(escribe prof. Alejandro Carreño T.) El desastre del otrora jaguar de América Latina ya dejó de ser misterio para nadie. La catastrófica realidad interna de una sociedad abandonada a su suerte, en manos de una delincuencia que ningún chileno podría haber imaginado hace apenas dos años, o menos, desde que Gabriel Boric y sus aliados del Frente Amplio, hoy partido político y no más coalición, y del Partido Comunista, asumieron el poder, Chile entró en un túnel que, al parecer, demorará décadas para ver la luz nuevamente, aun con gobiernos nuevos en los próximos periodos. Tal es el tamaño del desastre político, económico, social y cultural que se apoderó de esta larga y angosta faja de tierra.
La inseguridad es de tal magnitud que la familia del secuestrado y asesinado teniente venezolano, Ronald Ojeda, decidió irse del país en busca de nuevos horizontes que le brinden, por lo menos, mayor seguridad. El problema para el gobierno de Gabriel Boric, es que se abre un nuevo flanco de críticas para su ya débil manejo de la inseguridad que vive Chile, debido a la persecución que la familia de Ojeda sufre desde Venezuela. De hecho, la viuda, su hijo, hermana y sobrinos “iniciaron los trámites amparados en los “mecanismos internacionales” que existen, para pedir formalmente al país vecino “refugio” frente a la situación que están viviendo”, de acuerdo con la información del medio biobiochile.cl, del viernes recién pasado.
Ante este nuevo fracaso, porque es un fracaso para el gobierno de Boric que una familia de asilados políticos decida abandonar el país por razones de seguridad, y acuda a instancias internacionales para resolver su dramática situación, la ministra Vocera de Gobierno, Camila Vallejo, declaró que “Chile es un país seguro”, lo que no solo desmienten todas las encuestas de opinión pública, sino también la prensa diaria, las redes sociales y, lo más importante, la propia experiencia ciudadana en su diario transitar por las calles. Pero, el subsecretario del ministerio del Interior y Seguridad Pública, Manuel Monsalve, tiene la misma opinión que la ministra Vallejo: “Chile en materia de refugio es un país seguro”.
¿Qué otra cosa podría decir? Lo cierto es que el crecimiento del narcotráfico, del terrorismo, del crimen organizado, de las pandillas que dirimen sus diferencias a balazo limpio en cualquier calle del país y a cualquier hora, de la delincuencia común y del hecho de que ni siquiera en su propia casa el chileno se siente seguro, desmienten las optimistas declaraciones de las autoridades. Ya no se trata de ser o no un refugiado político. Y el caso “familia Ojeda” lo único que ha hecho es dejar en evidencia ante la opinión pública mundial, la grave crisis de seguridad que vive el país que día fue considerado el alumno aventajado de una región harto mediocre.
En definitiva, y a pesar de las declaraciones de la ministra Vallejo respecto a que mientras no haya un comunicado oficial del Gobierno argentino sobre la decisión de refugio, el Gobierno de Chile no puede pronunciarse, porque, “en eso tenemos cierto protocolo y estándares”, lo cierto es que la familia Ojeda aterrizó este jueves en el Aeropuerto Aeroparque de Buenos Aires, en un vuelo de la aerolínea JetSmart. Más aún, el miércoles 4 de julio el abogado de la familia Ojeda, Juan Carlos Manríquez, tuvo dos reuniones trascendentales con el Gobierno argentino. La primera, con los asesores de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del Presidente Milei. La segunda, con la propia ministra.
La familia de Ronald Ojeda era vigilada por personas que no correspondían ni al trabajo de la Fiscalía, ni menos todavía a los servicios de inteligencia de la policía. Estos antecedentes, entre otros, fueron considerados por el gobierno argentino para acogerlos como refugiados. En Chile no se les brindaba la seguridad necesaria, lo que hacía que el riesgo de ser nuevas víctimas de secuestro, tortura y asesinato, como lo ocurrido con el teniente Ojeda, a manos de asesinos provenientes de Venezuela, como lo reconoció la propia Fiscalía, era un riesgo inminente.
No, definitivamente, el alumno aplicado de la región dejó de ser un país seguro. Y la muestra de último minuto, es el asesinato, hoy domingo, de tres adolescentes de 13, 16 y 17 años en una plaza de la comuna de Quilicura, al norte del Santiago. Otras siete personas quedaron heridas, cuatro de ellas en riesgo vital. Fueron ráfagas de titos, declaró la policía.
¿Chile es un país seguro, Vallejo, Monsalve?