El presidente del SAQ, Dr. Daniel Montano, contó que anteriormente, los extranjeros, cuando llegaban a Uruguay, debían revalidar el título en medicina general en caso de querer ejercer y una vez que lo revalidaban, debían presenta su postulación para revalidar el título de especialista.
En cambio, actualmente, con la aprobación de la LUC, ese mecanismo cambió y la reválida se hace a través de un sistema informático en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) en donde el médico presenta todos los papeles y se le otorga un certificado de que presentó la solicitud de reválida.
“Con ese certificado de que presentó la solicitud reválida, si el colega se presenta ante el Ministerio de Salud Pública comprobando que además tiene un contrato de trabajo, le pueden autorizar a trabajar como especialista y ahí está el gran riesgo ya que nadie evaluó su capacidad”, señaló Montano.
Explicó que en los últimos años se ha registrado una corriente migratoria muy importante de especialistas de varias partes de Latinoamérica que vienen a Uruguay a buscar una solución a su problema laboral.
“El certificado que otorga el MEC de que presentó la reválida no significa nada más que eso, no es ni una aprobación, ni una negación, ni es una evaluación. El problema es que con ese certificado, de acuerdo a la reglamentación vigente el postulante, al ser revalidado como especialista, puede ir al Ministerio de Salud Pública y anotarse en lo que se llama un registro precario y si tiene un contrato de trabajo ya le dan la autorización para trabajar como especialista y nosotros pensamos que ese es un riesgo muy importante porque realmente no ha sido evaluado en cuanto a su capacidad, su expertise y su entrenamiento”, expresó Montano.
Contó que las especialidades en Uruguay se basan mucho en el entrenamiento, mientras que en otros países no se sabe con certeza si eso ocurre ni si están capacitados para desarrollar la especialidad en el país.
“A nosotros nos preocupa porque hay algunos médicos extranjeros que han intentado revalidar mediante prueba su título y pierden. Lo que quiere decir que no tenían la capacitación necesaria. En la diaria uno los ve trabajar y mientras hay algunos que están muy bien orientados y se manejan de forma adecuada, hay otros que no tanto”, consideró el presidente del SAQ.
Aseguró, además, que este es un tema que vienen discutiendo desde hace unos años, tanto con el Ministerio de Salud Pública como con el Ministerio de Educación y Cultura, y entienden desde el SAQ que no se le puede pedir a un médico extranjero menos de lo que se le pide a un médico uruguayo.
“Los colegas uruguayos hacen una residencia de cuatro o cinco años según la especialidad de anestésico quirúrgico que desarrollan y recién después se les habilita a dar una prueba final para acceder al título. En cambio, estas personas no han pasado por esa evaluación y no han pasado por la opinión de la academia, tanto sea de la Udelar o de las otras universidades que avalen que están capacitados para desarrollar su función”, dijo el experto.
A su vez, aseguró que en el interior, ante el aumento de las distancias y la disminución en la cantidad de médicos, las faltas de controles son mayores.
(*) comunicado