La dirigente sindical Paula Espíndola, junto con dirigentes de Fuecys vienen recorriendo los departamentos del litoral tomando contacto con los trabajadores de supermercados. La intención es conocer la realidad de este sector, que meses atrás fue muy golpeado por la diferencia cambiaria con Argentina. En diálogo con @gesor Paula Espíndola se refirió a este tema, especialmente desde la perspectiva femenina, teniendo en cuenta que mayoritariamente son mujeres laas empleadas de supermercados.
Los supermercados tienen un gran porcentaje de personal femenino, que me supongo les afecta otra situación, que tiene que ver con el tema familiar, el tema laboral, con el horario rotativo. ¿Cómo se está dando esa situación y cuáles son las necesidades que tienen ustedes?
-"En ese tema tenemos una gran lucha también, porque Ta TA ha apuntado mucho a las trabajadoras jefas de hogar, cambiándoles los horarios, perjudicándoles la vida. A veces muchas se tienen que certificar para poder estar pendientes del cuidado del menor. Cuando le comprometen la asistencia incluso al propio niño al centro educativo, porque la mayoría de las madres llevan a los hijos a escuelas de tiempo completo. Incluso hacen el esfuerzo de reducir su jornada de ocho a seis horas para que puedan levantarlo y llevarlo sin estar perdiendo más salario del que ya perdieron al reducir sus horas. Y la verdad que perjudican lo económico y lo emocional, por todo lo que conlleva. Que la plata no alcanza, que hay que pagar alquiler, la comida, la alimentación del niño.
Algunas cobran asignación, otras no, otras tienen ayuda de retención, o los esposos tienen alguna changuita, entonces con eso se van rebucando, pero la afectación en general es mayor".
¿Y cuál es la perspectiva que se viene de aquí en adelante?
-"Fuimos a DINATRA por este tema, que prioricen a la madre jefa de hogar. Incluso estuvimos hablando con la secretaria de Fuecys, y de género y feminismo, para que nos vaya guiando y dándose unas ayudas puntuales, asesorando de cómo ir por ese camino, para obviamente equilibrar la vida de la trabajadora, como madre y como una persona que pueda salir a tomar un café con las amigas".
Decía esto porque se viene un cambio de gobierno, y hay alguna expectativa por un lado, pero también hay algunos discursos de restricciones en nto a derechos laborales y a derechos sindicales. ¿Cómo se vive esto en la interna del sindicato?
-"En realidad como todos los sindicatos en Uruguay, estamos todos iguales. Hablando siempre con uno y otro, estamos a la espera de lo que pase en las urnas en octubre o noviembre, y somos conscientes de lo que puede llegar con un gobierno de izquierda y un gobierno nuevamente de derecha, pero hasta que el pueblo no hable no podríamos salir con una definición de cómo vamos a ir adelante. Eso es una realidad. Sabemos las ideas de uno y de otro, y ya más o menos con eso vas haciendo un camino.
Todos pensamos más o menos igual, que hasta que el pueblo no hable no vamos a saber con exactitud qué camino seguir, ya que muchos sindicatos han desaparecido gracias a la LUC, gracias a estas implementaciones nuevas de este gobierno.
A mí me encanta cuando el ex ministro de Trabajo hablaba del crecimiento real, de más salario, cuando en realidad los sueldos son cada vez están más sumergidos y cuando nosotros tenemos la posibilidad de ser firmante del Consejo de Salario, el grupo 10, el grupo 18, que nuclea supermercados, y un poco más, te da tanta lástima que tenés que sacar 20 pesos vos de tu bolsillo para ver si nos podés ayudar un poquito".
La negociación colectiva sigue siendo la herramienta fundamental para el trabajador.
-" Sí. Siempre. Esa no se tiene que perder y creo que hay que seguir haciendo insumos para futuras movilizaciones, si vienen cosas grandes, ahora tenemos también, más allá de las elecciones que elegir nueva presidencia, también tenemos el tema de este plebiscito que inició el PIT CNTcon respecto a esto de las jubilaciones y todo eso".