La inauguración de un camino con el nombre de 14 de Abril ha provocado serías controversias en el seno de la Junta Departamental de Soriano. Podríamos acordar que se trata de un hecho muy menor entidad respecto a las tareas y necesidades que hacen a la problemática que atiende el gobierno departamental, conformado por el ejecutivo que comanda Guillermo Bezzozi y el legislativo bajo la presidencia del edil Gonzalo Novales. Pero no lo es porque en la medida que la ley ordena que el ejecutivo debe solicitar anuencia al legislativo para dar nombre a un camino o calle. Hasta tanto este procedimiento no se efectúe no se puede nominar un camino por ejemplo.
Pues bien, ¿qué pasó en realidad? Aconteció que se realizó de facto la inauguración del camino con el nombre solicitado : 14 de Abril, contando la ocasión con presencia de altas autoridades del Ejército Nacional.
Ante este hecho algunos ediles de la oposición denuncian que se avasalló al legislativo por lo antes dicho: no se contó con la anuencia de la junta que está consagrada por ley. Sin lugar a dudas se está frente a un acto reñido con la norma, que plasma un absoluto desconocimiento – cuando no negación – de las atribuciones del órgano Junta Departamental.
Cómo consecuencia de ello los ediles de la minoría ( 3 colorados, 2 frentistas, y 1 blanco) decidieron apelar al artículo 285 de la Constitución que dice: “ La Junta tiene facultad por resolución de la tercera parte (11 ediles) de hacer venir a sala al Intendente para pedirle y recibir los informes que estime convenientes ya sea con fines legislativos o de contralor.”
Lo que resulta sorprendente es que habiendo sido la Junta toda desconocida, el resto de los ediles (blancos) no acompañaran la iniciativa, a los efectos de defender sus prerrogativas, configurándose un ejemplo más de obsecuencia y sumisión hacia el Intendente Bezzozi, en casos de violación fragrante de las normas establecidas.
La solicitud del llamado a sala debe presentarse en escrito firmado - cosa que se hizo- dirigido al Presidente del cuerpo – edil Novales- . Y éste debe , corroborando la pertinencia formal, fijar fecha de la sesión extraordinaria solicitada en acuerdo con el Intendente.
Si por alguna de estas casualidades – que son siempre abundantes cuando se trata de la Junta- el Presidente Novales no cumple con su deber, no cumple con el artículo 285 de la Carta Magna, estaría violando la misma.
¿Y saben qué? Lo hizo. Violó la Constitución de la República.
Justamente el Edil que resistió en 1973 el atropello golpista contra la Constitución, justamente quien fue durante varios lustros Diputado por Soriano, hoy por la misma obsecuencia y sumisión vasalla no respeta un mandato constitucional.
Sabido es que quién gana la elección departamental obtiene mayoría automática de Ediles en el legislativo. Frente a esto el constituyente estableció a través del artículo 285 el derecho de la minoría a controlar y pedir informes al Intendente como contrapeso a la mayoría automática oficialista ( 16 ediles en 31).
Pues bien , Novales remitió la solicitud de la minoría a una comisión de la Junta para su tratamiento. Justamente algo que – a no ser por su frenesí galeoto- no debe hacer , pues la integración de las comisiones es de 7 ediles: 4 por el oficialismo y 3 por la oposición. Ésta derivación se da de bruces con lo que el constituyente instruyó a través del 285 y que Novales debe acatar .
Una gran pena la depreciación de la imagen del Presidente actual de la Honorable Junta Departamental de Soriano.
Está a tiempo de enmendar tan grave desnaturalización de la voluntad legítima de la minoría y atropello del texto constitucional .
Está a tiempo de reivindicarse y de reaparecer como Presidente de los 31 ediles y de los partidos que integran el Cuerpo y no de una minoría circunstancial.
Señor Presidente Gonzalo Novales, con esa actitud negacionista, para nada republicana, mansilla una carrera política exitosa que Usted buscó cerrar con broche de oro, en el lugar que lo vió nacer a la política. No avasalle la voluntad de miles de personas que pusieron a los ediles de la minoría en las bancas de la Honorable sala que Usted preside.
Despídase sin sombras, sin dudas, con el reconocimiento unánime.
Edil Suplente Antonio Oten