Cerca de iniciarse una nueva Semana Mundial de la Lactancia Materna, qe va del 1 al 7 de agosto, @gesor visitó a la Dra. Natalia Hermida que cumple funciones como Pediatra en la Emergencia Pediátrica del Hospital de Mercedes y a su vez atiende jueves y viernes en la Red de Atención Primaria (RAP) de ASSE de Mercedes que dirige el Dr. Juan Carlos Daruech, en la policlínica del barrio Túnel (frente al estadio Luis Köster), para dialogar sobre esta temática, pero también de lo que ha venido viendo desde su incorporación al equipo de Pediatría que lidera el Dr. Eduardo Regueira en el Hospital de Mercedes y también conceptos respecto a la situación de la niñez en diferentes aspectos sanitarios, en una charla con conceptos muy claros y firmes por parte de esta profesional que es diplomada en Lactancia Materna y además es la secretaria del Comité de Lactancia de la Sociedad Uruguaya de Pediatría.
¿Cómo se da tu llegada acá a Mercedes? Recién estábamos hablando que ya hace tiempo estás acá.
"Estoy hace un año acá en Mercedes. Yo antes trabajaba en Montevideo en una mutualista que cerró, la gente debe saber porque sonó mucho en la prensa.
Y bueno, buscando un aire diferente, un poco cansada de lo que implicaba trabajar en Montevideo, llegué acá al Hospital de Mercedes que tenía necesidad de pediatras y yo necesidad de trabajo. Así que bueno, hicimos match, como dicen los jóvenes ahora".
¿Cómo te has encontrado acá?
"Yo estoy contenta trabajando acá. A mí me gusta trabajar en el Interior. Me recibieron muy bien, tanto los pacientes como los compañeros. Y bueno, adaptándonos todos. Porque uno está acostumbrado a otra forma de trabajo en Montevideo.
Cuando termine el período de adaptación vamos a estar todos bien".
¿Médica pediatra?
"Soy médica pediatra. Soy diplomada en lactancia materna y además soy la secretaria del Comité de Lactancia de la Sociedad Uruguaya de Pediatría.
¿Con qué te has encontrado en Mercedes? Y puntualmente, digamos, lo que tiene que ver con tu especialidad, digamos, a la hora de atender a los pacientes en cuanto a la niñez en general y el periodo de la lactancia, digamos, también.
Porque la lactancia es fundamental para el desarrollo del paciente.
"Sí, es fundamental. Y en cuanto a la niñez en especial, en general, creo que hay muchas carencias.
Yo creo que el Interior está un poco olvidado. A mí me genera mucho dolor ver que en este país hay niños clase A y hay niños clase B. Que eso se nota. Y esa brecha es muy difícil de cerrar si no hay políticas públicas que trabajen para eso.
Cada uno aporta su granito de arena desde su trabajo. Pero necesitamos que todos los niños y niñas del país tengan las mismas posibilidades. Y eso implica que todos puedan acceder a una buena educación, a una buena alimentación y a una asistencia en salud de calidad.
Que no solo cuide la salud física, sino emocional de los niños y niñas y de las familias que los cuidan. Porque los niños no están solos, ¿no? Es un todo. Y si no hay una familia continente que acompañe y que sostiene, esos niños no se van a poder desarrollar correctamente.
Y esa es una preocupación. Yo veo que muchas veces Montevideo tiene la facilidad que hay un montón de organizaciones no gubernamentales que trabajan, llegan los planes sociales de otra manera, llegan los equipos de trabajo de otra manera. Y a mí me queda como esa sensación de que el Interior queda olvidado.
Y cuanto más se aleja uno de Montevideo, más está olvidado el Interior. Entonces eso ha sido difícil, ¿no? El acceso a otros especialistas, a realizarse algunos exámenes, algunos tratamientos. Que no hablamos de cosas muy sofisticadas, cosas sencillas, ¿no? A veces acá los tiempos son otros y los que pagan los platos rotos son los niños y las niñas.
Y eso es lo que como sociedad tenemos que tratar que no suceda".
Dentro de tus posibilidades, ¿qué es lo que has tratado de corregir, por ejemplo, a la hora de la atención de los niños?
"Como pediatra, para mí es re importante hacer una asistencia integral de los pacientes. Yo siempre digo, yo fui grado 2 de Pediatría y trabajaba con estudiantes en la Facultad, y siempre les decía, el niño cuando llega a mi consulta es mi responsabilidad, yo soy un poco celosa de mis pacientes, yo digo, son mis pacientes y los trato como si fueran de mi familia. Y a mí no me gusta derivar a otros especialistas si yo no hice primero un abordaje de la situación que tiene el niño.
O sea, yo me planteo, me plantean un problema o encuentro un problema, hago un razonamiento clínico, un diagnóstico, un probable diagnóstico, y si puede y está a mi alcance, indico un tratamiento y valoro la evolución. Siempre hay cosas que no sabemos o que no podemos resolver porque uno no puede saber todo, ¿no? Y tampoco puede resolver todo. Y ahí sí es cuando uno consulta con otros colegas que están más especializados en otras áreas.
Pero la idea es que el niño encuentre en su pediatra una persona que pueda abordarlo de forma integral y resolverle la mayoría de los problemas.
Para otros se tendrá que consultar o hacer otras derivaciones o otras valoraciones. Pero en general me gusta ser más responsable de los niños y seguirlos y ver cómo crecen y se desarrollan".
Y en ese sentido, por ejemplo, a la doctora Hermida, ¿dónde la encuentran?
"Yo atiendo en el primer nivel de atención (la RAP de ASSE en Mercedes) los días jueves y viernes en la policlínica El Túnel (frente al estadio Luis KÖster).
Y después tengo guardias en el hospital".
Hablemos de lactancia materna, se viene la Semana Mundial a partir del 1 de agosto.
"Efectivamente. Del 1 al 7 de agosto todos los años se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Es una celebración que es internacional, que se hace en todos los países del mundo al mismo tiempo y que es de suma importancia porque es el momento que tenemos para volver a poner a la lactancia en el lugar que se merece, con el rol fundamental que cumple en el crecimiento y desarrollo saludable de los bebés y niños y niñas".
¿Cómo está Uruguay a ese nivel? Porque en algún momento, la lactancia materna fue sustituida por complementos recetados por médicos y en otros casos se escuchaba y escucha que la leche de la madre sirve o no sirve. ¿Qué hay de eso?
"Primero que en una época las mamás estaban en su casa más disponibles para atender a sus bebés, no significa que no trabajaban, trabajaban en su casa atendiendo a sus familias. Hoy por hoy las mamás, aparte de atender a la familia en la casa y ocuparse de las tareas domésticas, porque seguimos siendo las mujeres las que principalmente nos encargamos de las tareas de cuidados en Uruguay y en el mundo, además de eso nos incorporamos a lo que se llama el trabajo remunerado. O sea, salimos de nuestras casas a trabajar y generamos un ingreso para las familias. Entonces eso hace que las mamás estén menos disponibles todavía.
Además de eso, sobre los años 80 hubo un boom de los preparados para lactantes de las fórmulas lácteas, en donde la industria de la alimentación y farmacéutica invirtió mucho, mucho dinero en publicidad haciéndole creer a los colegas en aquella época y a las propias madres que la alimentación con fórmula infantil era mejor para los bebés que la propia lactancia materna. A partir de ahí la lactancia materna tiene como un competidor bastante desleal porque nadie invierte en hacer publicidad en un producto que no va a dejar un dinero específicamente. Entonces las empresas invierten mucho, mucho dinero en publicidad y en marketing para las fórmulas lácteas y la lactancia materna no tiene esa inversión para que la gente sepa todo lo beneficiosa que es para sus hijos.
A partir de ahí, hemos pasado por varias etapas. Uruguay tuvo una etapa de mejoría de lactancia materna, alcanzando cifras al inicio en los recién nacidos de un 80% que van disminuyendo progresivamente a medida que el niño crece, pero en cifras generales actualmente estamos evolucionando pero para peor, o sea, estamos peor. La pandemia no nos colaboró, fue una época muy difícil en la que se separaba a mamás que tenían su parto con cesárea con COVID de sus bebés por miedo al contagio, después se vio que eso no era necesario, pero siempre nos pasa que volver a mejorar las cifras nos da mucho más trabajo que empeorarlas.
Entonces, ahí es cuando todos tenemos que colaborar para que esto suceda.
En cuanto a si la leche sirve o no sirve, ninguna mamá tiene leche que no sirve. Toda la leche de las madres sirve y cualquier cantidad de pecho que reciba un niño es mejor que nada.
Hay un montón de mitos alrededor de la lactancia, me pasa muy frecuentemente acá, que uno les plantea viene creciendo bien, llora mucho, y sí, los bebés lloran les digo yo. Los perritos ladran, los bebés lloran, es la forma que tienen de comunicarse, que llore un niño no significa que tiene hambre. Para eso los pediatras tenemos otras formas de valorar si el niño se llena o no se llena, que no es el llanto, nosotros tenemos en cuenta cuando los examinamos y para eso son los controles de los recién nacidos que son re seguido una vez por semana, tenemos que ver otros parámetros, si hacen pis, si hacen caca con regularidad, de qué color es la caca, cuántas veces al día, el peso, cuántas tomas hace, o sea, hay un montón de parámetros que nosotros analizamos para saber si ese niño tiene o no tiene un aporte suficiente de leche materna. El llanto es lo que menos nos importa.
Así como yo decía hace un rato que estaba en un periodo de adaptación con mi nuevo trabajo, la llegada de un bebé a una familia requiere de un periodo de adaptación de la familia a ese bebé y de ese bebé que estaba en un ambiente controlado, que era oscurito, calentito, que la mamá se balanceaba y se pasaba durmiendo, a un ambiente en el que hay un montón de estímulos, un montón de gente que le habla, un montón de sensaciones y eso también requiere de un periodo de adaptación. Valorar la lactancia es mucho más que ver si se prende o no se prende a la teta. Y es un aprendizaje, para el bebé y para la mamá.
Como te pregunté un par de cosas diferentes y tú contestaste las dos muy bien, dejaste este margen muy interesante, es decir, me gusta porque las respuestas son francas y no por compromiso como en otras ocasiones.
"Sí, pero si hay algo que no tiene el Comité de Lactancia es compromiso con nadie. Venimos trabajando hace seis años en estar libre de conflictos de intereses para no tener compromiso con nadie".
Me parece que a partir de lo que tú estás diciendo es necesario una autocrítica, en la interna de los profesionales, que no sé si se está dando, no de ahora sino desde hace mucho tiempo.
"No es responsabilidad exclusiva de los profesionales sino de la formación que tienen los profesionales. Como yo dije anteriormente, fui docente en la Facultad y hasta que con una colega que también es miembro del Comité de Lactancia que también fue grado 2 conmigo en el mismo periodo nos empezamos a interesar por este tema.
Lactancia materna es un tema que no se enseñaba en la Pediatría. O sea, los pediatras sabemos que la lactancia es lo más importante y el mejor alimento y que tiene un montón de beneficios y hasta ahí llega la formación que tenemos.
Nadie nos enseña cómo se valora una técnica de lactancia, cómo se espera que crezca un niño que toma teta porque crece diferente de uno que se alimenta con complemento, ¿no? Y si no nos enseñan no tenemos por qué saber, ¿no? A mí en lo personal me pasó que yo tuve muchas dificultades para darle la teta a mi primer hija, después logré darle la teta, nunca tomó complemento pero fui muy mal asesorada por el ginecólogo, por el pediatra, por mis propias amigas que hacían pediatría, no sabíamos nada y cuando uno se enfrenta a su propio bebé y tiene esas dificultades, bueno, ahí a mí me surgió la semillita de decir, no puede ser que yo no entienda qué está pasando con esto.
Y un montón de dificultades que tienen las mamás se resuelven muy rápido y después que uno resuelve eso, es como que todo empieza a fluir como se dice hoy por hoy y después la lactancia es algo que la madre que logra una lactancia exitosa, sin dolor, que no genera un problema, nunca se arrepiente de haber dado la teta".
Te escucho y la verdad me encanta que lo plantees de esa manera, ¿por qué no escuchamos tantas voces como la tuya?
"Capaz que no tenemos espacio tampoco, ¿no? Porque hay un montón de gente trabajando y haciendo cosas pero, repito, la lactancia no es interesante, porque no deja dinero, no es un tema que genere titulares en la prensa".
Pero es fundamental a la hora de la vida para todos
"Ya se vio, incluso, que es un tema que a mí me apasiona, que la lactancia materna induce modificaciones en cómo se expresa la información genética que trae el niño. O sea, no cambia la información pero sí cambia cómo se expresa.
A mí me gusta poner el ejemplo de un plano, yo tengo un plano para construir una casa y esa casa va a quedar mejor o peor si yo uso mejores o peores materiales. No es lo mismo construir una casa de dos pisos de ladrillo que de costanero, estamos de acuerdo, ¿no? La resistencia de esa casa va a ser diferente. El plano es el mismo, el producto final es diferente, y con esto pasa lo mismo.
Yo puedo tener la mejor información genética que si yo no le doy buenos materiales para que esa información genética se exprese en cuanto a cuidados, alimentación, vacunas, educación, el producto final no va a ser bueno, ¿no? O no va a ser el mejor que podría tener.
Esto es lo mismo, o sea, yo ya sé que si yo doy la teta, disminuyo el riesgo de infecciones, incluso las infecciones del invierno, el virus respiratorio sincicial, que manda a un montón de niños sanos a CTI, que muchos no tienen secuelas pero otros tantos van a tener secuelas de su internación. El virus de la diarrea, tiene un impacto en el crecimiento y en el desarrollo de ese niño. Son niños que tienen menos riesgos de obesidad, de diabetes, de enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
Son niños que está comprobado que van a ser más inteligentes y que incluso van a tener mejores trabajos y van a ganar mejor cuando sean adultos. Y ni hablar que tiene un montón de beneficios para la madre. Disminuye la depresión postparto, mejora la autoestima, disminuye el riesgo del cáncer de mama, o sea, uno podría estar todo el día hablando de los beneficios de la lactancia. Si uno piensa que uno va a tener un bebé que se enferma menos y que su mamá trabaja, es una mamá que va a faltar menos al trabajo. Entonces va a hacer menos gasto en salud, menos gasto para el BPS, que no va a tener que pagar certificaciones, o sea, es una cadena interminable pero le falta publicidad".
Ahora tengo que tocar una parte que, digamos, uno que como no lo conoce tiene que preguntarle a la que sabe, que se habla mucho del tema de cómo la mamá transmite lo que tiene ella dentro al darle el pecho al bebé.
¿Qué pasa con un problema que tenemos hoy en nuestro país, también por supuesto en varios países más, que es el tema de las adicciones. ¿Cómo influye eso cuando hay tantas jóvenes adictas hoy lamentablemente que son y van a ser mamás? ¿Qué pasa? ¿Se le transmite?
"Es muy interesante la pregunta. El nacimiento de un bebé, de un hijo es una ventana de oportunidad para modificar conductas en la familia. O sea, nace un bebé y hay todo un cambio hormonal en esa madre que la hace muy predispuesta a los cuidados de ese hijo. Entonces es una ventana de oportunidad para trabajar un montón de cosas, incluso las adicciones.
Cualquier cosa que consuma la madre en cuanto a drogas de abuso y medicamentos, se transmite por la lactancia materna. Hay algunos que son aceptables y que socialmente están aceptados. Por ejemplo, nadie le suspende la lactancia a una mamá que fuma.
Sin embargo, va a transmitirle productos al bebé del cigarrillo. Pero está aceptado que son más los beneficios de tomar la teta que de suspenderla en una mamá que fuma.
En cuanto a la marihuana, lo que se vio es que puede tener efectos negativos en cuanto al neurodesarrollo del bebé y además disminuye las capacidades de cuidado de la mamá.
Es una mamá que no va a estar ni tan atenta ni tan disponible a los cuidados. Obviamente esto hay que valorarlo caso a caso, porque depende de qué cantidad se consuma, con qué frecuencia, qué tipo de tetrahidrocannabinoides. Lo que se hace es tratar que en un principio no se fume marihuana, no se consuma marihuana si se está amamantando un bebé, sobre todo los primeros meses de vida que son los más sensibles.
Nosotros pasamos de un bebito que pesa 3 kilos promedio al nacer a uno que al año de vida va a pesar 10 kilos y su cerebro se multiplicó por 3 el tamaño. Entonces es una etapa muy sensible para cualquier estímulo. Acá los estímulos negativos hay que tratar de evitarlos todos.
En cuanto a la cocaína y a la pasta base de cocaína están contraindicados en la lactancia. Pasan a través de la leche materna y generan daños importantes en el bebé que lo pueden llevar incluso hasta la muerte dependiendo de la dosis. Ahí hay que hacer un abordaje mucho más específico, controlar mucho más a ese binomio mamá y bebé y ver la situación de cada uno para ver si es posible de alguna forma sostener esa lactancia o no.
¿Tenemos algún estudio respecto a cuál es la situación en ese aspecto? "Específicamente de madres consumidoras y período de lactancia no hay nada, pero sí hemos tenido eventos con niños en diferentes lugares del país en los que han llegado niños con alteraciones neurológicas severas y su problema es la intoxicación por cocaína a través de la lactancia materna. El consumo es peligroso para la mamá y para el bebé, pero aunque no tome teta es peligroso para el bebé.
Cualquier consumidor en la familia es un peligro para ese bebé porque ese adulto no va a estar en todas sus facultades mentales para hacerse responsable de un individuo que requiere 100% de los cuidados de otro".
Entro en algo que no sé qué rol, si puede jugar algún rol la lactancia materna o si es posterior ya en la etapa de crecimiento y que tiene que ver con el mundo de hoy con el que estamos viviendo y con el mundo informático y demás. ¿Qué pasa hoy que pululan, por utilizar una palabra, los chicos que te dicen desde el colegio, desde los CAIF, desde los jardines, son hiperactivos y te lo mandan al médico, cuando uno dice estos eran los chiquilines bandidos antes, ahora son hiperactivos y como que es una enfermedad?
"Eso también requiere valoraciones específicas o sea el niño que tiene realmente un trastorno por hiperactividad no es solo hiperactivo en la escuela, es hiperactivo en todos lados y son niños que cuando vienen a la consulta uno se da cuenta que son hiperactivos porque en 5 minutos te dan vuelta el consultorio, te tocan todo, no se pueden quedar quietos. Después hay un montón de problemas conductuales que habrá que abordar dependiendo de si eso deriva de un problema familiar. Es muy difícil yo creo también para las maestras poder trabajar con la diversidad de niños que tienen que trabajar hoy.
En mi época estábamos acostumbrados a hacer todos lo mismo decir todos lo mismo. Pero yo creo que hoy más que nada con todo lo que sabemos las personas manejan diferentes tipos de inteligencia, que los niños aprenden a diferentes ritmos, que no todos somos iguales, algunos necesitamos movernos más, otros menos, otros nos concentramos por más rato, otros menos, a unos les gustan las letras, a otros los números, a otros la música y a otros el deporte.
Trabajar con esa diversidad tampoco tiene el espacio para hacerlo, ni el tiempo, ni los recursos. Yo siempre digo, no solo por las maestras de Mercedes, no quiero que se me enoje nadie porque me pasa también con mis hijas o con cualquier niño que se sale un poquitito de la norma en más o en menos ya es un problema porque no hay como abordar ese niño en los centros educativos. Yo creo que esa es otra discusión que tenemos que dar.
¿Cómo vamos a aprender ahora? Ya hay cosas que no las vamos a necesitar más. Me pasó con mi hija el otro día, haciendo cuentas, está en quinto de escuela y me dice, yo no sé para qué tengo que aprender esto si yo agarro el celular y tengo la calculadora. Y es verdad, en mi época para tener una calculadora tenía que tener específicamente una calculadora.
Entonces yo creo que en algún momento vamos a tener que cambiar y pensar que realmente necesitamos enseñarle a esos niños para mañana porque seguramente a dividir entre tres cifras no va a ser porque no lo van a hacer nunca. Entonces esa es otra discusión que hay que dar. Yo creo que el mundo cambió y tenemos que cambiar la forma en que criamos y educamos a los niños.
No se puede seguir pensando que lo de atrás siempre fue mejor porque ya vimos, miramos para atrás y nos miramos hoy y no sé que tan bien hicimos las cosas. No creo que estemos tan bien como para decir el pasado siempre es mejor. Esa es mi visión.
Y capaz que en 30 años si mi hija tiene un hijo va a mirar para atrás y va a decir, no sé si así tampoco estaba bien. Yo creo que hay que mirar más para adelante y no tanto para atrás".
¿Un mensaje final que quieras respecto a la lactancia o en general?
"A mí lo que me gusta decir siempre es que no se puede obligar a nadie a dar la teta.
Cada mujer es libre de elegir si quiero o no amamantar a su hijo. Pero esa decisión tiene que estar basada en información de calidad. O sea, a mí me duele mucho escuchar decir que da lo mismo si un bebé toma teta o no toma teta.
La realidad es que no, no da lo mismo. Hay consecuencias y hay riesgos cuando un bebé no toma teta. Pero si yo madre conozco esas consecuencias y esos riesgos y es mi elección no dar la teta siempre vamos a respetar la elección de la mamá.
Ahora, si mi elección es dar la teta, tengo que poder contar con el mayor apoyo posible para que yo pueda dar la teta. Y esa sea una buena experiencia para mí y para mi bebé. Ese es el mensaje final. Para eso estamos nosotros".