El precandidato colorado Gabriel Gurméndez presentó a su equipo económico de cara a las elecciones internas de junio, con Julio de Brun e Isaac Alfie como principales figuras.
De Brun, coordinador del equipo, fue presidente del Banco Central de 2002 a 2005 durante el último gobierno colorado y director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay de 2006 a 2014. Alfie, por su parte, viene de renunciar como director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) en diciembre de 2023 para abocarse a la campaña de Gurméndez.
A ellos se suman cuatro exintegrantes de la OPP: Álvaro Rossa, también exsubsecretario de Economía de 2003 a 2005, Edgardo Favaro, Verónica Acosta y Graciela Pérez Montero, directora del área de Empresas Públicas del organismo.
"Tenemos un gran equipo para pensar el país.
Un país de avanzada, que le ofrezca las oportunidades de desarrollo en el marco de libertad. Que no deje ningún niño atrás.
Que de el salto y alcance a aquellos países que nos sacaron ventaja. Ese grupo que alguna vez estuvimos y que vamos a volver a estar", valoró Gurméndez en sus declaraciones al público presente en el evento.
Para el precandidato y expresidente de Antel hay "un solo camino", el del "crecimiento económico".
Gurméndez cree que Uruguay debe superar "ese crecimiento medio lacónico, lento, para poder atender esas urgencias", y sostuvo que, según los expertos, el país "puede duplicar el ritmo de su crecimiento económico con respecto a los últimos diez años".
Pero primero, continuó, Uruguay debe "solucionar problemas", ya que "este es un país caro para vivir, y es un país caro para trabajar". Aseguró que la "carga fiscal" es un "lastre" que afecta la competitividad, y llamó a "desenredar esta maraña de normas, de monopolios y de regulaciones".
Los tres objetivos que marcó Gurméndez son el "crecimiento, el abaratamiento del costo de la vida y aliviar la carga fiscal", y marcó su principal promesa electoral económica: "Me comprometo con este equipo a volcar al bolsillo de los uruguayos la mitad de los ahorros que nosotros logremos en las cuentas públicas, reduciendo impuestos por 500 millones de dólares que van a ir al IASS y al IRPF".
Dentro de sus planteos se destacan:
Bajar impuestos:
Nos comprometemos a implementar una reducción de 500 millones de dólares anuales, centrándonos en la baja del IRPF (Impuesto a la Renta de las Personas Físicas), que es el impuesto al trabajo, así como del IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social), gravamen dirigido a los jubilados que ya han tributado durante toda su vida laboral. Esto se alcanzará bajando el gasto público superfluo y la desregulación mediante una simplificación y eliminación de trámites burocráticos.
Desmonopolizar Ancap:
Vamos a liberalizar la cadena de distribución e importación de combustibles, fomentando la competencia mediante la apertura a la participación de múltiples actores en el mercado interno. Estamos comprometidos a adoptar medidas concretas que contribuyan a bajar el precio final de los combustibles.
Reducir el costo de vida:
Uruguay es un país caro. Caro para vivir, caro para trabajar y caro para producir. Por ejemplo, en los artículos de higiene personal como la pasta de dientes o el shampoo, el Ministerio de Salud Pública permite un proveedor único que fija los precios. Nuestra política se enfocará en eliminar las regulaciones que obstaculizan la libre competencia, permitiendo así un mercado más abierto con costos más bajos.