Desde el año 2009 se viene desarrollando en Soriano, el programa "Educación en contextos de encierro", que inicialmente tuvo como referente al Liceo 2 "Luis A. Zanzi" y desde el año pasado lo tiene al Liceo 1 "José María Campos", cuya dirección es coincidente en ambos casos, la Prof. Angela Etchebarne. En el trabajo administrativo está apoyada por Carolina Sancristóbal, con un cuerpo de 14 docentes, todo ello coordinado a nivel nacional por la Prof. Mónica Andriolo.
Dos de los docentes que dictan clases a los reclusos de la Cárcel departamental de Mercedes, son el maestro Jorge Mieres y el profesor Wilfredo Paolo Rosso, quienes dialogaron con @gesor sobre la experiencia que llevan adelante y la evolución de ella. Mieres señaló que los cambios "los vemos luego del tiempo en los alumnos que perseveran, vemos como va cambiando su postura, su actitud, su mentalidad, a medida que van transcurriendo los años. El año pasado egresaron algunos con el tercero de bachillerato completo, este año tenemos uno para egresar y tenemos unos cuantos en segundo de bachillerato, que si lo miramos retrospectivamene notamos un gran cambio en esos muchachos y muchachas".
En los que iniciaron este año y el pasado, añadió Mieres, "los cambios no son tan evidentes en lo personal, si se percibe un cambio en lo grupal, porque al comienzo del año los grupos son muy superpoblados, en condiciones que no son las mejores para el trabajo y el interés y la participación es un poco volátil. A medida que los muchachos van abandonado, algunos porque se van en libertad, otros porque consiguen transitorias, y otos que sinceramente no le interesó, y van quedando pocos en el grupo, se nota un cambio en cuanto al interés y la actitud hacia el trabajo. No me animo a afirmar ahora en qué porcentaje ese cambio de actitud sea fruto del trabajo del año y cuánto de la reducción del grupo".
A su lado, Rosso amplió, "no podemos evaluar a corto plazo. Se da mucho cuando vemos a aquellos que comenzaron Ciclo Básico y después los vemos en Bachillerato, ahí te das cuenta de los cambios progresivos".
Respecto al vínculo generacional de Rosso con gente de su edad y mayores, considera que el relacionamiento "es bueno, se trabaja mucho con el vínculo y cuando lográs establecer un vínculo relativamente bueno donde se dé una confianza con respeto, logramos trabajar bien, ellos te respetan, tratan de responderte, no quieren defraudarte, si bien lo hacen por ellos, también es para demostrarte que está trabajándose bien en general".
Mieres reafirma, "el clima en la cárcel es respetuoso cien por ciento, todo el proceso educativo nuestro allí, se asienta sobre el vínculo, si no tenemos un buen vínculo con ellos, no hay proceso. Al ser pocos, el vínculo es más fácil de personalizarlo, de cultivarlo, en un grupo de 40 estudiantes es difícil porque te cuesta aprender los nombres de cada uno, quienes son, irlos conociendo, el vínculo es más débil con cada estudiante".
Al principio -señala Rosso- "tenés un grupo amplio en el cual no todos tienen los mismos intereses, cuando el grupo va decantando, ahí lográs otra relación y trabajás normalmente".
A la pregunta de qué estamos haciendo mal como sociedad que estas personas adquieren conocimientos, educación en valores, pero sin embargo la reincidencia en el delito es muy alta, Mieres sostuvo que la educación "no es mágica, es muy buena, muy efectiva, pero dentro de ciertos límites, porque si no traeríamos a todo el mundo a las aulas y solucionaríamos los problemas de la sociedad y eso no va a ser posible, por más que lo intentemos y recursos que tengamos. La reincidencia o el aumento de las infracciones a la ley, es un problema de la sociedad, es estructural, es complejísimo analizar las causas:crisis de valores, un cambio de ética, histórica, la situación de la familia hoy en día, en qué condiciones han crecido esos muchachos. Las historias de vida de nuestros alumnos en cárcel, son muy difíciles, las historias son terribles, la gran mayoría. En el sistema educativo, por momentos, uno se siente impotente, porque para algunos su cultura es vivir en la cárcel, su forma de vida es esa, los vemos, están ahí por tres o cuatro meses, salen y ya sabemos, sin temor a equivocarnos que en una semana o 15 días vuelven porque es su estilo de vida".
Rosso dice que recibe en ese tipo de situaciones el dicho "estoy jugado", como que "no conocen otra posibilidad, o aquellos que tienen una perspectiva, salen y muchas veces la sociedad discrimina porque no da la posibilidad".
Mieres considera que esto "no se arregla desde la educación, sino que se arregla desde un punto de vista institucional, con políticas de Estado que combatan directamente las causas que llevan a la muchachada a infringir la ley, que también son limitadas, porque si hay una familia, una señora que ha sido abandonada por su pareja, la dejaron abandonada con un hijo, no tiene de qué vivir, va a vivir con otra familia, que son muchos, que esa señora no ha terminado la escuela, es difícil de atacar este problema, por lo menos atacarlo en forma artesanal. Se podría lograr pero requeriría de una gran reflexión, con la implementación de políticas concretas en lo económico, laboral, social, en todo, para evitar eso. Se puede, porque el hombre no está condenado a ser un delincuente, a priori, son muchas veces las circunstancias, tu vida, tu historia, la que te llevan a eso, hay que atacar eso".
Rosso destacó que se han logrado resultados, "en cuanto a alumnos que han salido de la cárcel, siguieron estudiando y hoy están reisertados en la sociedad, están trabajando y aparentemente han cambiado el rumbo de su vida, no son una gran cantidad pero hay algunos que lo han logrado".