Quienes se han ocupado de analizar la problemática que se plantea en las ciudades de las sociedades modernas debido a la formación de basurales (sobre todo en las zonas periféricas) dicen que “la ciudad más limpia no es la que más se limpia sino la que se ensucia menos”.

Mercedes siempre ha sido tomada como un ejemplo por la limpieza de  sus espacios públicos, pero hay algunos sectores puntuales donde la acumulación de basura en forma progresiva motiva el reclamo de los vecinos, sobre todo en cañadas y en las orillas de éstas. En algunos sectores aledaños la situación es preocupante. En ese sentido, en el borde oriental de la ciudad se presenta un caso que ha despertado el reclamo de los habitantes de un sector del Barrio Treinta y Tres Orientales.

Junto a  la Cañada Vespa, del lado Este, es notoria la aparición de algunos focos de concentración de basura, especialmente en un predio privado que está cultivado, a metros nada más, de un conjunto de viviendas.

Vecinos de la zona protestan por la proximidad del área de cultivo y por la utilización de agroquímicos en ese lugar, por lo cual esperan que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto.

Los residuos son dejados allí por personas que no viven en el barrio Treinta y Tres, se quejan.

“Es tierra de nadie”, dicen, haciendo notar que el basural crece en forma progresiva en esa zona periférica de Mercedes, en un espacio que está entre la plantación que hay al este de la cañada y el barrio, sin que las autoridades se hayan ocupado del problema.

“No podemos dejar que la basura se siga acumulando y que día a día crezca el basural, en una zona donde siempre hay niños jugando”, sostienen algunos de los habitantes que tienen sus casas a metros de la cañada y que por esa razón aguardan una solución inmediata, ya que temen que puedan originarse problemas sanitarios en la población.