La solidaridad y la intercooperación están en el ADN del sistema cooperativo. Con esos valores como bandera, Fundación Nodos abrió las puertas del grupo cooperativo que integra, para compartir un siglo de experiencia en integración y generación de grupos empresariales cooperativos con representantes de Uruguay, Paraguay, Puerto Rico y Perú.
Fue así que, durante una semana de este frío invierno, Romina y Antonella visitaron, conocieron y tuvieron la oportunidad de hacer muchas preguntas sobre la forma de trabajo del Grupo Cooperativo integrado por la Asociación de Cooperativas Argentinas (Agroindustria), La Segunda (Seguros), Avalian (Salud) Coovaeco (Turismo) y la Fundación Nodos.
¿Cómo tomaron conocimiento de la pasantía y en qué consistió la misma?
Romina: Desde hace un tiempo, con la Directiva de CADOL estamos analizando de qué forma podemos agregar valor al servicio que brindamos a nuestros socios. Por eso, venimos teniendo reuniones con CAF y estamos participando en un programa de mejora de la gestión con INACOOP.
Cuando, a través de CAF nos enteramos que estaba la oportunidad de hacer esta pasantía, nos vino como anillo al dedo para conocer cómo funciona el modelo cooperativo en Argentina, un país con el cual tenemos una cultura similar.
La Directiva de CADOL definió la participación de una integrante del grupo de jóvenes, porque esperamos que sea una futura dirigente, y de mí, porque soy la que está siempre en la cooperativa.
¿Qué actividades se realizaron?
Romina: Conocimos un poco de todas las instituciones que componen el grupo cooperativo. La recorrida incluyó las Provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, además de la Ciudad de Buenos Aires.
El primer día estuvimos en la cooperativa agrícola La vencedora (Córdoba) que es una de las socias fundadoras de ACA, hace 100 años. Esta cooperativa, que es similar a la nuestra, aunque más grande, hace la conexión entre los productores y las industrias, y se dedica a la producción de soja, maíz y maní. Nos reunimos con su Consejo Directivo y fuimos el campo de un socio, donde almorzamos y visitamos un mini zoológico autóctono.
El segundo día conocimos uno de los más de sesenta Centro de Desarrollo Cooperativo (CDC) de ACA. Son plantas de silos que se fundaron a partir de la década de 1990, en una época de crisis del agro en Argentina, con el fin de captar más producción y estar en todos los puntos estratégicos del país.
El CDC que visitamos está certificado para la recepción de maíz sustentable para exportar a Europa. Entre otras cosas, eso implica medir la huella de carbono desde el campo y hasta el barco, y que el productor no haya tenido deforestación al menos desde 2008. También conocimos ACA BÍO, una planta de biocombustible que produce bioetanol a partir del maíz y otros derivados, con lo cual cierran el circuito sin tener deshechos.
El tercer día visitamos el Campus Cooperativo Núcleo de La Segunda Seguros, construido en base a una fuerte apuesta por la sustentabilidad. El edificio incluye, por ejemplo, techos verdes, paneles solares para producir energía y un reservorio de agua de lluvia, la cual a su vez se utiliza en los servicios sanitarios del edificio.
Una capacitación en innovación y sustentabilidad también fue parte de la agenda. Allí vimos que La Segunda tiene asociaciones con startups a las que apoyan económicamente e incluso un laboratorio científico instalado en el mismo edificio, que ha logrado desarrollos tan importantes como el test HPV y el test rápido del Covid.
También fuimos al Criadero de Semillas y al Laboratorio Biotecnológico de ACA. Han logrado que, mejoramientos genéticos de semillas que en el campo demandarían 12 años, allí se puedan hacer en 5.
El cuarto día visitamos Timbúes, el más moderno de los cuatro puertos que ACA tiene sobre el río Paraná. Está muy automatizado desde la entrada a la carga del barco, pero lo que más destaco de aquí es que de los 50 empleados, 12 tienen alguna discapacidad. No solo los insertan laboralmente, sino que también capacitan a los compañeros para que puedan acompañar esa inserción.
Luego conocimos Sentidos, que es un centro integral para ancianos de la cooperativa Avalian.
El último día, fuimos a la Fundación Nodos en Buenos Aires para hacer una evaluación del evento. Esta Fundación hace acciones muy interesantes vinculadas a capacitación y vínculo con la comunidad. Implementan programas para educación inicial, primaria y secundaria donde fomentan el cooperativismo a través de juegos, y ahora están desarrollando una universidad cooperativa.
Además, tienen grupos de jóvenes y alianzas con distintas universidades. En la Facultad de Agronomía de la ciudad de Rosario, han logrado incluso que haya una materia específica sobre el modelo cooperativo.
¿Qué aprendizajes y buenas prácticas resaltan de todo lo que pudieron conocer, que se puedan aplicar a CADOL y a otras cooperativas agrarias?
Romina: Lo primero es que la capacitación es básica en todos los niveles: jóvenes, directiva y socios. Me vine convencida de que tenemos que apostar a la formación permanente de los funcionarios, de los socios y de aquellos que serán futuros dirigentes; los jóvenes.
Por otro lado, ellos apuestan a la diversificación. En el origen era una cooperativa de agro, pero hoy tienen una cooperativa de seguros, de salud y se han extendido hacia la tecnología, por ejemplo. Piensan en grande, todo lo hacen para expandirse al doble.
En junio de este año, fuimos a una capacitación que CAF brindó sobre Sustentabilidad. En Argentina también nos pasó que pudimos ver todos esos conceptos, aplicados en empresas concretas, porque todo lo piensan en torno a los ejes de la sustentabilidad.
También destaco el gran sentido de pertenencia que tienen, tanto el funcionario que barre hasta el directivo. Conocimos personas que hace 20 o 30 años que trabajan en el grupo y que nos decían que ACA les da la estabilidad que el país no tiene.
Antonella: Sabemos que Argentina es un país mucho más grande que Uruguay, pero quedamos sorprendidas de la dimensión que tiene el sistema cooperativo en ese país.
Para ellos, la diversificación no solo implica estar en todos los puntos de la cadena productiva, sino también abrirse a otros rubros, como salud, tecnología, innovación y seguros. Continuamente están viendo qué les falta y cómo lo pueden lograr; para eso investigan, viajan, buscan alianzas.
Es impresionante ver la visión de presente y futuro que tienen, proyectan a lo grande y no se detienen, una vez que obtienen algo, se fijan nuevas metas. Y, lo otro que destaco, es que son todos productores los que han logrado tanto, lo han hecho trabajando y buscando las formas de mejorar sus cooperativas.
Por otro lado, desde hace más de 80 años, ACA tiene su grupo de jóvenes conformado a nivel nacional. Le dan mucha importancia al desarrollo y la capacitación como futuros dirigentes de las cooperativas, y también realizan visitas a distintas zonas de Argentina y del exterior. Me vine muy motivada de ver que, si bien el grupo de jóvenes de CADOL solo tiene un año y tres meses, vamos por el mismo camino que el grupo de ACA; compartimos objetivos, lo cual me da la pauta de que vamos bien.
¡Si se podrán lograr cosas! Si estas cooperativas han podido lograr tanto, nosotros también tenemos que abrir la cabeza y dejarnos volar. Somos un país más chico, pero las posibilidades están.
(*) fuente: Cooperativas Agrarias Federadas