juicio, el poder político tiene miedo de meterse con los militares.
Eso es en una sínteris bien apretada. Es decir, hay un poder militar que desde 1985 o 86, cuando la Ley de Caducidad se abroqueló en una impunidad. Y a medida que pasa el tiempo, esa autonomía militar se refuerza cada vez más. Y a lo largo de este tiempo, todos los partidos políticos que estuvieron en el poder, en el gobierno, han eludido el enfrentar a los militares para quitarle los privilegios para obtener la información necesaria, por ejemplo, en materia de derechos humanos.
Yo creo que es eso, es la falta de voluntad política”.
Falta de voluntad política por temor, por razones económicas, ¿dónde está la raíz?
-“Tengo una hipótesis. Hay un temor, pero no a la reacción militar clásica. Es decir, el temor a un golpe de Estado. Creo que ya está claro que los militares no se van a embarcar de nuevo en una aventura como esa, de tomar el poder ellos y administrar, mal administrar, y después tener que entregarlo como pasó antes.
Creo que el temor puede estar dado por las complicidades que los sectores políticos tuvieron con los militares durante la dictadura. Y pienso que ahí puede haber una especie de chantaje de los aparatos de inteligencia, de los militares con respecto a ciertos sectores políticos, a ciertos dirigentes políticos, que los chantajean para que no actúen. Esa es mi hipótesis”.
Hablando de criollo, sectores que contribuyeron al golpe de Estado o que fueron cómplices.
-“Exactamente. O que durante la dictadura, por distintas razones, tuvieron comportamientos que los militares conocieron, guardaron la información y están chantajeando con eso. Es una actividad típica de inteligencia. La inteligencia militar infiltra, sigue, interviene el teléfono, conoce secretos y después los utiliza.
Creo que es una actividad de inteligencia. Y en ese sentido yo creo que está operando posibles pequeños secretos que comprometen a algún sector político. No digo todos, ni todos los políticos están comprometidos, ni todos los partidos tienen la misma responsabilidad. Pero en el conjunto de las actitudes a través de los años.
No hay otra explicación para la cobardía que tiene el poder político de enfrentarse a los militares. En el caso de la Caja militar fue clarísimo. O sea, había una intención, un interés del poder político de rescatar ese dinero que estaba entregando, y las presiones militares, las actitudes militares lo impidieron. Lo mismo con la educación de los oficiales. Cuando quisieron meterse con la educación, modificar la formación del oficial de las Fuerzas Armadas, también se enfrentaron con una pared.
Sin embargo, más allá de algunas reacciones, no hubo una reacción física. Por lo tanto, tú decís, acá está operando algo que hace que no se metan. Por ejemplo, ahora Familiares de detenidos desaparecidos le va a reclamar a todos los candidatos de los partidos políticos, de todos los partidos políticos, que se pronuncien si están dispuestos o no a dar la orden como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de que los militares entreguen la información sobre desaparecidos y entreguen los archivos militares donde está la información.
Eso es lo que les va a reclamar ahora Familiares. ¿Qué es lo que van a decir? No sé. Probablemente en campaña electoral todos digan que bueno, que más o menos, que sí, que lo voy a pensar. Pero pienso que ese reclamo tiene que estar acompañado de alguna medida para forzar a las autoridades a que den ese paso. Y ese paso es posible”.
Otra vez la Institución de Derechos Humanos se volvió a reunir con la cúpula de la Iglesia para buscar a ver si a través de la confesión pueden llegar a algo. A algún dato.¿Se podrá llegar a través de esa vía?
-“No, creo que no, porque además, si tú te fijás muy bien, la información dice los soldados, los cocineros, los enfermeros, los que conducen vehículos, es decir, que son los que pueden conocer que tengan la certeza de que si ellos cuentan no va a haber sanciones judiciales. Eso es lo que dice, lo cual es espantoso. Pero está clarísimo que la tropa no conocía esas cosas.
Es decir, hay que desmitificar esa versión de que los oficiales mataban a alguien, tenían que hacer una tumba y llamaban a un soldado. No, el secreto era muy grande para compartirlo con un soldado que pueda hablar con su mujer, con su familia. O sea, hasta ahora no ha habido, de parte de la tropa, de los soldados rasos, no ha habido ninguna información directa. Hay veces que ellos dicen, oí, me comentaron, parece que vi pasar a alguien por ahí, pero son informaciones muy, muy vagas, cuando no hay desinformación. Entonces, ir a buscar en esas fuentes no tiene sentido. Quienes conocen los secretos son los altos oficiales que tienen guardados los archivos militares.
Entonces, a esos hay que darles la orden de que entreguen la información. Y tiene que haber algún mandatario que tenga la disposición, para no decir otra cosa, de dar la orden”.
Parece difícil.
-“Es difícil, es difícil. Pero recordá una cosa, en la Argentina, Néstor Kirchner, un día entró a un cuartel y vio que estaban los retratos de los miembros de las juntas militares. Y ordenó sacarlas.Y volvió en otra visita, y los vio ahí colgados, y empezó a barrer, y pasó a retiro a 44 altos mandos. Hasta que hubo uno que los sacó.
O sea que no pasó nada”.
Pero 30 años antes, Alfonsín los puso frente a un juez, cosa que acá no ha pasado.
- “Exactamente, por eso.
No, claro, ha pasado, pero de una manera muy lateral. Y además ahora, como en Argentina, a los mismos se les está dando la prisión domiciliaria, o se les quiere dar la prisión domiciliaria, que no es una buena señal, obviamente. Si nosotros pensamos que el castigo es la herramienta para que no vuelva a suceder lo que sucedió, con esta conducta del poder político y de algunos sectores del poder judicial, no vamos bien encaminados.
O sea, se pueden sentir completamente impunes. ¿Por qué ellos nos dan la información de dónde están los desaparecidos? Porque los vamos a encontrar. Nos va a llevar muchísimos años, pero van a seguir excavando y excavando y van a encontrar. ¿Por qué se arriesgan a esa cosa y no lo dan? Si igual va a pasar. No, porque el secreto sobre las tumbas tiene que ver con la razón de ser de la desaparición. Porque la desaparición es, yo te detengo, te torturo, te mato, y después no digo qué fue lo que pasó contigo.
Yo mantengo una duda sobre qué pasó. Yo digo, tengo la explicación, pero no la doy. Y eso extiende en el tiempo el miedo. Y esa es la razón de la desaparición forzada. Por eso es que no es un fusilamiento. Tiene una concepción que genera terror y se prologa en el tiempo”.
Es decir, ganamos nosotros y seguimos mandando.
-“Claro, y nadie nos obliga a hacer otra cosa. Es eso.
Esa es la autonomía militar. Ahora, la autonomía militar nosotros la pensamos no como un poder total. O sea, sobre algunas cosas ellos no se meten, pero otras, sobre sus privilegios, sobre su estructura, o sobre sus secretos, sus responsabilidades por el pasado, ahí sí se ponen firmes y no hay caso”.