“Yo escuché la palabra loco como 4 o 5 veces en el discurso. Un amigo mío siempre decía más vale sujetar loco que empujar quedado. Y eso sí, siempre hay uno que tiene una idea, y una idea que es compartida, y esa idea surge del conocer el entorno, del saber que acá en Mercedes, que quizás haya que difundirlo más, hay un grupo de gente que por determinada razón le gustó la música, que no era necesariamente el folclore ni la cumbia, que era el jazz que quizás llevaba el conocimiento de instrumentos que no son propios de la región a priori, y siempre atrás de todas esas cosas hay una persona que contagia, que entusiasma y que enamora.
En algo tan importante como la música, tan sanador como la música, además de generador de cultura. Yo me atrevo a que piense en un minuto en sus días y en sus vidas, cuántas veces para alegrarnos escuchamos música, cuántas veces cuando andábamos tristes nos acompañaba una canción, cuando perseguíamos un amor o perdíamos otro, cuando ganábamos una gesta deportiva. Allí siempre está la música, la música como parte de la cultura que embellece, que no es sólo embellecer, no es una cosa visual, es una cosa interna, genera, crea.
Y además, además y en este caso, es una profesión, es una profesión que genera dinero. O sea, el músico muchas veces está vinculado con la bohemia. Estos días en Montevideo yo tuve la suerte de ir a uno de los más de 10 conciertos que dio Jaime Ross, uno de los artistas más renombrados de Uruguay, que tuvo que agregar conciertos a sala llena.
Entonces, el sueño no sólo dedicarse a la cultura, dedicarse a lo bello que tiene el arte, en este caso la música, sino poder vivir de la misma. Y ahí entra la UTEC. Y de nuevo, personas.
La UTEC son personas. Yo creo que la UTEC es de las cosas típicas de nuestro país, porque atravesó tres gobiernos. Gobiernos con distintas sensibilidades, con distintas ideologías y con distintos programas, pero la UTEC lo atravesó.
No sólo lo atravesó, porque podría decir que atravesó y subsistió, sino que la UTEC lo atravesó, se desarrolló y creció. Yo voy a cometer una pequeña incidencia. El directorio de la UTEC vino a hablar conmigo cuando yo recién salí presidente.
Creo que recién habíamos arrancado, estábamos en el tema de la pandemia, y me vinieron a pedir recursos. Y yo le dije que sí, que me parecía bien, porque en el interior la educación aplicada, la posibilidad de tener una tecnicatura, una licenciatura y salir a laburar, salir a trabajar, cosa que muchas veces no pasaba. Y la UTEC no quedó como algo inmóvil o rígido.
La UTEC se va a tener que ir, y lo está haciendo, va cambiando. Quizá esta rama de la UTEC es la más disruptiva de todas, pero va a tener que ir cambiando. Y de nuevo, lo que decía al principio, estas cosas surgen porque hay personas atrás.
Y yo les pedí un compromiso, que me lo vienen cumpliendo. Me quedan 269 días para que me lo terminen de cumplir, que es cuando termine el gobierno. Le dije, sí, confiamos en la UTEC, fue una buena creación, no fue de nuestro gobierno, una linda cosa para el país.
Lo que les pido es seguir con la misma gobernanza y que se queden ustedes. Y yo quiero agradecerles de corazón el trabajo, la dedicación, el cariño, el esfuerzo y la visión al directorio de la UTEC en todos estos años. Distinta, que por suerte iba a tener mucha difusión.
Seguramente Mercedes seguirá siendo imán y atracción para el arte y la cultura. Pero les voy a hacer un cuento. Hace un par de meses inauguramos el teatro en Tacuarembó, hacía décadas que estaba cerrado.
Y yo me acordé de algo que me dijo el Serrano Avella, yo no sé si todos saben quién es el Serrano Avella, es un cultor de lo tradicional. Y me decía que un día estaba hablando con el maestro Rubén Lena, preguntándole por qué Treinta y Tres.
Treinta y tres es cuna de mucho folclore, de mucho arte. Y como dicen los franceses, la pequeña historia.
Se juntaban en el balcón de uno, del padre de uno, hacia Río, a arrascar la guitarra. Y empezaban a llegar, y empezaban a caer, y llegaba un artista de la talla de Horacio Guaraní, y empezó a llegar y ahí se empezó ese efecto contagio de que había cultura, de que había arte, de que además de la bohemia, alguno empezó a changar, empezó a trabajar y empezó a ir bien. Y eso virtuoso, así como lo malo a veces se contagia más rápido, lo bueno cuando entra, llega para cuidarse y genera suicidio virtuoso.
Así que seguramente esto que no es nuevo, esto que atrás hay un movimiento, que esta es la consecuencia, ahora con un grado más, profesional, poder dedicarse más, con mejores infraestructuras, seguramente lo que haga es mejore a Mercedes, como decía Guillermo, mejore a Soriano, y además sea un pueblo de atracción para gente no solo de Uruguay, sino de toda la región”.