25 de July del 2024 a las 09:31 -
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Un recuerdo para el médico ´con berretines de cantor´
A los  92 años  falleció Miguel Lorido. Recordado  Médico pediatra que  desde hacía algunos años residía en Montevideo.   

Médico de la vieja escuela, conversador, siempre jovial y con una anécdota para contar,  de lenguaje florido  y  vasto diccionario al hablar, que solía pronunciar las palabras como  si las estuviera cantando, porque también fue un recordado y  entusiasta cantor tanguero.
Todo un personaje  ya desde su nombre  Miguel Arcángel Lorido Millán, "Miguelito" para sus amigos y para los  generacionalmente más jóvenes  solmnemente   El Doctor Lorido, aunque para él eso no esa obstáculo para granjearse la amistad de quien quisiera conocerlo. 
Solía bromear “no soy cantor profesional, soy profesional (médico) con berretines de cantor”,   o  como se  definió en  el verso de un poema que  incluimos al final de esta nota: "un cantor introvertido que se metió a doctorear”;  y con una admiración  casi religiosa hacia la figura de Carlos Gardel.

 

Su vida

En el libro "Médicos uruguayos en el Tango" de Eduardo Wilson, editado en el año 2020, se traza una biografía detallada de Miguel Lorido, que reproducimos a continuación.
"Miguel Arcángel Lorido Millán  conocido por Miguelito en sus pagos, nació el 7 de diciembre de 1931 en Mercedes. Sin embargo, en sus documentos figura otra fecha, por inscripción tardía. En 1957 se casó con Judith Rovira, de su misma edad. Tuvieron un hijo, Gabriel, técnico electrónico, fallecido en accidente automovilístico en junio de 2004 a los 39 años. Tienen una nieta, Virginia Lorido, nacida en 1999, estudiante, que vive en Dolores con su madre Sandra Frabasile, odontóloga.
Realizó estudios primarios y secundarios, incluso Preparatorios, en Mercedes. Ingresó a la Facultad de Medicina en 1953, junto a su amigo y coterráneo Yamandú Porras. Se graduó en 1967. Se especializó en Medicina interna, luego en Pediatría y, cuando se instaló la especialidad, en Neonatología, obteniendo en todos los casos los títulos de especialista emitidos por la Escuela de Graduados. Fue practicante interno por concurso, realizando varias rotaciones semestrales por hospitales del interior (Mercedes, Durazno y Treinta y Tres). También por concurso se desempeñó como practicante de sanatorios del Casmu y luego Médico de Urgencia del Casmu, todo lo cual le dio una rica experiencia asistencial, de gran utilidad. Se radicó en Mercedes a partir de 1971 y trabajó en el MSP, primero para Asistencia Externa como médico general y, finalmente, como pediatra. Al mismo tiempo fue pediatra en Centro Asistencial Médico de Soriano (CAMS). Se retiró a los 70 años. Heredó su afición y capacidad de canto de su madre. Gusta de todo tipo de música, en especial del tango, por su música, sus letras y sus interpretaciones. Se presenta a sí mismo: “No soy cantor profesional, soy profesional (médico) con berretines de cantor”.
Nunca estudió música, pero desde la adolescencia ha actuado en coros, entre ellos el Coro Santa Amelia, que tiene ya 40 años con la misma directora, Teresa Taramburelli de Beau, donde aprendió la disciplina del canto. Cantó con un grupo de amigos guitarreros, que aprendieron a tocar de oído y a fuerza de sentimiento, Quintín Barrios, Walter Claveri, Alberto Sanguinetti y Ernesto Romero. Con el título de “Quintín Barrios y sus cuerdas” grabaron una casete con tangos, milongas y canciones criollas. También grabó con su amigo, el afamado guitarrista Julio Cobelli. Con este y otros conjuntos actuó como cantor en diversos actos de beneficencia locales. Desde hace 50 años, cada 24 de junio, se ha reunido con amigos médicos y otros trabajadores de la salud, en Montevideo, para recordar a Carlos Gardel. En los últimos años, participa de una audición radial dominical en Mercedes dirigida por el músico y director de orquesta Julio de Biase: “Entre tangos, tangos …y algo más”. Nunca compuso tangos originales. Sin embargo, ha tenido el ingenio de poner versos apócrifos con reminiscencias médicas a tangos famosos".

Uno de esos veros  apócrifos, como  Lorido los definía es el que reproducimos a continuación, con la música del conocido tango  “Lloró como una mujer” de José María Aguilar.
Lorido le puso esta letra:

 

Lloró como una mujer
Consultorio en gris…
Un galeno ya sin chance por lo viejo,
que piensa en la Medicina y en tiempo de jubilar,
una túnica arrugada, estetoscopio cuarteado,
con la voz entrecortada así se le oyó cantar:
“Me cargaste de concursos que si yo no los ganaba,
mis ilusiones pa’ siempre iban todas a sonar.
En esa carrera estuve siempre mezclado adelante,
metiendo siempre bien fuerte y sin jamás aflojar
y me llené de ilusiones y de diplomas ganados
y me dediqué de lleno los pacientes a sanar.
Aparecieron problemas con algún colega trucho
que laburaba…no mucho, y a mí me hacía sudar.
Otra vez me la jugaron de taquito y de mondongo
y me dejaron mirando con nostalgia al Hospital.
Para estar bien a la moda yo hice especialidades
y me creía sabihondo, un semidios singular,
sin embargo me di cuenta que cada vez sin quererlo
sabía más de lo menos y quería compadrear.
Decime si yo no he sido un pobre gato creído
un cantor introvertido que se metió a doctorear”
Bajó el doctor la cabeza y él, tan rana y tan compadre,
abrazando sus diplomas…lloró como una mujer.

Apuntando al  final "Ruego que me perdonen los autores del tango “Lloró como una mujer”: Celedonio Estéban Flores (letra) y José María Aguilar (música)".

El video que acompaña esta nota corresponde al 22 de mayo ded 2016, en  Sociedad Italiana de Mercedes, cuando se le realizó un homenaje a su amigo el recordado maestro  Ricardo Mañay.

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