Concurrimos el pasado 12 de junio a los festejos del centenario de Pueblo Rodó, que fue una fiesta para los vecinos, con concurrencia de autoridades nacionales, desfile de los Centros de Enseñanza, Policía y las FFAA. Felicitamos al Municipio, La Intendencia y especialmente a los vecinos por el evento.
Sin embargo, un hecho lamentable empalideció el marco general de una fiesta democrática.
Se ocultó la imagen de Chela Valdez, una de las cuatro madres vivas en Uruguay que aún esperan saber el destino de sus hijos, en su caso Luján Sosa Valdez, desaparecido en 1977 en Buenos Aires, durante la dictadura militar que azotó a Uruguay y Argentina
El Concejo Municipal de Rodó se reunió el 30 de abril del corriente año, con la asistencia del Alcalde Washington Loitey y de los concejales del Partido Nacional Daniel Varela, Ramón Barzabal, Paulino Cavia y la representante del Frente Amplio Martha Armand Pilón; aprobó la solicitud del Colectivo Semillas para que durante el mes de mayo, mes de la memoria, se instalara un cartel de Memoria en el predio de AFE y cuatro carteleras con imágenes de las cuatro madres de hijos desaparecidos, que aún sobreviven. Y también aprobó que durante el mes de junio se deje la cartelería. La prórroga de la cartelería se aprobó por unanimidad, y en cuanto al cartel con la imagen de Chela Valdez no se aprueba que quede durante el mes de junio. Votaron en contra los concejales Cavia, Varela y Barzábal y a favor el Alcalde Loitey y la concejal Armand Pilón.
La foto de la madre de Luján Alcides Sosa Valdez, oriundo de Rodó, estaba ubicada en la cartelera pública junto a la Casa de la Cultura y el miércoles 12, antes de que comenzaran los festejos por los 100 años, el municipio ordenó tapar esa imagen para que no la vieran los militares ni el Presidente.
La historia de Ramona Valdez y la búsqueda incansable de su hijo Luján también son parte de la historia de Rodó.
Las historias no están compuestas solamente por cosas lindas, las malas también nos acompañan, especialmente las que por omisión del Estado perduran sin resolverse.
Cito a Wilson Ferreira Aldunate, para evitar sospechas de una mirada sesgada, y sobre todo la negación de los hechos de la dictadura.
Dijo Wilson: En el Uruguay se “encarceló a millares de ciudadanos, se los vejó, humilló y maltrató muchas veces hasta la muerte; se violaron mujeres y niños; se abolieron todas las garantías del proceso para defender nuestras libertades y estilo de vida, y así se destruyeron ambas cosas”.
Entonces no entendemos el temor o la vergüenza por mostrar a los militares presentes en Rodó el 12 de junio, y al Sr. Presidente, que es su comandante en Jefe nada menos, que en Rodó hay una madre buscando a su hijo desaparecido en 1977. Nosotros creemos que los militares actuales y sobre todo La Institución, tienen vocación democrática, y sentirán rechazo por quienes usaron esa organización para cometer delitos aberrantes. Por lo tanto, no vamos a tolerar que se oculte por efecto del temor, la negación o la ignorancia de la historia que hemos vivido, un testimonio tan real e impactante como la foto de una madre sin respuestas.
La Verdad no se oculta con una lona. Está ahí, presente, incólume, permanente, en un paisaje de espanto que vivimos los uruguayos desde 1973 hasta 1985.
Solicito Sr. Presidente que esta denuncia se haga llegar al INDHH, al Municipio de Rodó, al Colectivo Semillas, y a la Comisión de DDHH de la Cámara de Representantes.