
(escribe Aldo Roque Difilippo) Falleció una de las voces fundamentales del folclore del Uruguay. Una voz raspada por la bohemia, el alcohol y la noche. Una voz que como pocas, es una de las señas de identidad de la cultura uruguaya. Falleció José “Pepe” Guerra. El cantor, que puso la voz a un sinnúmero de canciones, y el que mejor interpretó las poesías de Serafín J. García, porque es imposible leer “Yo sé que en el pago, me tienen idea” y no asociarlo con su voz.
Falleció el guitarrero, y nunca mejor aplicado el término porque su pose en el escenario era la imagen misma del guitarrero de boliche afirmado a su guitarra, y a pura uña arrancarle las melodías que el auditorio quería oír.
También fue compositor, pero quizá su cualidad principal fue que su voz, junto a la de Braulio López se convirtieron en la seña de identidad de lo que debía ser un dúo folclórico uruguayo, donde todos aquellos que en los años 80 o 90 andaban con una guitarra bajo el brazo querían ser como ellos, cantar como ellos, decir lo que ellos decían con el complemento perfecto de la guitarra.
Este jueves la familia de “Pepe” Guerra emitió un comunicado:
“Desde la familia cumplimos con el penoso deber de comunicar el fallecimiento de Pepe. En estricto apego a su voluntad no se realizará velatorio ni ceremonia fúnebre pública. Entendemos importante informar que Pepe desde hace un largo tiempo venía sosteniendo una dura y porfiada lucha contra el cáncer, al que de manera valiente enfrentó y venció. Tristemente su cuerpo no pudo tolerar el desgaste y finalmente se fue en paz, en su casa y rodeado de sus seres queridos. De parte de sus familiares y amigos queremos agradecer las muestras de cariño brindadas en este momento y a lo largo de toda su vida. Tal y como Pepe lo expresaba, tanto sus restos como su guitarra, serán 'enmudecidas en la tierra musical donde él soñó'.
Había nacido en Treinta y Tres el 31 de octubre de 1943. A los 13 años comenzó a cantar en peñas y festivales locales, hasta que el maestro Ruben Lena lo hizo coincidir con Braulio López para formar, sin lugar a dudas, el mejor dúo musical del Uruguay. Antes de Los Olimareños nadie recuerda un dúo de música popular uruguaya, y si lo hubo se opacó ante semejante conjunción de voces y guitarras. Después de Los Olimareños todos quisieron ser como ellos, aunque no lo confesaran públicamente.
Antes de Pepe Guerra hubieron muchos cantores y guitarreros. Después de Pepe Guerra seguramente habrá muchos más, pero ninguno podrá decir: “Porque al copetudo de riñón cubierto/ Pa' quien no usa leyes ningún comisario/Lo trato lo mismo que el que solo tiene/ Chiripa de bolsa pa' taparse el rabo”.
Quizá el por qué a ese punto, a por qué nadie las cantó como él, se resuman en su respuesta a cómo empezó a cantar: "Empecé como solista, mirando a los guitarreros que tocaban por ahí, en los quilombos, en los boliches”.